Romance Prohibido romance Capítulo 32

La chica no entendía cómo estaba ahora encima de la cama, una gran cama, con Dereck encima de ella, agitando su cuerpo de forma demoledora por todo su cuerpo. Realmente no tenía ningún raciocinio, nada podía compararse ahora con lo que estaba dominándola, solo quería explotar todo lo que cada parte de su cuerpo exigía, es como si estuviese desesperada por una saciedad, una a la que nunca le hizo caso.

Entonces la realidad la golpeó cuando vio que su vestido ahora estaba en manos de Dereck, y que él estaba haciendo un stop de unos segundos, muy largos para ella, para observarla en ropa interior.

El cuerpo de Ellie comenzó a temblar, por nervios, por anticipación, porque ahora mismo los ojos de Hunter la recorrían, como si fuese un depredador que estaba a punto de cazar. Ella misma bajó su propia mirada, y detalló la ropa interior que sin cuidado eligió para este día, porque jamás imaginó que esto fuese a suceder.

Y como un rayo, un pensamiento vino a su cabeza. ¿Qué estaría pensando Dereck de ella?

Sus mejillas se volvieron rojas, ella podía sentir su ropa interior húmeda, todo lo que interiormente explotó por dentro, también estaba exteriorizado en este momento, y se hizo un nudo de dudas en el instante.

Hunter vio que ella cambió su postura, y antes de que se muriera hoy mismo, tomó a Ellie de la cintura, y la acercó a su cuerpo.

—No permitas que tus pensamientos nos separen, Ellie —pasó su pulgar por su boca, mientras vio como ella cerró los ojos de golpe y soltó un sonido exquisito para él—. Mírame… —La chica hizo un esfuerzo por abrir los ojos—. Te haré mi mujer.

Elizabeth pudo sentir como sus muslos temblaron. Ella era toda una mojigata en esos brazos expertos, y solo esperó que no resultara siendo una tonta, que intentaba salir de su caparazón.

En cuestión de segundos, sintió los dedos de Dereck en su espalda desabrochando su brasier, e intentó por todos los medios Huntinar los pensamientos que quería que ella desestabilizara sus emociones. La prenda se despidió de su piel, y por naturalidad ella llevó las manos a sus pechos desnudos. Sin embargo, Dereck no estaba atendiendo a sus inseguridades, no quería hacer caso a los gestos que a veces se le salían a la mujer, que sabía eran normales, en alguien como ella.

Terminó por quitar su ropa interior, y aunque muchos planes circulaban en su mente, debía obligarse a conformarse por lo básico por ahora. Pasó las manos desde sus tobillos hasta sus rodillas, y pudo sentir que el cuerpo de Ellie titilaba en sus manos. Dereck alzó un poco el rostro mientras evidenció que sus labios parecían tener frío, porque no dejaba de moverlos. El corazón se le apretó duro, al ver la condición de una mujer totalmente atropellada y encapsulada, todo esto solo hizo que su intensidad aumentara, así que llevó la boca a su rodilla y comenzó a besarla.

Elizabeth no sabía si apartar la boca de Dereck, o apretujarla contra su piel. Ella ahora era un manojo de partículas dispersas, que giraban en descontrol hacia todas partes sin colocarse de acuerdo, así que por más de que quisiera completar una acción, era imposible hacerla.

Sintió como el hombre besaba apasionadamente su piel, como si quisiera pasarse la vida, en cada centímetro de ella. Debía reconocer que estaba muy asustada, las emociones, las sensaciones y toda la carga de deseo dentro de ella la abrumaban a tal punto de no saber cómo actuar, así que cuando el hombre llegó a sus muslos, todo se disparó haciendo que su mano reposara en la mejilla de Hunter, para levantarlo.

—No… no estoy preparada para algunas cosas —le dijo cómo una súplica, ante todo no quería apartarlo de ella, si de algo estaba segura es que quería estar con él, lo deseaba con toda su alma.

—Lo sé, Ellie, no te preocupes —susurró el hombre contra su boca y luego la besó con ansia, recostándola en la cama, para reposar su cuerpo encima de ella.

Quería ser suave con ella, pero sus manos y sus toques no le ayudaban, Ellie estaba tan ansiosa como él, y aunque ni siquiera pensó lo que estaba haciendo, tomó la mano de Elizabeth y la llevó a su intimidad.

Los ojos de la chica se abrieron de golpe cuando sintió su piel entre sus manos, los labios del hombre aún estaban besando los suyos, y aunque su respiración era muy difícil, ella siguió la orden de lo que él le estaba enseñando.

Los ojos de Dereck se conectaron con los de ella, y en solo segundos la guio para que, con sus manos, lo ayudara a entrar en su cuerpo.

Por un segundo, solo por un segundo, Ellie dejó de respirar, cuando sintió su piel tersa dentro de ella.

El escalofrío se adueñó de toda ella, y en el instante él se encontraba tratando de acompasar su respiración. Sus labios fueron succionados enseguida, así que abrió su boca para que, al mismo tiempo sus besos fuesen en la misma sincronía que sus cuerpos. Ahora no había nada en la mente de Elizabeth, ahora solo estaba ellos dos en un mundo paralelo, mientras sus movimientos por fin se volvían uno solo.

Las embestidas, ella, y la convulsión que iba desde su interior hasta su vientre hicieron que ella se perdiera en ese callejón sin salida, del que no quería salir.

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