¿Tuvimos un hijo romance Capítulo 349

Capítulo 349
Ya que ella sabía con anterioridad, cuando estaba dormida, que él se habia colado a su cama, en realidad no estaba sorprendida: el sol invernal brillo a través de la ventana y dejo que un sentimiento de calido y genul entrara a la habitación Anastasia empezó a alejarse con suavidad, mientras que las respiraciones de Elias indicaban que seguia durmiendo con profundidad. Era
raro que ella tuviera tal oportunidad de nada más admirarlo y apreciar su apariencia, asi que, ella de inmediato tomo la oportunidad y obseTVO sus ojos y cajas de cerca con sus brillantes ojos. ¡No era necesario decir lo guapo que estaba! Todo lo que ella podia pensar era en que cada una de las orillas y ángulos de los rasgos faciales que tenia marcaban todas las cajas de los puntos estéticos ideales para ella. La apariencia de Elias no tenia defecto alguno y era la definición de la cara perfecta, pues lucia como si hubiera sido tallada con delicadeza por un par de manos muy habilidosas. Aquellas pestañas largas y gruesas rozaban con gracia sus párpados inferiores y había un encanto puro como el de un niño en su aspecto,
No obstante, Anastasia sabia que una vez que aquellos ojos se abrieran, arderian con mucha fuerza, como un emperador; por lo tanto, ella seguia prefiriéndolo, mientras siguiera dormido, pues se miraba como un niño grande sin todas las agresiones. Poco a poco, su mirada bajó y se deslizó desde la quijada refinada hasta su sexy manzana de Adán y luego hacia la piel color miel cercana a su pecho. Ella incluso les dio un vistazo a los musculos macizos de esa misma zona y después de notar eso, apartó la vista con prontitud: ella sabia que tenia que dejar de verlo, de otra manera, parecería que ella estaba cometiendo un crimen. Pero, no habia duda alguna de que, incluso cuando dormia, tenia un aura noble a su alrededor, lo que hacia que la gente no se atreviera a acercarse a él, sino más bien admirarlo desde lejos. Seguido de eso, Anastasia no pudo evitar salir de sus brazos y levantarse de la cama con toda la gentileza posible; cuando miro la hora, estaba consternada al descubrir que ya eran las diez y media.
«De ninguna manera alcanzaré a llegar al trabajo, iSigo en Belrosa en este momento!»
Ella se preguntó si debería informarle a Fernanda, después de todo, iel que hava estado con Elias, no significaba que pudiera faltar al trabajo! Sin importar qué, iella aún tenia que respetar a su jefa! Al tomar la decisión, Anastasia agarró el teléfono y caminó fuera de la habitación principal para ir al balcón de la sala; cuando lo observó, quedó en estado de shock.
«Por qué hay ocho llamadas perdidas? ¿Algo le paso a Alejandro?».
Con rapidez, desbloqueo el teléfono y se dio cuenta de que dos de las llamadas pertenecían a Fernanda, tres a Gabriela, dos más a su padre y una de un número desconocido.
-¿Qué pasó?..
El teléfono de Anastasia nunca había estado tan ocupado en la mañana y no había respondido las llamadas porque lo silencio la noche pasada para poder dormir más en la mañana, por lo que no esperaba recibir tantas después de tenerlo así por primera vez en la vida. Cuando Anastasia analizó la lista, miro el nombre de Gabriela hasta arriba, asi que decidió marcarle primero a ella.
-Oye, Anastasia! Por fin contestas lu teléfono -respondió Gabriela y la otra notó que, en lugar de escucharse nerviosa, más bien se escuchaba emocionada.
#CAcaso che noticias tan emocionantes que no puede esperar a compartirlas conmigo!”.
-Miré las llamadas perdidas, Gabriela Qué paso?
– Anastasia, ies solo que estoy muy feliz por ti! No esperaba que tu relación con el presidente Palomares fuera real – contestó. Al oir dichas palabras, Anastasia se quedó boquiabierta y luego sonrió de forma avergonzada.
-¿De qué hablas?
-Ya no tienes por qué explicarlo, Anastasia. iTodos te miramos a ti y al presidente Palomares besándose en el café! —exclamó Gabriela, mientras que la otra estaba alucinada y se quedó en blanco por unos momentos antes de preguntar algo con torpeza.
-¿Qué café? ¿Qué fue lo que miraste? –cuestionó con el corazón lleno de vergüenza y culpa.
«¿Será que Gabriela nos miró a mí y a Elías besarnos por accidente aquella noche en el café?».
-¿Qué? Anastasia, iżaún no te enteras de las noticias que hay sobre ti y el presidente Palomares por todo el internet?! iTodo el mundo sabe que ustedes están saliendo! iLos paparazis tomaron fotografias de ambos besándose en el café ayer y expusieron su relación! -explicó Gabriela. Cuando escuchó dichas palabras, Anastasia estaba tan sorprendida que ni siquiera pudo sostener bien el teléfono, pues su mente estaba en blanco.
«¿Qué? ¿Los paparazis tomaron fotos de nosotros anoche?».
– Acabo de despertar, déjame revisarlo primero -dijo y en cuanto terminó de hablar, colgó la llamada, se conectó a internet y de inmediato leyó el primer titular que estaba en tendencia en ese momento: «¡Sorprendente! La misteriosa novia del presidente del grupo Palomares expuestas.
En cuanto lo miró, presionó en el enlace a toda velocidad con las manos temblorosas, mientras
que su cara se sonrojó con vergüenza y su temperatura se elevó; al mismo tiempo, su corazón estaba latiendo con mucha fuerza y no tenía las palabras, por lo que se cubrió la boca al estar demasiado sorprendida.

 

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