Una segunda oportunidad romance Capítulo 21

No...

No… No... No... No...

Él no podía estar en ese lugar. No debía estar allí todavía.

‘*"No eres nada, Ariadna’*”, escuché su voz en mi cabeza, un viejo recuerdo de mi vida pasada. ‘*”Solo estás aquí porque yo te dejo estar aquí’*”.

No, por favor, no... No estoy preparada...

‘*”Has sido declarada culpable de los cargos que se te imputan’*".

Unos fríos y familiares ojos verdes me miraban fijamente.

Penetrante. Como un tigre observando a su presa con curiosidad.

‘*”Por lo tanto, con el poder que llevo dentro, yo, Aleric Dumont, Alfa de la Manada Neblina Invernal…’*”.

Retrocedí dos pasos lentamente, sin poder apartar los ojos del hombre que tenía delante.

‘*”... Te sentencio, Ariadne Chrysalis, antigua Luna de la Manada Neblina Invernal…’*”.

"¿Aria?", una voz familiar y amistosa llamó a mi lado. Sin embargo, no pude detectar sus palabras.

‘*”... A la muerte’*”.

Caí de espaldas al suelo frente al hombre que había causado mi muerte.

... El que causará mi muerte.

‘*"Tu sentencia se ejecutará inmediatamente’*”.

No, por favor, haz que pare.

Me tapé los oídos débilmente mientras el lado racional de mi cerebro intentaba convencerme de que esto no era real, de que la voz era solo un recuerdo dentro de mi cabeza y nada más.

Para... Para... Para... PARA... PARA... PARA... PARA...

Mi cuerpo comenzó a mecerse, tratando de forzar a los recuerdos a dejarme en paz.

"¿Ariadne?".

Era su voz. Rompió mi confusión mental lo suficiente como para dejarme helada. Era exactamente la misma. Nada era diferente. Nada había cambiado.

"... ¿Por qué estás aquí?", conseguí susurrar. Sin embargo, no estaba segura de si le estaba haciendo la pregunta a él o a mí misma.

"Te das cuenta de que esta es mi manada y tengo permiso para estar aquí, ¿verdad? Me llamaron de vuelta a casa debido a una emergencia con esa chica que fue atacada. Acabo de llegar".

Pero cuando no respondí, frunció el ceño.

"Sabes que es de mala educación presentarte así ante tu futuro alfa", dijo él con un tono molesto.

La forma en que hablaba no estaba llena del mismo nivel de odio al que me había acostumbrado a escuchar, pero aun así, me produjo escalofríos.

"Ariadne, por favor, levántate. Me estás avergonzando delante de un futuro alfa de nuestra alianza".

Podía escuchar lo que decía, pero todo lo que podía ver era el movimiento de la espada antes de que golpeara mi cuello. Una y otra vez... Una y otra vez... Una y otra vez…

"¿De verdad vas a ignorar por completo lo que te digo?", dijo él cada vez más enfadado.

No conseguía que mi cuerpo respondiera. Nada de lo que hacía me permitía tomar el control. Estaba indefensa ante él, igual que en el pasado.

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