Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 132

— ¿Dani, dónde estás? ¡Si otra vez andas por la casa correteando a Muffin, me la voy a llevar!

— ¿Ahora quién es ese? —exigió Kristall

— Es un amigo, se está quedando en la casa de invitados con Wes

— ¿A cuántos hombres tienes metidos en la casa mientras mi hermano no está? ¿O es que te lo permite?

— Eres igual que Nic, al comienzo, solo ves el lado feo, que mente malpensada tienes cuñada

— ¡Dani! ¿Dónde te metiste? —volvió a llamarla Lee

Dani, se alejó de Kristall, para llamarlo hacia la sala, le hizo unas muecas para avisarle que había gente.

— Vamos Lee, quiero presentarte a alguien

No muy contento con el hecho que Dani, no estuviera en reposo tomó su mano y le permitió que lo llevara a la sala. Observó a la elegante mujer y esta al verlo entrar enseguida se levantó y le dio una repasada que no pasó desapercibido para ninguno de los dos.

— De acuerdo, él, es uno de mis mejores amigos y Nic, le pidió que se mudara, está preocupado por el embarazo y Lee, es un gran obstetra, ha regresado de Australia, hace poco y eso es todo, no se trata del amante número dos o lo que sea que estés pensando justo ahora

Para sorpresa de Danielle, a Kristall, no le importó su sarcasmo y simplemente la ignoró con la mirada clavada en el hombre de pie junto a Danielle

— Kristall Allen, mucho gusto —extendió su mano presentándose

— Que bueno conocer a otro Allen, tu hermano no es muy comunicativo y definitivamente vamos a necesitar mucha ayuda con las bebes así que es genial tenerte por aquí tía Kris —concluyó Lee, con un poco de humor, él, conocía la historia sobre la familia de Nic

— ¿Las bebes? —repitió aturdida

— Gemelas tía Kris, son dos y chicas ¿no es grandioso? —le sonrió radiante, consiguiendo que se ruborizara

— No lo puedo creer… ¿gemelas?

Estupefacta con la noticia observó el vientre de Danielle y su atuendo, tenía sentido que hiciera reposo pero lo que más le afectó era el hecho que su hermano mayor estuviera pasando por ese cambio tan importante como ser papá sin ella, sin su familia. Sintiéndose emocional apartó la mirada y trató de controlarse.

— Dani, ya ha sido suficiente, sabes que tienes que guardar reposo hasta que te sientas mejor, vi a Wes, llevarse a la peluda así que iremos a descansar ahora

— De acuerdo, iré a la cama… —suspiró—. Ve si Kristall, quiere dejarle algún mensaje a Nic, por favor

— Seguro, ahora ve

Firme en su decisión Lee, se cruzó de brazos hasta que Dani, se marchó y entonces se giró para encontrarse a Kristall, observándolo

— Hermana de Nicholas, eres muy bienvenida cuando gustes pero de ahora en adelante debes controlar tu temperamento, no me gusta como tratas a mi amiga y con un embarazo como el suyo es mi deber protegerla o tu hermano me corta las bolas, así que por favor ten consideración

— ¿Qué quieres decir con “un embarazo como el suyo”?

— Tal vez no sea el indicado para hablarte de esto pero Nic y Dani, una vez perdieron a su bebé, por lo que este embarazo es muy importante para ellos y también algo delicado para el cuerpo de Dani

— ¿Ya estuvo embarazada?

— Sí, tuvo un terrible accidente donde un ser querido falleció y la bebé no lo logró

— Oh…

Con una opresión en el pecho Kristall, miró a Lee, y su triste expresión la hizo sentir vulnerable.

— Sería muy lindo que pudieras solucionar tus problemas con Nic, él, está muy ilusionado con sus “sirenitas”, se ha vuelto un hombre diferente y merece la pena el esfuerzo, quiere con todas sus fuerzas darle una familia feliz a sus hijas

— Yo… —con un nudo en la garganta se tomó un momento para controlarse—. Voy a volver otro día si no te importa, quiero ver a Nico

— Por supuesto Kristy, pero recuerda controlar tu carácter y yo personalmente te recibiré

— Cuento con ello

— Es un trato —le sonrió satisfecho con su respuesta

— Ya me voy Lee

— Vamos, te acompaño a tu auto Kristy

Kristall, odiaba los apodos pero por alguna razón viniendo del dulce doctor no le parecían de mala clase.

Regresando con Danielle, en la habitación Lee, le comentó sobre la conversación con la cuñada y su reacción y al contrario de lo que él, creía su amiga no se molestó.

— Yo solo quiero que la familia de Nic, lo valore, no me gusta como lo tratan, lo excluyen, su mamá es muy fría y cruel —intentó no echarse a llorar al recordar cómo lo trataron la última vez que la vio

— Bueno Kristy, se sorprendió y creo que fue bueno, vamos Dani, no estés triste

— Es que no entiendo como su propia mamá lo trata así

— Oye, quiero verte sonreír —insistió Lee, sentándose junto a ella

— Es que, ahora no puedo dejar de pensar en ello

— ¿Y si te cuento algo sucio, te animas?

