De inmediato, el policía tomó el documento de la mano de Andy. Y al leer su contenido, sus rostros cambiaron completamente.
Caroline, por otro lado, también le echó un vistazo al papel, pues su intuición le dijo que este era una mala noticia para ellos. Entonces, observó a Jack significativamente. "Jack...".
"¡Rachel, te di una sola oportunidad! ¿Por cuánto tiempo planeas acosarnos? ¡Lárgate ahora mismo de nuestra casa y déjanos en paz!", en ese momento, Jack se adelantó e intentó agarrar a Rachel. Sin embargo, antes de que pudiera siquiera tocarla, los dos oficiales le cerraron el paso.
Repentinamente, el hombre mayor se detuvo en seco.
Caroline se sorprendió por el giro de los acontecimientos, aunque logró forzar una sonrisa. "Oficiales, pero este hombre es el dueño de...".
"¿Usted es Jack Jenkins?", interrogó uno de los policías con seriedad.
Tras escucharlo, el hombre tuvo que reprimir su ira, pues, estaba hablando con oficiales uniformados. "Sí, soy yo", contestó.
"¿Cómo se llama su exesposa?".
Cuando escuchó aquella pregunta, Jack frunció el ceño, puesto que nunca esperó que la policía dijera eso de la nada. "Su nombre era Elisa Bennet. Pero ella murió hace muchos años".
"¿Esta chica es su hija con su difunta esposa?", cuestionó el oficial, señalando a Rachel.
Entonces, el hombre mayor observó a los policías, intentando averiguar por qué estaban haciendo esas preguntas. "Sí, así es".
"Bueno, en ese caso, ella tiene razón", pronunció el policía. "¿Desean salir de la casa ustedes solos o quieren que los arrastremos?".
Todos los presentes quedaron atónitos al escuchar eso.
Por su parte, Caroline se apresuró hacia adelante, aún sonriendo forzadamente. "Señor, ¿qué es lo que está tratando de decir? ¿Por qué nos hizo esa pregunta? ¡Nosotros llevamos veinte años viviendoenestacasa!¿Quémotivotienenpara...?". "¿Motivo? ¡Ustedes están invadiendo una propiedad privada!", gritó el oficial.
"Inva... ¿Invadiendo una propiedad privada?", la mujer se puso pálida cuando miró a su esposo.
Incluso Jack no entendía lo que estaba ocurriendo en ese momento, así que frunció el ceño y alegó con confianza: "Este ha sido mi hogar durante veinte años. ¿Cómo puede usted decir que estoy invadiendo la casa?".
"¿Acaso no lo entiende? ¡Esta dama que está aquí, Rachel Bennet, es la propietaria de la villa!", después de decir eso, el policía le mostró el documento al hombre.
"¿Cómo es eso posible?", gritó Alice después de escuchar aquella noticia. Ella estuvo a punto de quitarle el papel de la mano al oficial, pero la mirada acerada del hombre la detuvo de inmediato.
Resultó que el documento era una última voluntad y testamento. No era la copia original, pero era más que suficiente para probar que Rachel era la dueña de esa casa.
En realidad, el oficial pensaba que la petición de la joven de ahuyentar a su familia era inconcebible; sin embargo, según lo estipulado en la ley, tanto Jack como los demás estaban invadiendo su casa, puesto que no tenían autorización, así que ella tenía todo el derecho de expulsarlos.
"¡Pero, eso es imposible! ¡Papá, di algo, por favor! Explícales que esta casa te pertenece a ti".
Con una expresión lívida, Jack se quedó en completo silencio, parecía que había aceptado el giro de los acontecimientos.
De hecho, esa villa le había pertenecido a Elisa. Antes de morir, ella nunca tuvo tiempo de distribuir sus propiedades, por lo que Jack asumió que iba a recibir sus propiedades después de su fallecimiento.
Eso era lo que él había creído durante todos esos años...
Hasta ese instante.
¡Quién diría que Elisa en realidad había dejado un testamento! Aparte de eso, ¡este no se había hecho público hasta más de diez años después!
En ese momento, Caroline apretó los puños, mientras sus ojos estaban llenos de ira.
Resultó que Elisa había orquestado todo eso.
Por otra parte, Rachel apareció detrás de Andy y bostezó: "Oficiales, sáquenlos por mí, por favor.
Les agradezco por tomarse el tiempo de venir hasta aquí. Ah, por cierto, señor Torres, ayúdeme a encargarme del resto, por favor. Mis párpados se sienten pesados ahora mismo, así que me iré a dormir. Muchas gracias por su ayuda".
De inmediato, las emociones se entrelazaron dentro de su pecho. Ella no tenía idea de por qué sus sentimientos se estaban volviendo más y más fuertes, perturbando su cerebro todo el tiempo.
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