¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 246

Como eran las cosas, Anastasia estaba bastante satisfecha con cómo habían salido las cosas al final. Diez minutos después, Fernanda recibió una llamada de un cliente que pidió específicamente que Anastasia diseñara un collar de hombre para él, y estaba dispuesto a pagar diez millones por el producto final. También menciono que tenía rienda suelta sobre el diseño. Fernanda estaba a punto de desmayarse en su sintió cuando lo escuchó. La comisión que obtendría de solo dos órdenes personales consecutivas, lo suficientemente asombroso como para tener a todos boquiabiertos. Fue hacia la oficina de Anastasia y dijo:―Anastasia, asegúrate de darle tu todo a este proyecto. Olvídate de los otros diseños regulares, estarás trabajando y solo concentrándote en esta orden. No dudes en venir conmigo por cualquier aportación.―Con eso, se fue. Anastasia esperó hasta que Fernanda saliera del alcance de su oído antes de levantar el teléfono para llamar a la línea de extensión del hombre. Una voz grave y ronca dijo de manera despreocupada:―¿Hola? ―No puedo creer que de hecho hayas hecho la orden ―dijo perpleja. ―Bueno, ahora que lo he hecho, espero que trabajes duro en ello. ―¿Tienes algunos diseños específicos en mente? ¿Qué tal el estilo del collar? ―preguntó a detalle, tratándolo como lo haría con cualquier otro cliente. ―Tienes rienda suelta sobre esto ―dijo. Se detuvo antes de añadir: «Sé que me gustara de todas formas». Anastasia lo considero por un momento y sugirió:―¿Por qué no hago un boceto y puedes decirme lo que piensas? ―Está bien ―respondió Elías con facilidad. Después de una pausa, continuó:―Solo pon tu corazón en ello. «Como si no lo hubiera hecho en todos mis diseños». Pensó secamente. ―Eso es como un nivel de principiante para un diseñador, lo sabes ―señaló con dureza. ―No, es diferente.―Se rio.―Podrías imaginar que soy tu esposo o tu novio y realmente poner tu corazón y alma en el diseño. Piensa en el collar como un símbolo de nuestro amor. Anastasia se había quedado sin palabras debido a eso, pero fingió estar seria mientras contestó:―No te preocupes, presidente Palomares, ¡eres el centro de mi universo, lo cual te hace mucho más importante que mi futuro esposo o novio! ―No te pases de lista.―Le advirtió en un tono sombrío en la otra línea y terminó la llamada de inmediato. Anastasia ya estaba acostumbrada a eso. Bajo el teléfono y miro la hora, solo para darse cuenta que tenía que ir a recoger a Alejandro a la escuela en ese momento. Parecía que iba a tener que buscar inspiración en las profundidades por el resto de la noche si quería idear un collar de hombre perfecto para Elías. Cuando recogió a Alejandro de la escuela esa tarde, preguntó si Elías iría al apartamento más tarde. Tomó esa oportunidad para decirle tranquilamente que el hombre ya no los visitaría, y el pequeñín estaba tan decepcionado que no habló durante todo el camino hasta llegar a casa. Ya que tenía que trabajar toda la noche, Anastasia esperó hasta que Alejandro se durmiera antes de comenzar a pensar sobre el diseño del collar. Sin embargo, se encontró pensando sobre el hermoso rostro de Elías y expresión dominante de vez en cuando. Mientras caía la noche, ya no tuvo que contener todas sus emociones, y las luces de arriba saco a relucir la deslumbrante mirada en sus ojos. Los sentimientos que había reprimido durante el día de pronto brotaron de ella, recordándole su presencia. Se preguntó por qué se sintió tan inquieta cuando Helen le había dado los collares a Elías y por qué ese sentimiento desapareció cuando rechazo en regalo de la mujer. Tal vez Anastasia solo estaba feliz al ver a Elías rechazar los collares porque no le caía bien Helen. Ella creía firmemente que su odio por Helen era la única explicación razonable para esto. En ese momento, Anastasia no pasó mucho tiempo pensando en diseños complicados para el collar. Conociendo a Elías, él prefería algo discreto y le desagradaba cualquier cosa llamativa. Con eso en mente, decidió que el collar tenía que ser simple y resistente. Además, deberá ser algo que complemente su encanto masculino. La resiente tendencia para collares de hombre le dio inspiración a Anastasia para un elegante collar con cadena de espiga que favorecería su escultural y seductora mandíbula, la cual, si se deja sin adornar, sería un gran perjuicio para la industria de la joyería. El fijo un presupuesto de diez millones, lo cual ofrecía una gran flexibilidad dado que ella estaba a cargo de escoger los materiales para el collar. En cuanto al diseño, dependía de ella incorporar su estilo personal en él. Hizo un boceto y dejo que la inspiración tomara el control. Imagino la manera en la que la cadena colgaría justo por encima de su clavícula, y si añadía otra cadena, los visuales serian impresionantes. La punta de su lápiz trazando suavemente sobre el papel mientras dibujaba los amplios hombros del hombre y la curva de su cuello. Después añadió las cadenas, que descansaban ligeramente por encima de su clavícula. Hizo una pausa y se inclinó un poco hacia atrás para ver cómo iba quedando el diseño. Fue entonces cuando se congeló en su asiento, y su mente se puso en blanco por un momento. «¿Por qué este dibujo se parece demasiado a Elías?». Anastasia no podía creer lo que estaba viendo. En ese momento, se dio cuenta de cómo podía imaginarse claramente cada parte de Elías en su cabeza.

 

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