TU CITA A CIEGAS, FUI YO PAPÁ romance Capítulo 51

Jenna escucho gritar a Marck y pidió  a la enfermera que la ayudara a verlo pues su voz se oyó enojada, en la silla de ruedas llego hasta la  habitación que ocupaba Marck al entrar solo lo miró a Él con lagrimas recorriendo sus mejillas y le pregunto preocupada

—¿Por qué gritaste? ¿qué paso Marck?  ¿Marck por qué lloras? Contéstame…dime algo

Él en su interior estaba devastado al enterarse de la verdad  que se sintió culpable de no haberla socorrido en ese momento, en el instante en que era abusada por Luiggi  su alma estaba partida en pedazos del dolor de enterarse que Judith fue una inocente víctima, su amor fue profanado por un lobo hambriento de deseo y al escuchar a Jenna preguntando alzo su cabeza y la observo fijamente y grito con dolor

—Estuve allí y…no pude ayudarla, Jenna yo estaba ahí mierda, ese maldito la ultrajo y yo…estaba ahí…maldita sea

Jenna se movio en su silla de ruedas para acercarse a Él y  hablo triste pero firme

—Tú no tuviste la culpa ni ella, ninguno de  los dos, a ti también te drogaron por eso te dormiste…el único culpable aquí es…ese maldito hombre el tal Luiggi, no sabes cuanto lo odio, cálmate por favor…no podías hacer nada no estabas en tus sentidos, no te sientas culpable amor

Marck sonrió a pesar de sus lágrimas al escucharla pero volvió a hablar acongojado

—Mira la fecha de cuando escribió la carta es…un día antes de que muriera en ese maldito  accidente, Judith iba a avisarme que saldría de viaje para darme tiempo para que piense lo que me escribió en esa carta y ella…ella se fue de mi lado sin saber mi respuesta

Lloró con tanto dolor que Jenna se levanto de su silla de ruedas para abrazarlo y decirle

—Cálmate…cálmate pero yo no sabía que iba a viajar ¿dónde se iba?  ¿por qué se iba a ese viaje?

—Marck le  señalo la carta que estaba tirada en el suelo  la levanto y la leyó las lágrimas rodaban por sus mejillas al estarla leyendo, su dolor se acrecentaba cada vez más, cuando termino de leerla observo a Marck que grito

—¿Te das cuenta de lo que paso Jenna?  Tu madre murió sin saber mi respuesta sin saber que jamás la culparía, jamás la odiaría, la amaba por Dios ella era mi único amor, la hubiera apoyado y…y no pude hacer nada….nada maldita sea,  se fue de mi lado sin saber que yo  nunca la culparía de nada, Judith se fue...me quedé sin ella  y no pude apoyarla o decirle que nunca desconfiaría de ella…Judith…(grito muy enojado) maldito Luiggi como quisiera tenerlo aquí para matarlo, Jenna…la amaba tú lo sabías…la…amaba

Jenna lo apretó contra su cuerpo al verlo llorar por  su madre y ella acompaño en su dolor ya que ella también sentía lo mismo, dolor de saber a que fue abusada y llevar esa carga al enterarse, dejo esas cartas  explicándolo todo pero  quizás sintiéndose culpable sin serlo

Alzó con sus manos la barbilla de Marck y mirándolo a los ojos le dijo

—Por favor Marck  por favor ten calma, ya el culpable de todo esto esta apresado, la justicia hará que cumpla su castigo, ni mi madre  ni tú son culpables de nada

Una enfermera entro y aviso a Carla que necesitan de su presencia en la habitación de su esposo, ella se levanto y se fue, cuando entro allí el doctor estaba desatando a Dereck que estaba ya más tranquilo y pregunto

—¿Marck esta bien? Quiero verlo…Carla quiero hablar con mi hijo…por favor

—Dereck debo decirte que…Jenna esta con Él en este momento ¿te acuerdas de que hay otra carta para Marck? Pues la leyó y lloró, se siente culpable de lo que pasó en esa fiesta…vamos para allá…pero prométeme que no repetirás  lo que hiciste por favor…prométemelo Dereck

Dereck estaba arrepentido de haber agredido a su hijo y prometio que no volvería a hacerlo, bajo de su cama y agarrado del brazo de su esposa se encamino a la habitación de su hijo, cuando entraron vieron que la pareja estaba abrazada pero se escuchaba su llanto

Carla se adelanto y tomo la carta dejada a Marck y se la dio a su marido  diciendo

—Lee y medita  en lo que esta sintiendo tu hijo…pobrecito Marck

Dereck la leyó y enseguida su mirada se nublo por las lágrimas que pugnaban por salir al terminar dijo furioso

—Ese maldito animal debe pagar por todo lo que hizo, nos engaño a todos, hijo por favor…perdóname por agredirte me deje llevar de la ira…Jenna tú también perdóname por las barbaridades que te dije

Jenna se dio vuelta y comento tranquila —Te perdono abuelito…te entiendo fue una sorpresa

En cambio Marck observo con una mirada dura a su padre y le grito

—Tú…tu tuviste la culpa de que Judith muriera…tú papá, carajo por follarte a esa puta de mierda, ella creyó que era yo…por eso salio corriendo…por eso se mato…tú maldita sea…por ti…se fue sin saber que jamás la hubiera a acusado de nada se fue sin saber que jamás la culparía…ella fue una víctima papá

Jenna lo observo con sorpresa pues no se esperaba esa reacción de Él para con su abuelo y le habló tratando de tranquilizarlo

—Marck por favor, mi abuelito no tiene culpa alguna no te dejes llevar por tu dolor…sabes bien que Él no tuvo la culpa asi como tú y mi mamá no tuvieron la culpa de nada

Todos se quedaron ensimismados al ver lo que Marck empujo a Jenna y le grito enojado

—¿Y tú lo defiendes después de lo que pasó?  Maldita sea perdiste a tu madre, te quedaste sola carajo…además con que mierda moral  me vienes a decir que no lo culpe ¿y tú?  Tú que te metiste en esa mierda de Cita a Ciegas y terminaste durmiendo con tu padre…lo escuchaste bien con tu maldito padre que te quito la virginidad que te follo sin piedad carajo…te portaste como una zorra…como una prostitu…—no lo dejo terminar porque le solto una sonora cachetada y le grito sollozando

—Cállate…cállate…no eres mi padre maldita  sea…no eres mi padre…yo…no sabía que eras tú…ni siquiera tú sabías que era yo, ninguno lo sabía y te amé, fue la primera vez que me enamoré carajo…te amo Marck Black te amo y  sé que tú también me amas, ahora solo esta hablando el dolor…ese maldito dolor de no haberla podido proteger…no podías métete eso en tu maldita cabeza…no podías hacerlo mierda…estabas drogado

A Marck lo agarro descuidado esa cachetada y escuchar lo que le gritaba ella lo hizo recapacitar pero por dentro estaba destruido por la culpa y solo vocifero dolido mirándola a los ojos y su rictus de ira

—¡Lárgate con tu abuelo si tanto lo defiendes! ¡¡lárguense los dos! No quiero verlos…largooo…lárguense todos de aquí…¡quiero estar solo!

Carla quiso acercársele pero siguió muy enojado gritando

—Mamá ya escuchaste no quiero ver a nadie y…llévate a tu nieta no quiero verla…no quiero nada con ella

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