¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 139

Capítulo 139

Elias cerró sus documentos y miró hacia el reloj antes de decir:

-¡Vamos!

Mientras tanto, Anastasia interrogó a su padre desde el momento quentró al auto,

-¿Cuál es la cosa importante de la que hablas, papá? ¿Para qué necesitas que yo esté presente?

-Te voy a llevar a una subasta. Nuestra empresa quiere adquirir uno de los proyectos que están ofreciendo. También quiero que observes el proceso para que sepas cómo funciona cuando te hagas cargo de la empresa.

Anastasia parpadeó y pensó:

«¿No está planeando demasiado el futuro?»

– Sigues siendo joven, papá. iPasarán al menos 10 años antes de que me haga cargo de cualquier cosa! -dijo Anastasia con una risa de exasperación.

-Solo quiero que te prepares un poco antes para que no estés demasiado confundida cuando sea momento de que lo hagas. De verdad quiero que entiendas esta industria.

Franco era un hombre con visión. Además, el se había sentido más débil últimamente; tenía que admitir que estaba envejeciendo. Anastasia no tuvo opción más que seguir los planes de su padre pues era lo que él queria que ella hiciera. La subasta era un evento grande que se llevó a cabo en una empresa y Franco llevó a Anastasia a encontrarse con su asistente antes de entrar al salón juntos. Encontraron asientos en la parte de atrás de la habitación y Anastasia observó mientras más personas entraban.

 

Quizás Anastasia había estado observando a Elías por demasiado tiempo porque, de pronto, él levantó la mirada. Cruzaron miradas y Elías se congeló al instante. Luego, entrecerró sus ojos para mirarla, pues tampoco esperaba encontrarla en un lugar así. Las cosas tuvieron más sentido cuando vio a su padre al lado de ella. Anastasia y Elias se miraron por un rato más; uno de ellos tenía los ojos llenos de curiosidad, mientras que el otro tenia una expresión indescifrable. De pronto, Elías decidió quedarse y se giró para decirle a Ray:

Luego de eso, Elías caminó hacia los asientos que estaban una fila arriba de donde Anastasia estaba parada. Cuando Ray la vio, agitó su mano para saludarla de forma cordial y ella le sonrió de vuelta. Al girarse, se encontró con el rostro de un hombre familiar que se acababa de sentar. Ya que su padre estaba presente, Anastasia no pudo decirle mucho a Elias. Además, la subasta estaba por comenzar.

 

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