¡SUÉLTAME, DIABLO! romance Capítulo 148

—Cállate, deja de hablar.

—Mamá, lo que ha dicho Jaime es cierto, Daniela es este tipo de mujer.

Los regaños no terminarían.

Los insultos de Leticia y Jaime no se detuvieron eran como si cuchillos que se clavaran en el corazón de Daniela.

Aunque estaba protegida por Manuela, el corazón de Daniela estaba herido.

Se sintió triste.

Pero no pudo derramar ni una lágrima, su rostro estaba pálido.

En ese momento, en el otro lado del restaurante, Antonio marcó el teléfono de José.

—¿Cuál es la situación? —preguntó José al responder la llamada.

Antonio miró a Daniela, y dijo:

—La señorita Moya ha sido golpeada.

Después de diez minutos.

José apareció en este restaurante.

—Señor González, ¿por qué has venido?

Leticia fue la primera en verlo, y el enfado de su rostro fue sustituido por una sonrisa. Pero cuando José la ignoró y pasó por ella, su sonrisa se congeló y volvió a sentirse enfadada.

Al mismo tiempo, Jaime sintió miedo al ver a José.

—Eres...

Por un momento, Manuela no supo cómo tratar a José.

Sin embargo, José los ignoró a todos, miró a Daniela, se inclinó y la levantó,

—¿Te han golpeado?

—Antonio, echa a las personas de aquí.

Antonio pidió al gerente del restaurante que echara a toda la gente del restaurante.

Todos los demás fueron expulsados.

En este momento, Daniela sintió que podía respirar. Sin embargo, no quiso agradecer a José.

—Señor González, esto es el asunto de Daniela y yo.

Leticia reprimió su ira y le dijo a José con una sonrisa.

Al escuchar las palabras de Leticia, José sonrió y miró a ella con frialdad:

—Leticia, si quieres conseguirme así, has equivocado. Daniela es mi mujer, pero tú, no tienes las calificaciones para ser mi mujer, ¿por qué te burlas de ella?

«¿Dice estas palabras para consolarme o insultarme?» Daniela se endureció en el abrazo de José y dejó escapar una risa satírica.

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