— Sucio ¿qué?

— El otro día entré a la habitación de Wes, por un zapato que le lancé y estaba en una video llamada con el diseñador, ni me escuchó entrar —cuchicheó con una perversa sonrisa

— ¿Qué, qué viste? ¡Dime!

— El diseñador estaba desnudo, es un puto sueño erótico para cualquier chica

— ¡¡Lee!! —chilló Danielle, antes de romper en carcajadas

— Oye, soy hombre pero tengo que admitirlo, el tipo hace ejercicio, yo solo hago cardio —dijo con un puchero

— Oye solo haces cardio pero fue suficiente para encandilar a Kristall

— No digas esas cosas —se ruborizó—. Bueno el diseñador estaba en bolas y le enseñaba el equipo a Wes, se dio cuenta que estaba atrás y solo sonrió, sabía que el bobo se pondría de todos colores si lo descubría así que escuché las cochinadas que le haría cuando regresara y agarré mi zapato y me fui

— Theo, no es pudoroso y le encanta la atención

— De acuerdo, es un buen plan

Y lo hizo, continuó bombeando sobre su esposa hasta alcanzar el clímax, era todo un placer no tener que pensar en condones. La mejor parte de estar casado con el amor de su vida era que ambos se deseaban siempre y no dudaban en pedirlo cuando fuera necesario. Luego de un viernes perezoso pasaron el fin de semana pegados en su luna de miel particular. Escabulléndose para tener sexo en cada oportunidad que se les presentaba pero sin descuidar al pequeño Robbie o a su amigos.

El lunes por la mañana luego de su ducha reponedora después de desayunar Danielle, revisaba el correo de su productora cuando su celular comenzó a sonar y en la pantalla solo se leía “numero privado”, si tomarle importancia a ese detalle contestó con un alegre “Buenos días, habla Danielle”

— Tienes una última oportunidad para alejarte de Nicholas, me importa un carajo que se haya casado contigo zorra, es solo un detalle

— Ah, Vanessa, veo que tienes tiempo libre para molestar a la gente —suspira preparándose para un mal rato

— Tienes cara maldita muerta de hambre ¡Y deja de meterte con mi familia! Ya sé que estuviste diciéndole cosas a Kristall, pero eso se acabó, quiero que agarres tus mierdas, al huérfano ese y salgan de esa casa hoy

— Mucho cuidado en cómo tratas a Robbie, a mí insúltame todo lo que quieras pero con él, no te metas

— Deja de obligar a Nico, a que juegue al papá con ese mocoso, sé que lo obligas a llevarlo a la escuela todos los malditos días, eres patética

— Ya basta, deja de molestar y consíguete una vida, voy a cortar ahora

— No, tú no vas a cortar hasta que yo lo diga

— ¿O qué?

— Así no es divertido vaca, si no te vas de esa casa hoy mismo otro de tus amiguitos se las verá conmigo ¿quieres arruinarle la vida al diseñadorcito?

— ¿De qué demonios estás hablando? —espetó furiosa—. Deja las telenovelas y enciérrate, loca de mierda

— ¡No me llames loca! ¿Te contó tu amiguito ese con el qué vivías porqué tuvo que abandonar el apartamento?

— No te metas

— Hice que lo sacaran como a un bastardo, ni su papá lo quiere por maricón, que bueno que lo convencí de comprar el mugroso edificio

— ¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR?!

— Me bajas el tonito empleadita, si no te vas hoy de esa casa voy a meter a tu amigo “Theo” a la cárcel y ningún abogado podrá sacarlo, tengo lista la demanda de abuso sexual en su contra así que ve y haz la maleta o el siguiente será el crío asqueroso ese

Antes que consiguiera reaccionar a sus amenazas Vanessa, cortó la llamada dejándola momentáneamente aturdida, pero no por mucho, furiosa fue a su habitación, tomó una manta y corrió a la casa de invitados donde Lee y Wes, tomaban café tranquilamente

— Dani ¿qué pasa, porqué estás tan agitada?

Enseguida tuvo a Lee, junto a ella preocupado por lo pálida que lucía, pero lo que lo alertó más fue la expresión en su rostro.

— Tú lo sabías, sabías que echaron a la calle a Wes ¿por qué no me lo contaron?

— Dani, tranquila, no pasa nada, ya estoy solucionando mi situación —se acercó Wes, al ver lo alterada que se encontraba

— Quiero que me lo digas todo AHORA

— Sí claro, por supuesto

Con ayuda de Wes, Lee, consiguió que se sentara y bebiera algo caliente, solo llevaba puesto su conjunto de deporte y una manta, estaba helada y muy enfadada así que los chicos no tuvieron más opción que contarle lo que ocurrió aquel día.

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