¡Vete, papá! romance Capítulo 103

Samuel se marchó tras recibir la orden, dejando a Jacobo solo fuera de la sala de urgencias.

Era casi medianoche cuando Lucía estaba fuera de peligro. Su cara seguía sonrojada de forma enfermiza, pero no tan coqueta como antes, por lo que Jacobo se sintió aliviado.

"¿Cómo está?" preguntó Jacob al médico que la atendía.

"Los alucinógenos en el estómago de esta joven han sido todos eliminados y ha recibido la medicación, pero algunos de los alucinógenos se han mezclado en su torrente sanguíneo, por lo que necesita unos días más de tratamiento continuo", dijo respetuosamente el médico que la atendía.

"Prepara una habitación individual aislada para ella. Recuerda, no la registres en el hospital. No preguntes por su identidad. Lo único que tienes que hacer es curarla", dijo Jacob mirando con recelo al médico que la atendía.

"Sí".

Entonces, Lucía fue ingresada en una lujosa habitación individual del hospital, y Jacob la acompañaba.

Jacob se sentó junto a la cama mirando la cara de Lucía. Se le despertó un extraño sentimiento - Esta mujer fue una vez suya.

Como una vez fue suya, por supuesto, podía recuperarla.

Cuando estaban en el coche, Jacob apagó el teléfono móvil de Lucía, y ahora se lo quitó directamente. No debía atender ningún asunto de ella hasta que se despertara.

A las diez del día siguiente, Lucía se despertó por fin bajo los efectos de las drogas, pero aún parecía aturdida e inconsciente. Después de unos pocos minutos de estar despierta, se desmayó de nuevo. Incluso no vio claramente la cara de Jacob, por lo que éste regañó al personal médico. Por suerte, recuperó la conciencia por la tarde, lo que evitó que el personal médico fuera recriminado por Jacob.

"¿Estás despierta?" dijo Jacob mientras miraba tranquilamente a Lucía que poco a poco abría sus bonitos ojos.

Lucía no sabía dónde estaba en ese momento, pero se puso en guardia intuitivamente y le costó incorporarse al ver a Jacob.

"No te muevas, ¿vale? Todavía no puedes moverte libremente".

Jacob extendió la mano y presionó los hombros de Lucía para apretarla contra la cama.

Una sensación de debilidad en su cuerpo hizo que Lucía frunciera las cejas.

"¿Dónde estoy? ¿Por qué estás aquí? ¿Qué me ha pasado?" Después de calmarse un poco, Lucía descubrió que estaba en una habitación de hospital, así que le preguntó a Jacob.

"Ayer te drogaron en el hotel y yo te salvé", le dijo Jacob sin rodeos su buena acción.

"¿Me salvaste?" La sospecha en los ojos de Lucía se reveló.

"¿Qué, no te lo crees?" Jacob se rió, se apoyó en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho y continuó: "¿O no puedes aceptar que te haya salvado?".

Lucía bajó los ojos, en silencio. Estaba recordando todo lo que había pasado antes, pero lo único que se le ocurría era que había colocado a Juliana en la cama del hotel, y su memoria después de eso había desaparecido.

¿Me han drogado?

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