—¿Pregunta?
Daniela, con cautela, evadió la mirada de Leticia.
Con una falsa sonrisa, Leticia sacó su teléfono.
—Ese día, usaste este número para llamarme, ¿sí?
—¿Cuál es el problema?
En ese momento, la sonrisa en el rostro de Daniela se congeló y su corazón comenzó a latir con fuerza.
Leticia continuó sonriendo, pero su sonrisa era extraña:
—Hace unos días, también recibí una llamada de este número, sin embargo, era un hombre. Un hombre familiar, por eso pienso que conoces a ese hombre.
—¿Qué hombre?
—¿Tampoco te acuerdas de eso? No importa, llamaré y preguntaré, entonces sabremos.
Leticia marcó el número. Miró la cara de Daniela que se puso un poco blanca, sus ojos estaban llenos de odio.
Aún no contestó la llamada.
Daniela se sintió asfixiada. En ese momento, su corazón latía rápidamente. Cuando el hombre contestó la llamada, su corazón se detuvo de repente.
Una voz familiar de un hombre salió del otro lado del teléfono.
Leticia sabía quién era el hombre, pero fingió sorprendida:
—Señor González, ¿este es el número de teléfono de tu casa?
—¿Leticia?
Al mismo tiempo, José ya adivinó el propósito de esta llamada de Leticia.
—Daniela, quiero escuchar tu explicación. ¿Por qué vives con José? Él es mi novio.
Daniela no sabía qué responder. Se mordió los labios.
Leticia siguió interrogando:
—Daniela, contéstame. ¿Por qué vives con José? ¿Porque él es un rico?
—Leticia, no es así.
—Entonces dime, ¿por qué quieres arrebatar mi novio? He estado tan triste todos estos días y no has dicho nada ¿Crees que soy una tonta? Daniela, entonces ¿por qué pediste que José rompiera conmigo?
—Lo siento, Leticia. Yo...
¿Cuál era la verdad? Daniela no tenía forma de explicarlo claramente, pero a Leticia no le importaba la verdad. Simplemente odiaba a Daniela y quería torturarla.
—Daniela, no te he hecho ningún daño, ¿por qué haces esto? No me importa que eres la amante de José, ¿pero por qué eres tan cruel que pediste que José rompiera conmigo? ¿por qué quieres quitarme la felicidad?
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