¡Vete, papá! romance Capítulo 187

"¿Eres la asistente de Poppy?" Al llegar a un lugar iluminado, Lucía le preguntó a Dafne. No le extrañó que Dafne le resultara familiar. Cuando acababa de trabajar en Jibillion, Poppy vino a causarle problemas con esta asistente. Al ver su joven rostro, Lucía adivinó que acababa de graduarse y empezar su carrera.

"Hmm", contestó Daphne en voz baja pensando en la bronca de Poppy con Lucía.

"A partir de ahora, ten cuidado cuando salgas sola por la noche. Es mejor que te mantengas alejada de esos callejones oscuros, ¿entendido?". Lucía se limitó a recordarle a Daphne que tuviera cuidado.

"Señorita Webb, ¿no me va a preguntar nada más?" Preguntó Daphne a Lucía con curiosidad.

Lucía sonrió suavemente y dijo: "¿Tengo que preguntarle algo?".

Los labios de Daphne se movieron pero no pudo dar una respuesta.

"Date prisa y vete a casa. Es tarde", dijo Lucía, se dirigió al lado de la carretera y llamó a un taxi. Daphne lo vio y se apresuró a seguir a Lucía. Luego le dio las gracias sinceramente a Lucía. Si no fuera por Lucía, habría sufrido.

Lucía asintió, subió al coche y se marchó. Daphne se quedó a un lado de la carretera viendo cómo se alejaba el taxi, murmurando para sí misma: "La señorita Webb es muy amable...".

Luego miró a su alrededor, nerviosa, y se marchó apresuradamente.

Lucía no se lo tomó en serio, pero unos días después recibió un número desconocido y se dio cuenta de que era Daphne.

"Señorita Webb, gracias por salvarme la última vez. ¿Puedo invitarla a comer?" En el teléfono, Daphne preguntó con cuidado.

Daphne era demasiado tímida, y Lucía sintió que Daphne era muy linda cuando escuchó la voz de Daphne. Entonces respondió: "Sí, ¿dónde te gustaría llevarme a comer?".

"¿Qué tal a Tranquilidad?" Tranquilidad era un restaurante poco conocido en la ciudad, el lugar más caro que Daphne podía permitirse para comer.

"¿Tranquilidad?" repitió Lucía, y luego dijo: "Sí, quedamos allí a mediodía".

Dafne llegó a Tranquilidad temprano. Pronto vio entrar a Lucía y la miró con admiración.

Sintió que todo el restaurante parecía iluminarse cuando Lucía apareció en la Tranquilidad. Y la gente a su alrededor miraba involuntariamente a Lucía. Ella era como un imán que atraía a todos.

"Señorita Allen, hola". Lucía se sentó con tanta gracia y elegancia que los ojos de Daphne se iluminaron de admiración.

"¿Señorita Allen?" Lucía volvió a gritar cuando vio que Daphne la miraba fijamente.

"¡Hola!" Daphne respondió en voz alta como si acabara de volver en sí, su cara se sonrojó rápidamente y su cabeza bajó al darse cuenta de lo que había hecho.

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