Si es destino estar contigo romance Capítulo 40

—Lucrecio, ¿por qué siempre están contra nosotros?

Yolanda observó durante un buen rato antes de descubrir que cada uno de sus hermanos se dirigía contra él.

—Sólo recuerda que, en el futuro por muy amable que sean los demás contigo, no te acerques a ellos fácilmente porque todos tienen varias caras y nunca sabes con cuál estás en contacto.

Aunque no sabía por qué le decía esto, ella miró al grupo de personas que tenía delante y sintió que lo que decía tenía razón, así que asintió:

—Lo recuerdo, Lucrecio.

Le lanzó una mirada de admiración. En su corazón, su tío era la persona más perfecta del mundo.

Después de la cena, todos se dispersaron uno a uno. Debido a la mala relación con su padre, Lucrecio no se le había dirigido la palabra desde que se conocieron hasta que se fue.

Yolanda rara vez tomó la iniciativa a conocer los asuntos de su familia, mientras viera que Lucrecio no era infeliz, se alegró mucho.

El avión privado se detuvo en el jardín trasero en que había una zona de césped muy amplia, y el mayordomo Hugo ya estaba esperando en el avión.

—Lucrecio, ¿realmente vamos a irnos?

Yolanda dudó antes de subir al avión. Siempre tuvo la sensación de que Carolina era alguien muy dura, ¿realmente estaría bien si se iban así?

Lucrecio la abrazó al avión directamente.

—Ya se ha cumplido el propósito por el que te traje aquí, es irrelevante lo demás.

Ella pensó por un momento y lo miró incrédula.

—Lucrecio, ¿me has traído aquí sólo para enseñarme esas pocas palabras?

Lucrecio sonrió sin contestarla. Obviamente se acercaba cada vez más el final del plan y Yolanda estaba a punto de ser empujada a salir por sus propias manos, nadie sabía lo atormentado en el interior que estaba él.

***

Era la tarde cuando el avión llegó, Inglaterra había sido nublado y lluvioso, pero aquí el sol brillaba con fuerza.

Después de regresar a casa y llevar unos días descansando bien, Yolanda empezó un largo lapso de ociosidad y se sintió un poco incómoda.

Había pasado las vacaciones anteriores de verano e invierno estudiando intensamente, y ahora con el termino de los exámenes, de repente sintió que desaparecía su objetivo.

Hojeaba aburrida el libro cuando su teléfono sonó. Lo cogió sin importancia para ver que era un mensaje del grupo de sus compañeros de clase.

—Fiesta de graduación en el bar Roma a las 10, tenéis que venir.

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