¡Vete, papá! romance Capítulo 216

Al pasar entre la multitud y ver que Lucía no tenía intención de caminar a su lado, Spencer se mantuvo a su altura y dijo en tono autodespectivo: "Parece que hubo varias veces que te perseguí así".

"Entonces, ¿no sería mejor desistir?" Lucía miró de reojo a Spencer y dijo significativamente.

"No puedo rendirme", dijo Spencer con una sonrisa, "Lucía, sabes lo del parto de Julia, ¿verdad?".

"Todo el mundo en Athegate lo sabe", contestó Lucía, pensando que sí lo había sacado a colación como ella esperaba.

"Arturo tiene ahora una prometida y un hijo. ¿Por qué no elige estar conmigo?" le preguntó Spencer.

"Son dos cosas". Lucía frunció el ceño, hizo una pausa y dijo impaciente: "Ya te dije que odio a la gente calculadora".

"¿No lo elegirás aunque esa persona no te traicione como lo hizo Arturo?". Spencer sabía que Lucía estaba molesta, pero aun así dijo el nombre de Arturo en voz alta.

Lucía frunció el ceño con fuerza al ver que las palabras de Spencer la irritaban mucho.

"Lucía, sólo dame una oportunidad para demostrar que puedo darte felicidad. Puedo ayudarte a recuperar a JTP y a vengarte de Jacob y Poppy". Spencer por fin dejó claro a qué había acudido a ella.

"No puedo evitar que seas terca, pero nunca cambiaré de opinión". Lucía estaba sumamente molesta. No quería seguir escuchando las tonterías de Spencer.

Tras terminar de hablar, se dio la vuelta y volvió a caminar, pero las palabras de Spencer la hicieron detenerse tras dar unos pasos.

"Lucía, para demostrar que soy fiel a mi palabra, te aseguro que Poppy será abandonada por Jacob en menos de un mes".

Lucía volvió a mirar a Spencer sin ninguna emoción en sus brillantes ojos.

"Lo que sea", respondió indiferente y se metió entre la multitud, haciendo que Spencer no pudiera alcanzarla.

Juliana regresó a la villa de Arthur y comenzó a estar recluida. Sophie y Kayla la cuidaron muy bien. Con los atentos cuidados de la niñera y la cuidadora, se recuperó rápidamente, pero su estado de ánimo no era tan bueno como su estado físico.

Sophie y Kayla se quedaron con ella todo el tiempo. Juliana no había tenido ocasión de contactar con Kane desde el parto. Sabía que la noticia de su nacimiento había salido a la luz y se preguntaba cuánto quería Kane ver cómo estaba ahora.

Así que, una noche, cuando todos se durmieron, Juliana se dirigió en silencio al jardín trasero y llamó a Kane.

La voz ansiosa de Kane salió, haciendo que Juliana se sintiera más tranquila.

"Julia, ¿cómo estás ahora?"

Juliana se recostó bajo el árbol y escuchó la voz de Kane con una leve sonrisa en su rostro mientras respondía: "Bien, estoy bien y el bebé está bien".

"¿El bebé está sano? ¿Cuánto pesa? ¿A qué hora nació? ¿Se parece a ti o a mí?" Kane hizo un aluvión de preguntas.

Juliana sonrió suavemente y dijo: "Kane, no seas tonto. ¿Cómo puede parecerse mi hijo a ti?".

Debido a la aceptación del bebé por parte de Kane, Juliana hacía tiempo que había aceptado el origen del niño, así que habló con calma, pero Kane, al otro lado del teléfono, permaneció en silencio durante mucho tiempo.

"Kane, ¿qué ha pasado?" Juliana no obtuvo respuesta y le preguntó apresuradamente.

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