¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 339

Capítulo 339 

-Hola. ¿Hablo con la madre de Alejandro? Su hijo resultó herido en una pelea en la escuela. ¿Puede venir ahora? -sonó la voz ansiosa de una mujer del otro lado de la línea. 

Anastasia se levantó con terror y preguntó con pánico: 

-¿Qué? ¿Mi hijo está herido? 

En ese momento, la silla de Elías raspó el piso cuando él también se puso de pie. Su rostro maravilloso lucía tenso mientras observaba con nerviosismo a Anastasia, quien seguía en la llamada. Al siguiente instante, él la tomó por la muñeca y salió de la sala de conferencias mientras Anastasia seguía escuchando a la maestra en el teléfono. La sala de conferencias se 

quedó en silencio por unos segundos, pues todos estaban sorprendidos por la escena 

«Es el hijo de Anastasia quien está herido. ¿Por qué el presidente Palomares se puso nervioso, como si él fuera su padre? Será que el padre del hijo de Anastasia es el presidente Palomares?» 

En ese momento, una expresión sombría apareció en el rostro de Alma, como si alguien le hubiera dado una bofetada. Parecía que Anastasia mostraba el amor de Elías de forma deliberada y repetida frente a ella, hasta el punto donde el estaba preocupado por su hijo. 

-Ejem. Continuemos con la junta -dijo Fernanda después de toser con incomodidad. 

Mientras tanto, Anastasia estaba nerviosa y preocupada en el auto. La maestra no le había explicado bien la situación por teléfono. Solo mencionó que, además de su hijo, otro niño también estaba herido como resultado de la pelea. Anastasia puso su mano sobre su frente y suspiro mientras pensaba: 

«¿Cómo es posible que mi hijo se peleara?» 

Elías se encontraba al volante con una expresión amenazante. Pisó el acelerador con fuerza y cruzó la calle a toda velocidad. Anastasia estaba concentrada pensando en su hijo, asi que no pensó que iban demasiado rápido. Sin embargo, apreciaba lo que Elías estaba haciendo, pues podía sentir su preocupación por Alejandro. De pronto, su teléfono sonó y notó que era una llamada de un número desconocido, pero contestó enseguida. 

—¿Hola! 

-Eres la madre de Alejandro, ¿cierto? ¿Así es como educas a tu hijo? ¡Él ha herido a mi niño! iSolo espera a que proceda legalmente y me aseguraré de que saquen a tu hijo de la escuela! – dijo una voz aguda y arrogante en el teléfono. 

Anastasia frunció el ceño al escucharla. Era obvio que la mujer era la madre del otro niño herido. 

– Hola. Sigo de camino, pero preguntaré sobre el incidente cuando llegue – respondió Anastasia con amabilidad. 

–¿Qué necesitas saber? iSolo ven rápido a disculparte y a comenzar el proceso para sacar a tu 

hijo de la escuela! -dijo la mujer y después terminó la llamada. 

Las preocupaciones de Anastasia aumentaron y pensó: 

«¿Mi hijo fue quien dio el primer golpe?» 

Elías también había escuchado la voz arrogante de la mujer por el teléfono, así que giró su cabeza y consoló a Anastasia: 

-No te preocupes. No van a echar a Alejandro de la escuela. 

«No mientras yo esté aquí» 

-Quiero entender la situación antes de llegar a una conclusión. No creo que Alejandro tome la iniciativa de golpear a alguien -dijo Anastasia con un suspiro. 

Cuando llegaron, Elías estacionó su auto en la entrada principal del jardín de niños. Anastasia salió corriendo del auto de inmediato y se dirigió hacia la escuela mientras Elías la seguía. Cuando entraron a la escuela, la maestra los llevó hacia la sala de la asistente de la escuela, en donde la directora estaba persuadiendo a una mujer de forma gentil. Parecía que la voz aguda pertenecía a la mujer que estaba vestida a la moda y llevaba una cantidad exagerada de joyas. A primera vista, ellos podían darse cuenta de que era una mujer con estatus importante y poder en la sociedad. 

-iMami! 

Al reconocer la voz familiar, Anastasia se dio cuenta de que su hijo estaba sentado en una silla como castigo y de inmediato corrió hacia él para darle un fuerte abrazo. 

-Alejandro, mírame. ¿Estás herido? —preguntó Anastasia enseguida. 

Alejandro apuntó hacia su frente, en donde había un moretón notable. Elías, quien estaba preocupado, se puso de cuclillas y miró a Alejandro antes de preguntar en un tono tranquilo: 

-¿Quién te causó este moretón, Alejandro? 

Alejandro apuntó hacia un niño regordete que estaba parado a un lado de la maestra y respondió: 

-Él me golpeó. 

-¿Quién dio el primer golpe, Alejandro? —preguntó Anastasia. 

-Él fue quien empezó a molestar a Tamara y me golpeó cuando intenté protegerla. Solo lo empujé cuando él hizo eso primero -explicó Alejandro mientras sus ojos brillaban con indignación. 

Anastasia se dio cuenta de que su hijo peleó de forma justa, pero cuando acarició su cabeza e intentó consolarlo, una voz aguda sono detrás de ella.

 

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