NARRA ISABELLA
Hace unos días conocí a mi padrastro
Lo conocí en un bar, él sabía que yo era su hijastra, yo no sabía que era mi papi nuevo. Me vio a lo lejos, lo vi porque era imposible no verlo. Estaba caliente aquella noche y me acerque a él pensando que su mirada era una invitación para que hiciera mi jugada.
-Hola
-Tu madre me envió, soy tu nuevo padre.
-No creo que este en edad de necesitar un padre.
Sus ojos fueron a mi culo, su mirada hambrienta, mi entrepierna chorreando.
-Esa ropa...
-Es adecuada para alguien joven.
-Vamos a ir a mi privado.
-¿Tu privado?
-Soy el dueño del bar.
Me agarra de la mano, me lleva con él.
-Señor Jurgen-le dice alguien.
-Voy con mi hijastra a charlar de su mala conducta hoy. Nadie me molesta o se muere, ya saben.
-Si señor.
Cierra la puerta y se sienta en su escritorio. Me quedo de pie sin saber qué hacer.
-Ven aqui, cariño. Me miras con miedo.
Mis manos van a sus pantalones, su pene es muy grueso y venoso, esta húmedo y cuando lo pruebo lo escucho gemir.
Bombea en mi garganta y tal cual me ha sucedido, su orgasmo golpea duro.
-Trágalo todo, mi niña.
Sabe picoso y ligeramente salado. Luego de que lo trago todo, una gota escapa por mis labios.
-Niña mala, has desperdiciado una gota.
Su mano va al panel en la pared. Se ilumina y nos muestra todo el bar. Retrocedo asustada pero me detiene.
-No pueden vernos.
Me arranca la ropa, me aprisiona contra la pared y penetra mi culo, sus embistes son rápidos furiosos y me gusta, amo ese tipo de dolor.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Seduciendo a mi padrastro