¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 319

Capítulo 319

Raúl era como un padre para ella y en su corazón.

-Buena niña, no te cuidé desde pequeña en vano. Bueno, estaré esperando tus buenas noticias. -El también estaba de un buen humor debido a que confiaba en su hermosa ahijada.

-No te preocupes, padre. No necesitas preocuparte por mi -respondió Alma con seguridad.

Ahora en su oficina, Anastasia decidió ponerse ocupada con el trabajo; sin embargo, no parecia encontrar la inspiración que necesitaba después de que hizo solo unos cuantos trazos sobre el papel. Su celular comenzó a sonar en ese momento.

– Hola? — dijo cuando contestó la llamada.

-Anastasia, nuestra empresa está organizando una fiesta de bienvenida mañana en la noche, cestás disponible?-preguntó Fernanda a través del teléfono.

-¿Es esta la fiesta de bienvenida para Alma? – Anastasia necesitaba saber mientras que fruncia el ceno con enojo.

-Si. El presidente Palomares también aceptó en celebrar la fiesta. Estaba pensando en que tal vez tuvieras que cuidar de Alejandro, así que, si no tienes tiempo… – Por alguna razón, Fernanda esperaba que Anastasia se negara a ir a la fiesta, pero ella quería ver cómo Alma y Elías presumían su relación, por lo que le dio una rápida respuesta:

-Estoy disponible, si iré.

-Anastasia, es solo un montón de personas emocionándose y platicando por doquier. No es realmente necesario que te unas. – Fernanda no quería que ella saliera lastimada debido a que habría mucha interacción entre Elias y Alma, pero Anastasia pudo comprender que ella estaba siendo considerada.

¿Pero qué razón tengo como para evitarlos? Yo no tengo miedo, no le tengo miedo a nada».

– Fernanda, estoy disponible. Yo estaré allí. -No se quería perder de esa fiesta de bienvenida. Después de que terminó la llamada, Anastasia miró al reloj para ver la hora y se dio cuenta de que ya eran las 4:30 de la tarde, la hora de ir a recoger a su hijo. Ella volteó a ver al teléfono fijo antes de irse, como si estuviera esperando que algo ocurriera, pero luego dejó de ponerle atención y continuó con su retirada de su lugar de trabajo. Recogió a su hijo, pero él estaba decepcionado tan pronto como lo hizo.

-¿Por qué el señor Palomares no viene contigo, mami? – le pregunto. Sus palabras la hicieron sentir mal y no sabía cómo decirle a Alejandro que su señor Palomares ya no vendría a recogerlo de la escuela.

-El señor Palomares ha estado demasiado ocupado en los últimos días, así que puede que no lo veas dentro de un tiempo. Ella reconfortó a su hijo cuando volteó a verlo para sonreirle-. Hoy vine a recogerte esta vez, ca dónde te gustaria ir? Yo iré contigo.

-Quiero ir al parque de juegos -respondió Alejandro.

-Muy bien, ial parque de juegos será! -dijo Anastasia debido a que había decidido que iba a pasar un tiempo de calidad con su hijo esa noche.

Los dos por fin regresaron juntos a casa cerca de las 9:00 de la noche y el chico estaba exhausto de tanto jugar; el pequeñin se tomó un baño y pronto se quedo dormido, después le tocaba a Anastasia regresar al trabajo tras haber puesto a su hijo a dormir. Se sentó en frente de la ventana con una taza de té a la mano. Por lo general, su mente estaba despejada en esos momentos y su inspiración le fluía con facilidad, pero su mente estaba ocupada por una figura fuerte y dominante en ese preciso instante; otra vez se trataba de Elías. Anastasia no tenía palabras para eso y observaba el cielo mientras que balanceaba su cabeza frenéticamente.

-¿Por qué no me lo puedo sacar de la cabeza? Muestra un poco de coraje, Anastasia. Ya no vale la pena pensar en este tipo de hombre-se dijo a ella misma. Giró su cabeza y tenía intencionado ponerse de pie, pero luego su mirada fue atraída a la pared que estaba a un lado de la puerta; Elías la había empujado contra la pared la última vez y la había obligado a besarlo, luego volteó a ver a la cama, en donde él hizo su movida sobre ella.

-Elias, eres un maldito. Sería una idiota si te volviera a extrañar -maldijo mientras que apretaba su puño y rechinaba los dientes. Ese hombre era un pedazo de basura y en verdad sentia lástima por Alma porque esa mujer no tenía idea de lo sinvergüenza que era él. Para Elías, obligar a alguien a que lo besara era tan normal como comer un pedazo de pastel.

Mientras estaba recostada en su cama, Anastasia pensaba sobre el banquete del cumpleaños de Eva y el romance que tuvo con Elías en el bosque de bambú en el hogar de Eva. Su beso, sus ojos y sus dulces palabras, chabrá sido todo eso parte del acto?

Él también le había dicho con los ojos de un enamorado que, incluso si ella llegara a ser una idiota, ella seguiría siendo la más hermosa idiota para él. Si más lo recordaba bien Anastasia, iel se lo había dicho hace solo unos días! Sin embargo, él ya se había enamorado de alguien más en un abrir y cerrar de ojos.

Je, nunca debí creer en las palabras de ese hombre». Incluso recordó que Elías le había dicho que quería sobornarla; también había dicho que ella era a la única que deseaba. En el pasado y en cualquier momento que Elías le decía palabras lindas, ella las tomaba como si fueran simplemente parte del viento, pero ahora cada una de las palabras que el alguna vez le dijo comenzó a sonar en sus oídos en ese momento. Anastasia tenía la idea de que ese hombre en verdad se sentía atraído por ella cuando la besó y fue la razón por la que tomó tantas medidas solo para poder hacer su movida sobre ella. «¿Todo esto habrá sido una simple ilusión y nada más? Tal vez yo estaba pensando demasiado las cosas?».

 

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