Un Viudo Irresistible romance Capítulo 36

Alex

Escucho que tocan la puerta, le hago señas a Humberto, entra al baño, respiro hondo, comprobando que ha entrado, abro la puerta y encuentro a Verónica, ¡hermosa!

- Al fin. ¡Pensé que no se abriría! — se queja y le doy espacio para pasar, me doy la vuelta ojos mentalmente.

"Perdón por la demora, estaba hablando por teléfono", le digo con calma. Se sienta en la cama y cruza las piernas, haciendo un movimiento extremadamente sexy.

"¿No estás tratando de grabar esta conversación?" ella pregunta con curiosidad.

- ¡Claro que no! ¿Quieres ver mi celular? Pregunto. Le entrego mi celular. Ella lo revisa y lo apaga.

"¡Ahora, podemos ponernos cómodos!" - ella habla.

"¡Por supuesto, estaremos muy cómodos!" Estoy de acuerdo con ella y me siento en el otro sofá.

"¿Por qué no te sientas a mi lado?" - pregunta.

"¡Me sentaré pronto, querida!" Ahora solo recordemos nuestro pasado, ¿ustedes que opinan? Pregunto, guiñándole un ojo y mostrando una sonrisa.

“¿Qué quieres recordar o preguntar? ella pregunta en un tono seductor.

— Primero, quiero que me respondas: ¿De verdad te gusto tanto? Pregunto con curiosidad.

- ¡Si me gustas! ella responde.

"¿Y por qué me estás chantajeando?" Pregunto con cautela.

- Por qué. ¡nunca te fijaste en mí! Siempre quise tener esa mirada que me estás dando ahora”, dice.

“Y si tenemos sexo ahora. ¿Destruyes todo lo que dices tener contra mí? Pregunto, sintiéndome ansioso solo de pensarlo, pero me acerco a ella, fingiendo interés.

- Oh. Si por su puesto. ¡Te quiero Alex! Ella responde sonriendo. Le acaricio la cara, abre su bolso y saca una memoria USB y algunas fotos.

"¡Quiero que destruyas todo lo que dijiste que tenías contra mí!" - Pregunto.

— Estas son las únicas fotos que tengo, además, en el pendrive, está el video.

"¿Me juras que no tienes nada más?" Pregunto con cautela.

- ¡No! ¿Quieres ver mi celular? - dice entregándome el dispositivo. Compruebo y realmente no hay nada.

- ¿Estás hablando la verdad? Si es así, ¿cómo conseguiste las fotos y el video? Pregunto acariciándola de nuevo, me da asco ver como reacciona a mis caricias, pero necesito respuestas.

- ¡No creerás! Ella dice emocionada.

- Así que dime. - pregunto, ella toma mi mano, me da un beso y termino sentándome a su lado. Me enferma solo sentir tu boca en mi mano.

“Tengo una amistad colorida con un guardia de seguridad en su agencia. Estaba molesto contigo y él solo quería dinero...

"¿Entonces este tipo de seguridad te ayudó a tomar las fotos y el video?" digo indignada.

- ¡Si querido! Y como estaba molesta contigo , le pedí que nos hiciera un video y también que nos tomara fotos —responde y me acaricia la cara.

'¿Y cómo te las arreglaste para hacer eso?' Tengo mucha curiosidad - Pregunto muy cabreada y loca por saber quién es el cabrón.

"Fue muy facil. Entró en su habitación por la noche e instaló una cámara. El otro día fui allí a verte, hice algunas insinuaciones... y después de eso, hizo magia con la ayuda de internet.

“No puedo creer que tú y este guardia de seguridad hayan logrado prepararme esto. Hizo un trabajo tan bueno que se merece un aumento . . Digo esto con ganas de golpearla. — Dime, Verónica, ¿en qué te ayudó este genio?

"Oh, muy, muy simple .", dice con una sonrisa.

“Oh, cuéntame más. “Me muero por abofetearla.

