Cynthia rápidamente entendió lo que quería Alain.
—Entonces, ¿salgo yo sola para atraerlo?
—No hace falta.
Él no dejaría que Cynthia tomara ese riesgo, aunque tenía la confianza de poder atraparlo, no podía usar a Cynthia como un señuelo.
—Voy a buscar a alguien para reemplazarte…
—¿Crees que Flavio es tonto?
Cynthia lo interrumpió:
—Nos conocemos desde hace mucho tiempo, que él me conoce muy bien, incluso si puedes encontrar a alguien que sea muy parecida a mí, tampoco le podrías haber mentido.
Ella no podía estar tranquila si no atrapaba a Flavio, él era como una bomba, no se sabía cuándo iba a explotar.
Por su propia seguridad y la de sus hijos, quería resolver el asunto de Flavio lo antes posible.
—Déjamelo a mí.
Ella estaba mirando a Alain seriamente, ella sabía lo que le preocupaba, pero ella confiaba en él y sabía que él la protegería sí o sí.
Al verlo dudar, Cynthia dijo deliberadamente:
—¿No tienes confianza en ti mismo?
Alain la miró por unos segundos, habló en voz baja:
—No me piques, siempre hay accidentes impredecibles, aunque estés preparada muy bien, no puedo dejar que arriesgues tu seguridad.
Cynthia estaba en sus brazos.
—Yo confío en ti, estoy muy insegura por su presencia.
El cuerpo de Alain se inclinó hacia atrás, su cara se ocultó en la oscuridad, y su expresión no se veía clara, Cynthia se quedó callada, abrazándolo silenciosamente para que se lo pensara.
Después de mucho tiempo, de repente dijo:
—Duérmete un poco más.
Estos dos días había dormido poco, por eso antes se durmió sentada, pero tampoco durmió mucho, Cynthia sabía que él iba a buscar a Mauricio para organizar todo, así que se acostó.
Alain puso la manta encima suya.
—Ahora vuelvo.
—Vale.
Cynthia no quería dormir, pero para que Alain se quedara tranquilo, cerró los ojos y se hizo la dormida.
Alain esperó a que se durmiera antes de salir de la habitación, pero él no sabía que al momento que se fue, la persona que estaba dormida abrió los ojos.
Cynthia tenía sueño, pero después de que se hubiera enterado del plan de Alain, no podía dormir.
Ella se levantó, se fue a la ventana con la manta, a través de la ventana podía sentir el viento afuera.
Las ramas de los árboles se estaban moviendo.
De repente sonó la puerta, Cynthia se volvió tranquila y dijo:
—Entra.
La puerta se abrió, Chloe estaba en la puerta, estaba dudando, no sabía por dónde empezar.
Cuando llegó, tenía algo que decirle.
Cynthia se acercó.
—Venga, entra y siéntate, ¿qué haces ahí?
Chloe tenía un poco de vergüenza, no sabía si todas las mujeres tenían ese raro sentimiento cuando recién se casaban.
Cynthia le dio un vaso de agua, se sentó en el sofá que estaba enfrente de ella, Cynthia tenía poca experiencia para compartir con ella.
—Mi matrimonio es tan malo que no puedo darte consejos, solo quiero decirte que ya que habéis acabado juntos es el destino, hay que apreciar más a la otra persona.
Chloe tenía la cabeza bajada, dijo que sí en voz baja.
—Quiero seguir llamándote como antes.
Cristián era un buen colega de Alain, a veces le llamaba señora Paramés, pero ella no quería llamarla como Cristián.
Ella quería seguir siendo igual con Cynthia como era antes.
Cynthia se rio:
—Claro que sí.
A ella no le daba igual esas cosas, cómo llamarle no le importaba, mientras fueran iguales, la amistad seguiría siendo la misma.
En ese momento, Lourdes entró con Álex y Alessia, vio que estaba Chloe, Lourdes sonrío cada vez más.
—Chloe, estás tú también.
Chloe se puso de pie enseguida.
—Abuela.
Lourdes negó moviendo sus manos con sus manos.
—Siéntate.
A Chloe le parecía una chica muy buena.
Álex se tumbó en la cama y empezó a jugar con su cubo de rubik, Alessia abrazó a Cynthia, no se sabía si estaba cansada o tenía sueño, se quedó en los brazos de Cynthia medio durmiendo.
—Pero me preocupa que estés fuera.
Chloe la cogió.
—Entra conmigo.
—Pero no quiero verlo, entra tú, quiero estar a solas y pensar un poco.
Varias persuasiones y no le hizo caso, Chloe tuvo que ir primero.
Ella giró la cabeza para verla a veces, parecía muy preocupada.
Cuando entró al hotel no volvió a la habitación directamente, sino que fue a buscar a Cristián. Cristián y Alain estaban en una habitación oculta vigilando todo lo de fuera.
Al ver a Chloe entrar, Cristián la acercó.
—Súbete, están abuela, Álex y Alessia arriba.
Chloe estaba preocupada:
—¿En serio Flavio va a aparecer?
—Si él aún está enamorado de Cynthia, va a aparecer seguramente, si hoy no viene pues probamos otra vez, él aparecerá seguro.
Cristián pensaba que Flavio debería estar enfermo, sino no estaría tan cabezota.
Chloe seguía preocupada:
—¿Él amenazará la seguridad de los niños?
Cristián le acarició la cara.
—No te preocupes, está Mauricio arriba vigilando.
Chloe estaba segura de las habilidades de Mauricio, no había nada más que ver con ella, no podía estar dando molestia aquí.
Chloe se fue hacia arriba, Cristián se volvió a la habitación, Alain seguía al lado de la ventana, ni se había cambiado de postura, así duró tres horas, Cynthia se había sentado durante tres horas con todo el frío, pero Flavio no apareció.
—Cynthia se había estado congelando afuera por tres horas, ¿si vuelve primero y seguimos mañana?
Cada segundo, la cara de Alain se volvió más seria, le dolía el corazón más que a nadie el ver a Cynthia congelándose, pero al mismo tiempo era sensato.
Flavio podría no haber salido incluso si estaba espiando a Cynthia ahora, porque no estaba seguro de si Cynthia realmente estaba enfadada con Alain.
Si ella se quedara ahí más rato, estaba claro que Cynthia estaba de mal humor y que él no había salido a desenfadarla, así Flavio pensaría que estaban realmente discutiendo.
Una vez que Flavio se aseguró de que Cynthia estaba discutiendo con él, aparecería.
Después de otras dos horas, las piernas de Cynthia estaban entumecidas y tenía las manos congeladas.
Justo cuando pensaba que Flavio no aparecería, se acercó una niña delante.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Vuelve conmigo,mi cariño!