Si es destino estar contigo romance Capítulo 42

—¡Cómo te atreves a hacer tales tonterías en mi bar! ¡No sabes quién soy!

Una voz familiar llegó a Yolanda, quien estaba tan nerviosa y no sabía qué hacer en el momento.

En cuanto el feo viejo golpeado levantó la vista, veía quién estaba frente a él e inmediatamente contestó cortésmente:

—¡Ah, Señor Kenzo, no fui yo, fue la puta esa que me pisó el pie, mira, los tacones que lleva, casi me mató, ¡Dios!

Después de escuchar estas palabras, Yolanda intentó torpemente cubrir sus tacones con la falda en secreto, pero la falda era demasiado corta. Kenzo no se dio la vuelta, se detuvo unos segundos antes de volver a patearlo.

—¡La puta mierda eres tú!

El hombre recibió otra patada. La gente que estaba a su lado se reía de él. Su cara se volvía inmediatamente mala, se levantó con rabia:

—¡Oye chico! No pienses que puedas hacer lo que quieras sólo porque eres el dueño de este bar. ¿Quién en la mafia no me conoce? Todavía eres un niño, si no fuera porque estás bajo la protección de tu familia, ¡te harías el muerto!

El hombre miró fijamente a Yolanda, escupió hacia Kenzo y se marchó con la cara seria.

Yolanda se quedó atónita.

«¿Este bar era de la familia de Kenzo?»

Ella sabía que Zenón y Kenzo eran mejores amigos, así que Zenón debía saber que Kenzo estaba aquí y lo que había pasado entre ella y él. Pero Yolanda no entendía porque Zenón no le había dicho que Kenzo era el dueño.

Kenzo dio la vuelta y se encontró con la mirada de Yolanda. Se sintió muy triste. Obviamente él la odiaba tanto, y sin embargo no podía evitar querer verla.

Yolanda contuvo la respiración y tenía el miedo de que un simple movimiento recordaría a todo lo que había pasado antes.

El tiempo pasó, y justo cuando Yolanda estaba a punto de no poder más, Kenzo se acercó a ella y pasó por ella, sin decir ni una palabra.

En ese momento, Yolanda se relajó de repente, respiró con fuerza, pero las lágrimas cayeron de sus ojos.