¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 143

¡Toc, toc!

Cuando llamaron a la puerta, Alejandro ni siquiera levantó la cabeza, solo se limitó a seguir practicando caligrafías de pincel y dijo un “adelante” a la ligera.

Omar abrió la puerta.

—Vega está aquí.

¿Vega?

Alejandro había olvidado su existencia.

Omar recordó.

—La criada que trajo la señora Fernanda cuando se casó.

Alejandro se dio cuenta de repente y preguntó débilmente:

—¿Qué está haciendo ella aquí?

—No lo sé, he visto que ha venido con un niño.

Omar pensó en el aspecto del niño y su expresión se puso tensa.

—Puede que el niño es hijo del señor.

También era un veterano en la familia Paramés, había visto la apariencia de Alain cuando era un niño. Por lo que notó que el pequeño de antes era igualito que Alain de pequeño.

—¿Qué?

Alejandro miró a Omar con asombro.

—¿Tiene a un hijo?

¿Por qué no sabía nada de nada?

Dejando el pincel, salió del estudio.

—Vayamos a echar un vistazo.

Como si de pronto se acordó de algo, dijo:

—Sube y dile que baje.

Carmen no se sentía bien esos últimos días, así que estaba descansando arriba.

—De acuerdo.

Omar subió las escaleras.

Cuando Alejandro entró a la sala, Vega y Álex estaban sentados en el sofá. Vio una cabecita que superaba el respaldo del sofá, entonces sus pasos vacilaron por un momento, pero enseguida se acercó rápidamente.

Tenía ansias por ver la apariencia de Álex.

Al ver venir a Alejandro, Vega se puso de pie.

—Estás aquí.

Alejandro parecía muy pacífico.

Vega asintió.

—Hace mucho que no lo veo.

Aunque no se separaban por mucha distancia, había muy pocas oportunidades para encontrarse. La última vez aun fue cuando Alain se casó y Alejandro le hizo venir para interrogarla.

Alejandro suspiró, «Sí, parece que en un instante todos se hicieron mayores».

—¿Quién es este niño?

Miró a Álex. Su piel era clara, sus ojos brillaban como un claro manantial, esa carita, esos ojos...

Álex lo miró de la misma manera. El hombre mayor tenía profundos rasgos faciales, canas en las sienes y arrugas en las comisuras de los ojos que eran huellas del pasar de los años. Vestía un traje de túnica, y se veía muy erguido.

Álex parpadeó con sus ojos negro y agarró la esquina de su ropa con sus manitas. «¿Este es el abuelo?».

¿Estaba soñando?

Parecía un sueño.

Vega no supo cómo responder y perdió el tiempo por un momento.

—Ya sabe que el señor se ha casado una vez...

Su matrimonio había durado muy poco tiempo, pero había pasado mucho tiempo desde entonces, por lo que era un poco repentino mencionarlo.

—Sí.

Alejandro ya lo entendió.

Pero estaba perplejo. Si ese niño realmente era el hijo de Alain, ¿por qué lo trajo a esa edad?

—Le cuento, en ese entonces el señor se divorció de la señorita Cynthia, por eso ellos nacieron después del divorcio.

Vega miró la cabeza de Álex y la frotó.

—Es posible que la señorita Cynthia sienta rencor con el divorcio que tuvieron y no le dijo al señor que los dos niños eran sus hijos, así que vine para...

Con la presencia de Álex, no podía decir que le hicieran una prueba de paternidad a Alain y a los niños, ¿verdad?

Seguramente se sentiría herido con esas palabras.

—¿Dos?

Alejandro no entendió.

¿Había otro?

Vega explicó con una sonrisa.

—Álex tiene una hermana pequeña, son gemelos.

—¿Qué gemelos?

Carmen bajó las escaleras con una chaqueta sobre sus hombros, su rostro estaba demacrado y parecía estar gravemente enferma.

—Hablemos en el estudio.

Alejandro sintió las preocupaciones de Vega y le pidió a la criada que cuidara a Álex en el salón.

—Dale algo de comer.

—No tengo hambre.

Dijo Álex.

Alejandro respondió:

—Entonces, deja que la sirvienta te muestre los alrededores.

—Vale, gracias.

Álex tenía muchas ganas de visitar el lugar. ¿Ese era el lugar donde vivió su padre de pequeño?

Siguió a la sirvienta con mucha ilusión.

Carmen bajó con su rostro demacrado.

—¿De qué estás hablando?

Alejandro sujetó a Carmen y preguntó con preocupación:

—¿Te encuentras mejor?

Carmen sonrió suavemente.

—Ya estoy mejor, tampoco es una enfermedad grave, no te preocupes.