TU CITA A CIEGAS, FUI YO PAPÁ romance Capítulo 3

La vida después de este trágico acontecer siguió su curso, Judith se decidió por callar ese secreto y que su familia viva en paz y tranquilidad, Jenna ya había cumplido los 10 años de edad, su vida era tranquila como otra cualquiera, al llegar de la escuela, su madre la recibió muy feliz, pues era su aniversario de bodas y en el armario atrás de unas envolturas había descubierto el regalo de su esposo para su aniversario, en cambio ella había hecho la comida especial favorita para Marck, que siempre se daba tiempo para ir a casa a almorzar con su familia era muy apegado a ella.

Todo tenía preparado, cuando se escuchó el click de la llave en la cerradura y entro, dándose vuelta aprisa porque ya sabía que su hija se le lanzaba a recibirlo.

Jenna era ferviente admiradora de su padre, para ella Él era su héroe, Marck la agarraba en sus manos la alzaba dándole vueltas en el aire y riéndose, para Él ella era su ángel, su vida, su hija amada, le dio un beso en la frente y la bajo, para en cambio ser recibido con un gran abrazo y un gran beso por su esposa Judith, que siempre lo esperaba con ansias, se amaban como el primer día.

—Feliz Aniversario amor —dijo Judith muy feliz besándolo con pasión, porque amaba a su esposo, Marck la observo y dijo

—Amor espera un momento, por acá tengo un regalito para ti —camino ansioso a la habitación de ellos, abrió el closet, movio algunas cosas y saco el regalo que tenía allí escondido para su esposa.

Salio muy alegre y contento hasta llegar a ella que estaba parada esperando en la sala, lo traía escondido atrás de su espalda, y comento muy alegre

—Para mi amor verdadero, para mi musa de la vida, Feliz Aniversario mi amor

Judith contesto toda contenta y amorosa —Gracias mi amor

Lo puso encima de una mesita para abrirlo, pues solo había visto el envoltorio pero no el contenido, al abrirlo quitó algunas telas para cubrir el verdadero regalo que era un vestido hermoso de cóctel y unos zapatos de tacón fino tan bellos como lo era ella.

—Que belleza amor gracias, el color que me gusta oh querido, por eso te amo

Lo agarro para besarlo, se quedaron parados en media sala ante los ojos curiosos de su hija que sonreía mirando el amor que se profesaban sus padres, aplaudía ese acontecimiento, su vida era de total felicidad.

Al terminar su beso, abrazaron al fruto de su amor, a su linda hija que corrió a los brazos de sus padres, los tres formaban un bello cuadro de amor familiar.

A pesar de tener empleados, Judith cocinaba para su esposo, le encantaba hacerlo y los que trabajaban en esa casa admiraban a su patrona era tan gentil con ellos al igual que su patrón

Marck fue al comedor a sentarse con su familia, pero a Judith le encantaba servirle ella misma la comida a su esposo, no lo hacía por obligación lo hacía por amor, después se sentaba con ellos, conversaban mientras almorzaban la niña comía con avidez pero feliz, siempre le preguntaba su padre cómo le había ido en la escuela, le decía que la amaba, que era su linda muñequita, cuando terminaban, Él se quedaba una hora más en donde jugaba con su hija, abrazaba a su esposa en el sofá, siempre les daba calidad de vida, después regresaba al trabajo en su empresa que era una de las más reconocidas pues sus habilidades en los negocios habían dado sus frutos, ya tenía muchas filiales a nivel país, sus padres estaban muy orgullosos de eso.

Un día estaba arreglando el closet y se cayeron unos papeles al recogerlos se acordó de que se trataban, volvió a dejarlo allí y dijo a su hija

—Mi amor, si algún día no estoy contigo en esta vida, busca aquí atrás hay dos sobres uno para tu papá y otro para ti, pero solo cuando yo no este

Jenna la observo sin entender, pero solo asintió con la cabeza, sin imaginarse que su madre presentía algo, algo que cambiaría para siempre la vida de su familia

Judith salía con sus amigas a hacer pilates, a hacer compras en los mall, Jenna se quedaba con su nana que les ayudaba a cuidarla, un día se le ocurrió ir de sorpresa a visitar a su esposo a la empresa, subió en el ascensor acicalándose pues quería darle un gran beso, nadie se percató de su presencia ni siquiera su secretaria que justo no estaba en ese momento, por eso ella solo abrió la puerta llevándose una gran sorpresa que le dolió en el corazón, sus ojos vieron a su esposo teniendo sexo con su secretaria, sin decir nada salió corriendo hacia el ascensor, iba llorando a mares por la traición que vio con sus propios ojos, al llegar al estacionamiento, subió a su auto con su cerebro agitado y sin razón.

El auto se movió haciendo chirriar sus neumáticos, al salir como loca no vio que entraba otro auto y choco con éste y salió a la calle chocando con otro más que cruzaba por allí, justo el golpe fuerte fue donde estaba ella, pero hubo algo que Judith presencio, el auto de Marck recién llegaba a la empresa y Él al verla en el auto chocado, corrió a su lado todo asustado dejando su auto casi en media calle

—Mi Dios no, mi amor ¿qué hacías aquí? ¿qué pasó? Por favor no te muevas, ya llamaron a la ambulancia

Judith cayó en cuenta que no era Él quien estaba teniendo sexo con la secretaria, se arrepintió de haberlo juzgado mal y le dijo

—Vine para...darte...una...sor...presa, pero vi...a tú se...cretaria...tenien...do sexo en...tu ofi...cina, creí que...eras tú....me volví...lo...ca de dolor, no...me dí...cuenta...de...nada, perdona por...dudar...de...ti amor

Marck se dio cuenta que ella estaba mal, su pecho aprisionado por el volante la puerta estaba hundida en su lado, ella sangraba mucho, pudo abrir la puerta y abrazarla se puso a llorar al escucharla y dijo

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