Un disparo en mi corazón romance Capítulo 56

«No, no puedo quedarme expuesta de ninguna manera. Todavía no he empezado mi plan.»

Sí que Briana sabía nadar, pero no había aprendido a rescate de emergencia profesional. Pero Yolanda sí lo sabía porque había recibido formación de primeros auxilios de emergencia en la escuela.

Asomándose por la barandilla del río, Briana se dio cuenta de que había una altura de unos seis metros entre la barandilla y el agua del canal.

Mientras tanto, el hombre luchaba desesperadamente en el agua verde oscura, provocando unas hondas, como si la muerte lo estuviera arrastrando hacia lo más profundo del río.

La altura entre la orilla y la superficie del agua ya le daba mucho miedo a Briana, sin mencionar que saltara al río turbulento para salvar a esa persona.

Además, el hombre en el agua era un joven pesado, ¿cómo ella tendría tan fuerza para sacarlo del canal? Si saltara al río, muy posiblemente se ahogara junta con él.

Sin embargo, si ella no lo hiciera, Jairo seguramente la sospecharía y lo que había sucedido aquella noche en el Río Romero se quedaría revelado.

Briana se mordió el labio inferior, y se puso congelada en el acto, sin atreverse a moverse ni un poco. Nunca había esperado encontrarse con una situación tan urgente al lado del río.

Al ver que el hombre estaba a punto de ahogarse, Jairo instó con ansiedad:

—Date prisa. El tiempo es vida. Sabes primeros auxilios, ¿no?

Algunos peatones a un lado también le persuadieron a Briana después escuchar las palabras de Jairo:

—Señorita, si eres capaz de rescatar a ese pobre joven, por favor apúrese a echarle una mano. Si no, él morirá.

—Sí, sí, salvar vida es una gran bondad. Si yo supiera nadar, ya saltaría al río.

—¡Llama al número de emergencia! ¿Has conseguido conectarse?

—¡Dios mío, ese chico se ha hundido!

—¡Madre mía!

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Un disparo en mi corazón