VIAJE AMOROSO POR LA NOVELA romance Capítulo 29

Fausto volvió a casa como de costumbre después del trabajo, y tras pasar un rato en el estudio acompañó al señor Morales a cenar.

—Gloria ha ido al set, ¿llamaste a ella para saludar?

Al oír sus palabras, los movimientos de Fausto dieron un respingo y su expresión parecía decir:

—¿Todavía tiene que saludar?

Al ver esta mirada, el señor Morales reaccionó rápidamente y dijo con rostro severo:

—¿Cómo te comportaste como esposo? Gloria fue muy considerada al dejar tanta fruta y zumo en la nevera para ti antes de irse a la producción, por si acaso no había nadie que te preparara estas cosas después de que ella se fuera, ¿pero ni siquiera llamaste a ella para saludar?

Fausto se dio cuenta de que esta cuestión no podía discutirse más y se rindió rápidamente ante su abuelo.

—La llamaré esta noche.

Efectivamente, después de escuchar esta, la cara del señor Morales se alivió mucho, pero aún así dijo seriamente:

—Gloria lo está pasando dura en el set sola, y como sus dos padres no están, tú como marido deberías llamarla más a menudo, cuidarla e ir a visitarla, ¿entendido?

Señor Morales aconsejó pacientemente, Fausto asintió sin expresión,

—Entiendo, abuelo.

Después de la cena, Fausto subió a hacer una llamada a su esposa.

Gloria estaba acurrucada en la cama recitando el guión, y el móvil sonó. Pensó que era Rita que venía a ver cómo estaba, así que contestó al teléfono sin ni siquiera mirarlo.

—Rita, me llamas todas las noches, ¿no tienes una vida propia?

Normalmente, Rita habría empezado a hacer preguntas como una trompeta, pero hoy estaba excepcionalmente callada. Gloria se quedó congelada durante mucho tiempo al darse cuenta de que algo iba mal, y cuando fue a mirar de nuevo el nombre que aparecía en la pantalla, su respiración se entrecortó por la sorpresa.

«¿Fausto?»

«¿Por qué el jefe me llamó de repente? Hacía dos o tres días que venía al plató, y de repente me llamó, ¿ha pasado algo?»

Después de un momento, la voz clara y fría de Fausto salió del teléfono.

—¿En el plató?

—¡Sí! —Gloria asintió mientras explicaba—, Sólo pensé que era mi agente quien llamaba, me llama ella todas las noches, así que no esperaba que fueras tú.

No la habría llamado sin razón, después de todo, Fausto estaba tan ocupado, Gloria sólo podía pensar en un resultado, es decir, Fausto podría haber leído las noticias en Internet.»

«¿Entonces vino a revisar la habitación?»

Pensando en esto, Gloria tosió ligeramente,

—En este momento estoy en mi habitación memorizando el guión, estoy sola.

«La última frase fue una indirecta, no sé si la entendió.»

Naturalmente, Fausto no entendió y respondió con indiferencia.

El abuelo le había pedido que llamara a Gloria, y así lo hizo, pero nunca antes había hablado por teléfono con una chica así, no sabía qué decir.

Por otro lado, Gloria fue muy natural.

—El zumo que te dejé, ¿te lo has bebido ya?

Cuando hizo la pregunta, su voz era un poco más pesada, lo que se transmitió claramente a los oídos de Fausto a través del teléfono.

En su ausencia, Fausto no había tocado nada de la nevera en los últimos días, por lo que no podía decir que lo había hecho o no, así que se mantuvo callado.

Cuando guardó silencio, Gloria ya lo supo.

—Tienes que acordarte de beberlo, aunque estés ocupado, tienes que cuidar tu cuerpo, esos zumos que te he dejado son buenos para ti.

Ella aconsejó con todo su corazón, y Fausto sólo pudo responder sí.

Fausto se quedó en silencio. Miró el contrato en la página del cuaderno frente a él y se quedó sin palabras. Debido a que la estaba esperando, fue al estudio para ocuparse del trabajo, colocando su teléfono en el escritorio mientras escuchaba los sonidos por allí. Después de que pasara un largo tiempo incluso se preguntó, ¿una chica tarda tanto en ducharse?

«¿Habían pasado casi dos horas y aún no había terminado?»

Cuando llegó su hora de descanso y seguía esperando.

Al ver que no respondió, Gloria probablemente podía imaginar la cara de Fausto en este momento, debía ser la misma que la expresión que tenía cuando le preguntó si era tímido aquel día en su habitación.

—Jajajaja, querido, ¿por qué eres tan tonto?

Gloria no pudo contener la risa, ¿quién dijo que los chicos eran repugnantes? ¡Su marido era obviamente muy amable!

Después de reírse se burló de él,

—Cariño, ¿ahora vamos a dormir con llamda toda la noche?

—No es necesario. Fausto se puso un poco nervioso y colgó el teléfono a toda prisa.

Gloria aún quería coquetear con él, entonces escuchó el tono de ocupado de la llamada que se cortaba, miró la pantalla del teléfono y descubrió que la otra parte había colgado.

No se sintió enfadada en absoluto cuando el hombre le colgó, pero quiso reírse.

En la novela, se decía que Fausto era indiferente, excepto la dueña original que ocupaba la posición de su esposa, no tenía contacto con ninguna mujer en absoluto, por lo que no sabía cómo llevarse con las mujeres. Y lo era con esta llamada también, por eso esperó tontamente después de que ella dijera que se duchara.

Gloria sonrió y le envió un mensaje de texto.

Después de que Fausto colgara el teléfono, alargó la mano y se pellizcó la frente. Sus oídos resonaron con la risa de ella y el tono coqueto de su voz.

Nunca pensó que un día se encontraría en un lío tan grande que no sabría cómo afrontarlo y colgaría el teléfono a toda prisa.

Su teléfono sonó, Fausto lo cogió y lo miró, era un mensaje de Gloria para él.

—Querido, acuéstate temprano, buenas noches.