TU CITA A CIEGAS, FUI YO PAPÁ romance Capítulo 54

Amaneció y la sirena de la cárcel sono despertando a todos allí adentro, Luiggi se levanto e hizo lo que el guardia le indicó, pero ni bien salió de su celda fue abordado por los otros presos

—Hola cenicienta aquí está tu príncipe que te hará feliz jajajaja

—¿A quién extraña este corazoncito de caramelo? Jajaja

—Oye tú eres guapo y delicadito se ve que te sabes cuidar tu piel tan tersa, jajaja como una adolescente mi princesita

Con las burlas encima lo arrinconaron para empujarlo y seguir burlándose más cuando comenzó a soltar unas lágrimas pues se sentía impotente de regresar las vejaciones, unos guardias tocaron sus silbatos y ordenando desplegarse fue la única forma en que lo dejaran en paz

Al llegar al comedor se encontró para su suerte con una mesa completamente vacía, tomo su charola de comida y se sentó allí, los demás presos lo observaban y se notaba que se burlaban a sus espaldas, casi terminaba cuando un hombre muy fornido muy alto con la cabeza sin un cabello y tatuado por todas partes con imágenes de muerte se le sento al frente de Él en la misma mesa y le dijo

—Hola princesita asi que te llamas Luiggi Lombardi el señor empresario el magnate de las putas jajajaja, pues para tu información aquí soy yo el dueño de las putas y tú rubiecito serás mi puta jajajaja, siempre quise probar a un riquillo debes ser tan delicado jajajaja

Los demás lo conocían lo desgraciado, sádico, maldito que era Bronson ya llevaba allí 12 años y tenia cadena perpetua por homicidio, tenía su harem allí adentro, todos le temían, pero los amigos de ese preso se carcajeaban por el destino que le esperaba al rubiecito

Luiggi solo lo observaba pero no articulaba palabra alguna, solo pensaba para sus adentros que le esperaba un infierno en esa cárcel, sono el timbre y todos se levantaron para salir al patio, Bronson le agarro de la nuca empujándolo y diciendo

—Vamos putita acompáñame sigue caminando —Luiggi quiso zafarse para irse pero el agarre de ese mastodonte no lo dejaba, más vale lo sacudía riéndose y los demás se le burlaban, se sentaron en una banca donde los demás se sentaron en el suelo rodeándolos

Bronson le acariciaba el cabello lo toqueteaba mientras Luiggi viraba su rostro a cada momento las risas eran estridentes que llamaban la atención de los otros presos a lo que el mastodonte le advertía

—Tú decides si aquí es tu infierno o tu paraíso nenita linda mmmm que piel tan tersa—le paso la lengua por una mejilla diciendo —Mmmmm que rica estas…me muero por probarte bien dicen que los riquillos se cuidan, pero aquí no eres nadie…solo vas a ser mío

Luiggi estaba asustado ese hombre era un gigante un animal enorme, tenía miedo tenía terror de que iba a ser abusado que lo iban a usar como Él lo hacía con esas mujeres vírgenes que secuestraba para hacerlas trabajar en sus prostíbulos

Su cuerpo comenzó a temblar lo que el mastodonte lo noto en ese mismo momento y lo atrajo para abrazarlo y decirle

—¿Estas temblando mi amor? Oh vaya no tengas miedo, te voy a cuidar, te voy a dar lo que tengo, sé que te va a gustar princesita jajajaja

Un guardia llego hasta ellos y llamo a Luiggi diciendo

—Lombardi tiene visita su abogado necesita hablar contigo muévete

Para Luiggi esa fue una salvación se levantó soltándose del agarre de Bronson que le lanzo un beso volado a las risas de los demás, pero siguió caminando junto al guardia iba cabizbajo temeroso de su suerte allí adentro

Cuando entraron por varias puertas seguras lo dejaron en una donde había una mesa y dos sillas se quedó esperando sentado a su abogado, el cual asomo después de varios minutos entro saludando

—Buenos días señor Lombardi soy Fray Graham abogado su primo Carlo Lombardi me contrato para defenderlo —Luiggi contesto

—Buenos días, ¿podría ayudarme? Por lo que veo aquí hay un hombre enorme que me amenazo con…violarme…ayúdeme por favor ¿podría hacer algo?

Fray por dentro lo detestaba pues había visto las denuncias y los videos, le tenía repulsión por lo maldito que era, al escucharlo decir que lo iban a violar para sus adentros creyó que se lo merece porque Él hizo lo mismo con esas inocentes mujeres, pero su profesionalismo no le permitía dejarlo solo asi que le hablo con franqueza

—Podría pedir que lo pongan en una celda privada pero…costará mucho dinero, debo llamar al señor Carlo para que me autorice pedirle, espere por favor

El abogado hizo la llamada y fue autorizado, solo le dijo que hablaría con las autoridades para culminar el pedido, que regresaría en una hora, se fue y Luiggi regreso al patio donde Bronson lo esperaba con una malévola sonrisa

Le hizo señas de que se acerque y Él lo hizo, se acercó hasta sentarse junto a Bronson que lo abrazo diciendo

—¿Sabes algo princesita? Un pajarito me canto que te quejaste de mí…por eso debo castigarte…levántate…vámonos y ustedes también vigilen ya saben

Bronson lo alzo y lo cargo en su espalda y Luiggi temiendo lo peor comenzó a gritar pero todos se hacían de oídos sordos, pues temían al mastodonte, llegaron a los baños y entraron, dos se quedaron vigilando que nadie vaya a entrar y dos en la entrada del baño para impedir la salida de la victima

Al estar adentro Bronson lo bajo y lo arrinconó contra la pared reclamando airado

—Asi que quieres una celda privada jajaja bien…bien pero tú no te vas de mis manos sin haberte estrenado princesita, pensaba hacerlo después pero estas tan ansioso que te voy a dar el gusto mi bizcochito

Luiggi lo empujo con todas sus fuerzas sin lograr moverlo ni un centímetro lo único que logro es hacerlo carcajearse, con su brazo lo apreto contra la pared y le rompió la camisa sacándosela por completo a los gritos de Luiggi

—Noooo…déjame idiota…no soy tu puta maldito…soy hombre no marica

Bronson se seguía riendo para acallar sus gritos le dio un golpe en el rostro que lo hizo que se quedara quieto donde termino de bajarle los pantalones y el bóxer, lo hizo caer al suelo donde termino de dejarlo desnudo y con sus ojos llenos de maldad, de lujuria, de deseo le hablo relamiéndose los labios

—Princesita serás mía…solo mía, siiii esoooo, déjame probar tu linda boquita mmmm

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: TU CITA A CIEGAS, FUI YO PAPÁ