Te tomo prestado romance Capítulo 74

¡Una explosión y un destello!

La enorme polla irrumpe en mi vientre, quemando toda la cordura de mi cabeza. Me monta a horcajadas sobre su dura y firme longitud con un solo movimiento.

Duro y profundo...

Responde con un gemido largo y agudo.

- Sí", se coloca a horcajadas sobre mis muslos con sus dedos fuertes y ásperos. - ¡Qué chica tan dulce! Como postre...

¡No puedo escapar!

No hay escapatoria.

No puedo gritar.

¡Y no puedo gritar!

Mi grito de auxilio suena como un grito de lo bien que se siente ser tan expertamente follado contra la pared.

No puedo...

Lo único que puedo hacer es gemir mentalmente y mover el culo hacia los puntos medidos y claros.

No tiene sentido resistirse.

Bulat me sostiene como una especie de perro de pelea, con un agarre mortal.

Tan fuerte, hambriento, salvaje.

Caliente...

¡Una bestia loca y sexy!

Mi loco placer, que echo mucho de menos.

Bulat retrocede, ganando aceleración, casi saliendo de mi pecho mojado, moviendo sus caderas hacia adelante de nuevo empujando todo el camino hasta su poderosa y mágica longitud.

Las paredes de su vientre aprietan con avidez su órgano desde todos los lados. Bulat me aprieta el culo con más fuerza con sus dedos y vuelve a embestirme con una larga y profunda embestida, disfrutando cada segundo de esta viciosa locura.

Nuestras frecuentes y febriles respiraciones hacen que hasta el espejo se empañe frente a mi rostro sonrojado. Mis palmas se deslizan impotentes por su turbia superficie. ¡Se está haciendo un calor irreal!

Podría haberme caído. Como un flapjack deslizándose por la pared. Pero Bulat no me deja hacerlo, me sujeta con fuerza y firmeza.

¡Porque me está cogiendo!

Y no puedo creer que esté sucediendo.

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