¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 339

El cuerpo de Cristián se tensó. Parecía que no esperaba encontrarse con Chloe. Quiso soltar a Elisa de forma refleja, pero cuando la soltó, Elisa le agarró dolorida. Como si se fuera a caer si no se apoyaba en él.

Cristián no se movió, ni apartó a Elisa. Quería ver si Chloe se enojaría porque estuviera con Elisa.

Aunque no le evitaba y ocasionalmente visitaba a Lourdes, su actitud hacia él era muy fría, tan frío que le hacía pensar que Chloe no sentía nada por él.

Ahora que Elisa estaba al lado, quería aprovechar esta oportunidad para ponerla a prueba. Si se enfadaba, demostraría que le importaba.

Elisa miró a Cristián discretamente. No esperaba que no le apartara. Estaba contenta por dentro pero no lo mostró.

—Señorita Chloe, no nos malinterpretes. Me he hecho daño en el pie y no puedo caminar. Por eso me acompañó Cristián al hospital...

—No he malinterpretado nada.

Chloe apretó con fuerza la receta. Las uñas penetraron el papel y se hundieron en su palma. Solo podía mantenerse calmada con el dolor.

Ella sonrió levemente.

—No tengo nada que ver con el señor Cristián ahora. Puede estar con quien quiera. Es su libertad.

Cristián tenía todo el cuerpo tenso, estaba muy alterado por dentro. Parecía que no podía aceptar la tranquilidad de Chloe.

Cuanto más tranquila estaba, significaba que menos le importaba.

Elisa estaba muy contenta.

Pero no se atrevió a mostrarlo en la cara, porque todavía no estaba segura de sí Cristián se rindió con Chloe o no.

Esta vez, debía conquistar a Cristián.

Cristián reprimió el dolor y no dijo nada. Rodeó la cintura de Elisa.

—Vamos.

Al pasar al lado de Chloe, no se sabía si lo hizo o no a propósito y le dio un golpe al hombro de Chloe.

Chloe había vomitado demasiado y no tenía fuerzas en absoluto. Casi se cayó por el impacto de Cristián, afortunadamente había una ventana a su lado y se apoyó en ella.

Lentamente, se agachó y se cubrió el pecho, quería reprimir su dolor y angustia.

Solo sentía dolor, como si le hubieran hecho un agujero en el corazón y la sangre no paraba de salir.

Se preguntaba si se moriría por el desangramiento.

Sintió un fuerte impulso de vomitar nuevamente, quizás era porque estaba demasiado conmocionada. Se tapó la boca y corrió hacia el baño.

Fuera del hospital, Cristián metió a Elisa en un taxi:

—Vuelve tú primero.

Elisa quería agarrarle, pero no se atrevió. Tenía miedo de perder el favor que tanto le había costado ganar de Cristián.

—¿Estás bien?

Preguntó Elisa, trataba de averiguar lo que pensaba.

Cristián asintió tranquilo. No quiso decir más y cerró la puerta del coche. Elisa estaba un poco asustada, era obvio que iba a volver para buscar a Chloe.

Inmediatamente bajó la ventana.

—Vas a buscar a la señorita Chloe, ¿verdad? ¿Quieres que se lo explique por ti? Porque realmente no hay nada entre nosotros.

Cristián estaba un poco impaciente.

—No hace falta.

Después de decir eso, pidió al taxista que se fuera.

Al ver el coche alejarse, Cristián volvió al pasillo donde acababa de encontrarse con Chloe. Sin embargo, ella ya no estaba allí. Frunció el ceño y se fue a la sala principal. Estaba llena de gente, pero no había ni rastro de la mujer.

Cristián estaba decepcionado y justo cuando iba a renunciar e irse, vio a Chloe salir del baño cubriendo su abdomen y con rostro pálido. Parecía estar enferma.

Rápidamente la sujetó.

—¿Qué te pasa?

Chloe levantó la cabeza y vio una cara un poco borrosa. Pronto, lo vio con claridad. No sabía por qué, pero le entró ganas de llorar al ver que era Cristián.

—¿Por qué has vuelto? ¿Para burlarte de mí?

Cristián también era muy testarudo. Obviamente había vuelto para verla, temía que estuviera enferma al aparecer en el hospital.

—Sí.

Chloe se echó a reír, le salieron incluso lágrimas.

—¿No tienes miedo de que tu ex novia... No, ahora debería ser tu novia, ¿se enfade por venir a buscarme?

—Ella no es tan tacaña.

¿Esto significaba que ella era tacaña?

Ella se rio amargamente. Entonces estaba mal enfadarse porque le importaba, ¿no?

¿El verdadero amor era ser generoso?

Ella pensó que Cristián tenía unos pensamientos anormales.

—Vete, no te necesito.

Chloe le apartó la mano.

Cristián no la soltó.

—¿Estás enferma? ¿Qué te dijo el médico? ¿Dónde está el problema? ¿Cuál es el tratamiento?

Chloe se quedó atónita por un momento, y pronto reaccionó. Miró a Cristián y de repente se echó a reír.

—El doctor dijo que me lastimé aquí.

Se apretó el corazón.

—¿Sabes cómo me hice daño?

Cristián la miró,

—¿Por mí?

Chloe detuvo su risa.

—No, por mí. Solía pensar que no era tonta, pero después de conocerte, descubrí que era una idiota. Me creí tus palabras, que me tratarías bien toda la vida. Ja, eres increíble. Te creí, has podido engañarme.

Cristián negó con la cabeza.

—No mentí, realmente quería tratarte bien…

—Guárdate esto para tu novia de ahora.

Lo interrumpió Chloe. Ya había perdido las esperanzas en Cristián y no quería tener nada con él.

Pasó de largo a Cristián y quiso irse, pero Cristián no quiso dejarla marcharse así y la agarró de muñeca.

—Solo quiero decírtelo a ti.

—¡Suéltame!

Chloe trató de apartar su mano, pero él la agarró con mucha fuerza. Ella no podía con él, todo lucha era en vano.

Cristián le arrebató la receta y la sentó en la silla.

—Siéntate aquí y espérame.

Cristián temía que se fuera sin decir nada y la advirtió:

—Si te vas, iré a molestarte a tu tienda.

Chloe le miró, ni siquiera tenía fuerzas para enojarse.

—Cristián, ¿cuándo vas a crecer? ¿No crees que eres muy infantil?

Cristián sonrió. Sí, era verdad, cuando más relajado estaba era cuando estaba con esta mujer, era el auténtico él. Esto no pasaba ni cuando estaba con Elisa.

—Espérame.

Cristián cogió la receta y se fue a buscar los medicamentos.

Solo era una caja de vitamina B6. Cristián lo miró y le preguntó al médico:

—Disculpe, ¿para qué es este medicamento?

Había mucha gente en el hospital y el médico no le escuchó.

Cristián subió la voz y volvió a preguntar:

—Disculpe, ¿para qué es la vitamina B6?