¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 293

Capítulo 293

-Yo no la empujé, ella se cayó por su cuenta. -Eso era algo que Anastasia jamás iba a admitir haber hecho.

-Está bien, papá confía en ti. Qué bueno que nadie perdió la vida, pero no vuelvas a provocar este tipo de problemas. -Ella también estaba consciente de que había preocupado a su padre y le respondió sin discutir:

-Gracias, papá. -Se recordó a ella misma que debía tener más cuidado de Helen en el futuro porque esa mujer era mucho más aterradora y despiadada de lo que había imaginado. Aquella noche, hubiera preferido verla ahogarse que rescatarla si no hubiera sido porque no sabia que no podía nadar. Pero todo se debía al hecho a que se había ensuciado la buena reputación de Anastasia esa noche. Toda la familia Palomares supo que había empujado a alguien al agua, al igual de que se negó a disculparse e incluso le dio una paliza a una persona. Erica también había escogido el momento perfecto para revelar lo que Anastasia había cometido hace cinco años; después de todo lo ocurrido, era probable que todos los parientes y amigos de los Palomares pensaran que ella era una mujer malvada. Nada de eso hubiera importado si no se casaba dentro de la familia Palomares, pues no se asociaría con ese grupo de personas, a estaba preocupada en ese preciso momento.

– ¿Por qué andas corriendo por todos lados? – Estaba a punto de quedarse dormida cuando una profunda voz masculina se escuchó a sus espaldas y se dio la vuelta para ver a la persona tan pronto como lo escuchó, pues se trataba de Elías, quien caminaba lentamente hacia ella; ahí, ese hombre parecía un dios cuando la luz mañanera del sol brillaba sobre él. Era muy apuesto, además de que era alguien alto e intimidante y no importaba cuánto se rehusaba a decirlo, tenía que admitir como hecho que él era un hombre apuesto. Ella temía que su corazón empezara a latir de manera irregular de tanto mirarlo, por lo que se apresuro a agachar la mirada.

-Yo no ando corriendo por ningún lado. Quiero volver.

– Te llevaré a casa, Alejandro regresará más tarde – le informó, pero ella no quería hacerle perder de su tiempo, por lo que rechazó su oferta de inmediato.

-¡Puedes hacer que alguien más me lleve de regreso si es que estás ocupado!

-No hay nada que sea más importante para mi que tú. Después de terminar de hablar, acerco su mano para poder sostenerla – Desayuna antes de que te vayas, no te hagas morir de hambre.

-No estoy hambrienta -le dijo con sinceridad porque no tenía apetito; el hombre, en cambio, estaba acostumbrado a ser demasiado persistente.

-Aun así, debes comer algo – le ordenó sin dejarle oportunidad para que discutiera con el Después de que cediera y desayunara, recibió una llamada de parte de Eva, de nuevo. La señora mayor estaba preocupada por su condición y Anastasia continuo diciendole que estaba bien para darle tranquilidad, por lo que colgó la llamada poco tiempo después. Tras haber sido llevada a casa por Elias, él fue a recoger al pequeno Alejandro en la tarde. La llamó por telefono después de haberlo hecho para hacerle saber que no iba a poder cenar en casa y que los sirvientes prepararían la comida para ellos.

Anastasia estaba contenta de que su pequeño no tuviera conocimiento alguno de lo que pasó la noche anterior, estaba preocupada de que fuera a llegar a atemorizar a su hijo. A la hora de irse a dormir, se quedó dormida sin darse cuenta mientras le mantenía compania a su pequeño. Tenia un sueño tan profundo que no se despertó incluso cuando Elías fue a revisar cómo estaba Alejandro, pero no los molestó y decidió volver a su habitación.

A la mañana siguiente, Anastasia envió el borrador terminado del dibujo a Fernanda; era el collar que había diseñado para Elías que se encontraba listo para su producción.

Elías estaba en la oficina presidencial del Corporativo Palomares cuando su ceño se frunció con angustia después de que leyó la notificación que estaba en pantalla.

-¿Cómo es que está dentro tan pronto? -preguntó. Ray no pudo evitar aproximarse hacia adelante para echar un vistazo, por lo que rio a carcajadas justo después.

– Joven Elias, usted fue en persona y mostró la cara. ¿Cómo espera que no haya sido rápido? – Elías colocó su brazo sobre el apoyabrazos a la vez que se recargaba sobre su asiento.

-iPensé que podríamos continuar haciéndolo por unos cuantos meses más, por lo menos! No creo que podamos tumbar este tipo de noticias, co sí?

– No será una tarea fácil. Después de todo, es una cosa buena que trae luz al bien y al mal respondió Ray avergonzado, pues podía ser que no les traería los resultados que estaban buscando si él era quien se encargaba de eso y Elías se molestó tan pronto como escuchó eso.

-Espero que ella no vea esto.

– Presidente Palomares, nada lo detiene en pedirle a la señorita Torres que viva con usted, estoy seguro de que aceptaría hacerlo. -Pero Elías no tenía ni un gramo de confianza al respecto, así que sacudió su cabeza de izquierda a derecha.

-No necesariamente, no es una persona tan fácil de persuadir como aparenta. – Anastasia se encontraba en el jardín del chalé de Elías, pasando su dedo por la pantalla de su celular mientras que leía las noticias hasta que apareció un nombre familiar en uno de los encabezados que captó su atención de repente y haciendo que se detuviera por completo.

«La campaña sobre un malévolo incidente social que ocurrió ha llegado a su fin. Heriberto Castro, el principal culpable involucrado en la pérdida de las vidas de dos personas, ha sido aprehendido y encarcelado. La ley se ha encargado de todos los perpetradores que fueron responsables».

Anastasia saltó al aire por la alegría al instante que vio eso y se murmuró a ella misma:

– Así que este matón fue arrestado, ¿eh?

 

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¿Tuvimos un hijo