¡SUÉLTAME, DIABLO! romance Capítulo 72

Al salir del coche, Daniela se dirigió al edificio.

El coche de José no arrancó. A través de la ventana, se podía ver la mirada profunda de José.

Ya eran las 10 de la mañana y Daniela llegó tarde.

Daniela entró distraídamente en el edificio, pero inesperadamente vio a Leticia y Manuela.

—¿Daniela?

Al verla, Manuela se dirigió a ella inmediatamente. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.A su lado, Leticia estaba muy bien vestida.

Daniela se quedó inesperadamente atónita y preguntó:

—Daniela, Leticia, ¿por qué habéis venido?

—Daniela, ¿por qué no me dices que te ha sucedido una cosa así? Jaime es de mal educado, por eso te dijo eso, no lo tome en serio. Eres mi hija, volvemos a casa.

—Manuela, estoy bien.

Daniela ya no podía recordar la sensación cuándo fue echada por su casa. Todo esto fue gracias a José.

A diferencia de Manuela, Leticia notó algo, mirando a Daniela y preguntó:

—Daniela, ¿dónde te quedaste anoche? ¿Con... tu novio?

Daniela negó con cierto pánico:

—No, con mi colega.

—Daniela, ¿tienes novio?

Ante el interrogatorio de Manuela, Daniela sólo pudo sacudir la cabeza repetidamente.

Leticia frunció el ceño y quería seguir preguntando, pero en ese momento sonó su teléfono. Al ver el nombre en el identificador de llamadas, no pudo ocultar su alegría y se apartó y conectó la llamada.

Daniela le consoló a Manuela con una sonrisa:

—Vale, me voy.

Leticia agitó la mano en señal de dar adiós y salió del edificio.

Luego, Daniela paró un taxi para Manuela. Cuando regresaba a su empresa, vio a Leticia entró en un coche que se parecía al de José.

«No debe de ser.»

«José no conoce a Leticia.»

En el coche.

Leticia se sentó con cierta contención y miró de vez en cuando al hombre que estaba a su lado. El latido de su corazón era rápido.

—Señor González, ¿el banquete no es por la noche?

—¿No quieres verme ahora?

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