—Esperó que no hubiera nadie alrededor y me vio entrar a su habitación y solo tuve que hacer un gesto y comenzó a tomarnos fotos.

- ¿Por qué lo hizo? Pregunto con curiosidad.

“¡Oh, dijo que quería conseguir algo de dinero y acepté! Dice encogiéndose de hombros y riéndose.

"Entiendo... ¿Quién es él?" Pregunto con curiosidad.

-¿Porque? pregunta sorprendido.

“ Oh, necesito darle un aumento a este tipo,” miento.

- ¿Grave? dice ella sonriendo.

— Sí, quiero saber quién es para poder agradecerle. Si no fuera por todo lo que ha hecho, no estaríamos aquí juntos.

“Solo te lo digo porque me lo preguntas”, cede. — Su nombre es Felipe Pereira. — Respiro aliviado y Humberto sale del baño. En ese momento dejo de acariciarla y ella pregunta sin entender nada:

"¿Que pasa cariño?" – pregunta sin entender nada.

- ¿Funcionó? — pregunto mirando a Humberto y escucho la voz de Verónica:

'¿Qué esta haciendo él aquí?' pregunta asombrada al ver a Humberto.

—Igual que tu amiguito de seguridad —digo con aire de victoria y veo su expresión de sorpresa.

"¡Sí, soy un imbécil!" Estoy de acuerdo con lo que ella dice.

Sonrío al recordar a mi pequeña marrentinha, porque ella siempre me llama así.

No puedo esperar para verla. ¿Donde esta ella? Apago mi celular y lo enciendo. Me sorprende ver varias llamadas perdidas de Jackeline. Regreso inmediatamente y ella responde:

- Hola…? Ella responde y termino gritando.

Maldita sea, Jackeline. ¿Donde estas? Pregunto y recibo una mirada sorprendida de Humberto.

“¡Alex, estoy en el hospital! Ella responde y me asusto.

- ¿Cómo es que es? —pregunto , pensando que me equivoqué cuando la escuché decir que estaba en el hospital.

¡Estoy en el hospital, Alex! repite y tantas cosas pasan por mi cabeza, pero lo único que pienso y termino preguntando es.

- ¿Estás bien? Pregunto y tengo miedo de la respuesta.

- Sí yo estoy. ¡Ven a verme! —pregunta ella— Sí, por supuesto. Dime en qué hospital estás, voy enseguida —le pido. Ella me da la dirección, y cuando voy a colgar, la escucho.

- ¿Alex? - Ella llama.

- ¿Si querida? Respondo. Y casi estoy corriendo para encontrarla.

- ¡Yo te amo! Ella me dice y la escucho llorar. Me rompe el corazón y estoy preocupada.

- ¡También te amo, cariño! Y no llores, voy a buscarte.

- Está bien. ¡Yo te espero! - Responde aún llorando y terminamos la llamada. Miro a Humberto y él ve mi estado.

- ¿Esta todo bien? - pregunta preocupada

- Espero que si. Respondo y lo miro. — Humberto ¡Voy al hospital a encontrarme con Jackeline!

—Iré contigo —le agradezco y salimos de la habitación. Estoy tan preocupada por Jackeline que saco mi celular para hablar con ella nuevamente. Humberto interfiere y dice.

“Mantén la calma, Alex. Pronto estarás con ella. ¡Tranquilo, todo saldrá bien!

— Eso espero, Humberto — le respondo, tenía miedo de perder a mi mocoso.

Voy a recepción, hago el pago y voy directo al hospital. Cuando llego allí, me identifico, la recepcionista me informa de la habitación y voy al encuentro de mi pequeño mazo. Cuando abro la puerta del dormitorio, me sorprende ver lo debilitada que está Jackeline. Me acerco a ella y hablo.

- ¿Qué te pasó a ti? —pregunto, muriéndome por dentro cuando la veo en la cama.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Un Viudo Irresistible