Un disparo en mi corazón romance Capítulo 65

Por otro lado, Briana volvió en vehículo militar a la mansión que la familia Costa había comprado en la Ciudad Kanblanza.

La decoración interior de la mansión era de estilo moderno y sencillo, correspondiendo al estilo de una familia militar como la Costa.

En el pasado, una vida tan lujosa era algo que Briana nunca se había atrevido a esperar, pero ahora casi podía obtener lo que quisiera.

Briana subió las escaleras y llegó a la sala de estar en el segundo piso.

Vio a Malena sentada en el sofá de cuero de alta calidad, bebiendo té con gracia. Con la cálida luz amarillenta cayéndose sobre ella, se veía muy hermosa y elegante.

Para su sorpresa, Abraham, su padre, y Justin, su abuelo, también estaban ahí.

Los dos estaban vestidos con uniformes militares de color verde oscuro, con las charreteras decoradas con varias estrellas brillantes, y medallas de ilustres hazañas militares colgando de sus pechos.

Aparentemente, todos estaban esperando que ella regresara.

Sin duda alguna, el Hospital Militar 704 les habían informado de su embarazo a los Costa.

Abraham, quien generalmente no estaba en la Ciudad Kanblanza, pareció regresar de la Capital tan pronto como recibió la noticia.

Briana se puso nerviosa al instante.

Aunque ella sabía que se produjera gran sensación una vez que se expusiera la noticia de su embarazo y ya estaba bien preparada mentalmente para enfrentarlo todo, no esperaba que esta noticia sobresaltara tanto a Abraham que él regresó personalmente de la Capital.

Justin ya tenía mayor edad y ella sabía cómo complacerlo con sus palabras halagadoras. Y Malena era bastante gentil y amble, por eso Briana siempre se llevaba muy bien con ella.

No obstante, el aspecto severo y duro de Abraham le hacía temer un poco.

Briana bajó la cabeza, dio un paso adelante, y se arrodilló directamente en el suelo antes de que pudieran hablar.

—Lo siento mucho. Soy yo quien ha deshonrado a la familia Costa —se disculpó sollozando hipócritamente.

Era la mejor manera que se le ocurrió: tomar la iniciativa de disculparse primero y ganarse la simpatía.