¡SUÉLTAME, DIABLO! romance Capítulo 38

Mirando el reloj electrónico en la pared, ella se dio cuenta de repente de que llevaba más de 18 horas sin comer.

No era de extrañar que se sentía tan débil, resultaba que tenía demasiada hambre.

Daniela dejó escapar un suspiro débilmente, entró en la cocina y halló comida en un entorno desconocido para cocinar. En diez minutos, los fragantes platos fueron llevados a la mesa.

—¿Qué estás comiendo?

En el primer piso, una voz baja llegó.

Daniela se congeló y se levantó:

—Lo siento, ¿he vuelto a entrar en la cocina sin tu permiso? Es que tenía mucha hambre, así que preparé un poco de comida, ¡no te preocupes, limpiaré la cocina!

José levantó las cejas por sus palabras, e ignoró sus palabras mientras bajaba lentamente las escaleras.

—¿Aún sabes cocinar?

—En mi opinión, cocinar es imprescindible para la vida, sin embargo, ¡habrá algunas excepciones!

Daniela sonrió.

José se rio, entonces, se dirigió a la mesa del comedor y se sentó justo donde ella acababa de levantarse. Sus ojos bajaron, parecía que observaba seriamente los platos que tenía delante.

—¿Tocaste algo en mi cocina sin permiso?

Daniela se colocó a su lado, mirándole desde arriba por la primera vez y vio su pecho a través del albornoz. En un instante, se sonrojó y volvió la cara, explicando lentamente:

—Tenía mucha hambre, así que...

—¿Así que tocaste mis cosas? —José dijo fríamente.

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