Venceré romance Capítulo 22

Estaba emocionada y nerviosa, esperando el momento en que Anastasia se fuera para poder planear mi próximo movimiento.

Marco no estaba en casa y me sentía más que capaz de lidiar con Anastasia por mi cuenta.

Mientras esperaba, saqué mi celular y repasé la información que había obtenido del celular de Marco la noche anterior.

Le envié los datos útiles a Ofelia para que los investigara.

Mi mejor amiga Ofelia era la hija de un buen amigo de mi padre. Crecimos juntas y conspiramos para asistir a la misma universidad en Visboa.

Ella estudiaba en la facultad de comunicaciones. Aunque no estábamos en la misma escuela, siempre nos mantuvimos en contacto.

Me casé con Marco, pero ella seguía soltera, teniendo éxito en su carrera en Esperanza Media en Visboa.

Siempre decía que después de casarme con Marco, me convertí en una dulce gatita.

Cada vez que me veía, sacudía la cabeza con pesar y decía: "¡Ay, qué desperdicio de una buena compañera de trabajo! Nunca debiste haberte casado. Los hombres son como piedras de afilar, desgastan todos tus bordes hasta que te vuelves suave y sin carácter. ¡Eres el ejemplo perfecto!"

Siempre la contradecía sin darle mayor importancia, "¿Para qué quiero tantos bordes? ¡Las mujeres somos como el agua!"

"¡Ja! Ese Marco te ha domesticado. Es un verdadero Don Juan, y prácticamente te ha matado."

Parecía ser una profecía autocumplida. Marco realmente quería matarme.

Pero Ofelia seguía siendo mi apoyo inmutable.

Después de darle a Ofelia las instrucciones detalladas sobre lo que debía investigar, descansé un poco.

No había dormido bien la noche anterior y estaba pensando demasiado.

Mi cabeza estaba pesada y sin energía, necesitaba conservar mi fuerza.

No pude comer mucho al mediodía.

Para poder vigilar a Anastasia, no subí a mi habitación, sino que me acosté en el sofá de la sala.

Eloy estaba a mi lado jugando con sus juguetes, mientras Anastasia le daba de comer pacientemente.

Estaba impaciente, pero Anastasia parecía no tener ninguna prisa por salir.

Parecía que sabía que Marco no estaba en casa y decidió no ir al mercado.

Tuve que tomar la iniciativa y darle algo que hacer.

Le dije casualmente, "Anastasia, ¿podrías comprar algunos camarones? Tengo antojo."

Capítulo 22 1

Capítulo 22 2

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