¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 314

Capítulo 314

-Anastasia, no es para tanto. Es normal que un superior lleve a comer a sus subordinados. Quién sabe, podrían ser parientes. – Fernanda hizo un intento por consolarla, pero Anastasia le sonrió como respuesta y le dijo mientras que actuaba como si no le hubiera afectado:

-Ellos no son parientes. El padre de Alma era un amigo cercano del papá de Elías. -Eso dejó perpleja a Fernanda y no tenía ni la menor idea de qué decir.

-Hay que comer. -Mientras lo hacían, Anastasia actuó como si también estuviera bien; de hecho, creía que en verdad no le había afectado y que solo estaba fingiendo.

«Elias tiene la libertad de decidir con quién salir, eso no es asunto mío.

-La competencia que se acerca es bastante importante, ¿ya tienes alguna idea de qué presentarás?

-Sí, ya hice unos bocetos de mi primer borrador y ya luego te los entregaré después de que le haga unas cuantas modificaciones más.

-Grandioso. Haremos el esfuerzo por sacar el producto antes del espectáculo de joyería. Espero que logres hacer notar tu nombre con esto.

-Haré mi mejor esfuerzo. -Anastasia se sentía de la misma manera, deseaba que pudiera conseguir ciertos logros dentro de esa industria y que destacara su nombre para ser reconocida.

No dejaba de mirar a la habitación privada de manera inconsciente durante el transcurso de todo ese almuerzo y se imaginaba cosas; tomaba en cuenta el carácter coqueto de Elías y la belleza de Alma, por lo que estaba segura de que le pondría las manos encima. Tal vez estaba planeando cómo aprovecharse de Alma. Debido a que era una diseñadora, su imaginación era sorprendentemente vívida y comenzó a imaginarse a Elías presionando a Alma contra la pared e intentando besarla; esa imagen en su cabeza le fue muy real.

-Ya estoy llena. -Anastasia no tenía más apetito y solo le dio unos bocados a su comida que estaba en la mesa.

– Entonces hay que regresar! Yo también me llené. – Fernanda la quería llevar lejos de ese restaurante.

Dentro de la habitación privada, Alma se veía contenta mientras que apoyaba su barbilla con su mano sobre la mesa.

-Estoy tan feliz.

– Le prometí a tu padre que te cuidaría bien en la empresa.

-Gracias, Elias. Contare contigo en el futuro! Oh, fuiste tú quien me envió las flores esta manana? Por lo que le respondió con un movimiento de cabeza afirmativo.

– Era para darte la bienvenida como una nueva trabajadora en nuestra empresa.

-Gracias. ¡Me encantaron! – Pese a la gran sonrisa en su rostro, Alma se sentia decepcionada en su corazón.

«¿No tendrá algún otro propósito por el que me haya mandado las flores?». Con esa duda, le preguntó intencionalmente:

Por cierto, todos en la empresa están esparciendo rumores sobre nosotros. ¿Crees que sea necesario que se lo explique a ellos?

-Deberías hacerlo si es que te afecta en tu trabajo. -Elías parecía pensativo mientras que miraba por la ventana.

-iNo, no me afecta para nada! No se los explicaré, en ese caso. Ella sonrió y apretó los labios; ese tipo de malentendidos la beneficiaban a la perfección, iera algo que deseaba conseguir aún más!

Anastasia cruzó la calle después de dejar el restaurante, pero sus pensamientos estaban volando y Fernanda la tuvo que sostener para cruzar el camino. Hasta que ella llegó a su oficina no pudo tomar un buen respiro y se sentó en su lugar. No podía sacarse a Elías de la cabeza y la dejaba sin espacio para pensar en su trabajo.

«¿Por qué estoy pensando en él?». En ese momento, Gabriela tocó a la puerta y entró, por lo que le dijo con un tono callado:

-El presidente Palomares fue a almorzar con Alma hace rato, Anastasia. Todos creen que están saliendo juntos. ¿Te encuentras bien? -Anastasia se burló en su corazón cuando escuchó esas palabras. Bueno, iél lo había hecho bastante obvio para todos! Le envio flores a la mujer y la llevó a almorzar, sin miedo de que toda la empresa se fuera a enterar. ¿Estará demostrando su interés sobre Alma ante el público?

-Ya no me cuentes sobre esas cosas. A mí no me interesan. -Anastasia levantó la cabeza y le hizo recordar a Gabriela, por lo que su asistente infló los cachetes y le respondió:

-De acuerdo, lo tengo anotado. – Ella se fue después de eso y Anastasia se sobó la frente cuando ya no estaba ahí, pues esperaba que eso fuera a hacer que se esfumaran esos pensamientos tan caóticos para que pudiera concentrarse en su trabajo. Anastasia recibió una llamada alrededor de las 3:00 de la tarde de Fernanda.

-Tendremos una junta en cinco minutos

Por el otro lado, Alma estaba admirando las rosas que tenía en su oficina con su barbilla reposando sobre su mano. Pese a que el propósito de esas era para darle la bienvenida, ella se preguntaba si tenían algún otro significado, si Elías estaba interesada en ella; al fin y al cabo, él no rechazó su invitación al almuerzo momentos antes.

«Tal vez le di demasiado crédito a lo mucho que él le importaba Anastasia”. Además de eso, tenía mucha seguridad en sí misma; por ende, tarde o temprano, él sería de ella.

 

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¿Tuvimos un hijo