¡Vete, papá! romance Capítulo 53

"Arturo..." Lucía suspiró resignada.

"Arturo, Lucía y Teodoro se van unos días antes que nosotros. No lo hagas como si no fueras a verla nunca más". A Sophie nunca se le ocurrió que Arturo pudiera ser tan indeciso. Se sintió divertida y molesta a la vez.

"¿Podemos irnos ya?" Sabiendo que había presionado el botón de Arthur, Sophie se disculpó y le instó.

"Vamos. Ven, Theodore. Dale un abrazo a papá", le dijo Arthur a Theodore, que estaba leyendo en el sofá.

Al oír la llamada de su padre, Theodore se acercó y levantó los brazos en alto. Y Arthur lo levantó. Aunque Theodore no dijo nada, abrazó fuertemente a Arthur para mostrar su reticencia a irse.

Mientras Arthur sostenía a Theodore en sus brazos, la ternura apareció en sus ojos. Lucía lo notó y al instante cogió su equipaje, esperando salir primero, pero Arturo la agarró en cuanto dio un paso.

"Deja que te ayude". No estaba dispuesto a dejarla hacer ningún trabajo pesado.

"Entonces yo sujetaré a Theodore". propuso Lucía, temiendo que Arturo se agotara, pero su consejo fue rechazado de inmediato.

"Ni se te ocurra". La miró y salió con una mano sujetando a Theodore y la otra arrastrando el equipaje.

Lucía y Sophie intercambiaron una mirada. A las dos les hizo gracia y no pudieron hacer nada al mismo tiempo.

Cuando bajaron, Lucía ocupó primero el asiento del copiloto. Sophie y Theodore ocuparon los asientos traseros.

Lucía no quería poner a Arturo en el dilema de acomodar los asientos, así que dejó que Sophie se sentara atrás.

Arturo se sintió conmovido por su consideración. Le llevaba de la mano mientras esperaban a que Theodore se abrochara el cinturón de seguridad. Se sentía realmente reacio a separarse de ella.

Lucía, en silencio, le sujetó la mano con fuerza y le dedicó una gran sonrisa.

Cuando Theodore estuvo listo, Arthur soltó la mano de Lucía y arrancó el motor, llevándolos al aeropuerto.

Con Theodore en el coche, éste se llenó de risas y felicidad en su camino. Arthur no quería que Lucía se fuera, y Sophie no quería que su nieto se fuera.

El mayor y el pequeño charlaban entre sí, disfrutando de los raros momentos de tranquilidad.

Por fin, llegaron al aeropuerto. En cuanto llegó Arthur, un miembro del personal encargado de recibir a los accionistas se acercó para ayudarles a llevar el equipaje, lo que permitió a Arthur tener algo de tiempo para despedirse de Lucía.

El brazo de Arthur sostenía a Theodore y el otro brazo rodeaba la cintura de Lucía.

Theodore consoló a Arthur: "Mamá y yo te estaremos esperando en Estados Unidos. Ven a buscarnos pronto, papá".

Notó con sensibilidad que sus padres se mostraban reacios a separarse.

Sinceramente, él tampoco quería separarse de su papá, pero no mostró su reticencia al ver los ojos enrojecidos de su mamá. En cambio, participó en la animación del ambiente.

"Lo haré. Theodore, debes ser el niño bueno de tu mami y esperar a que te recoja, ¿vale?", dijo Arthur con suavidad. No pudo evitar besar a Theodore en su pequeña y suave mejilla.

Al mismo tiempo, Lucía enterró su cara en el cuello de Arturo, temiendo que se le saltaran las lágrimas en cuanto levantara la vista.

Poco después, el personal del aeropuerto vino a recordar a Lucía que era hora de embarcar.

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