Henry se estremeció y murmuró en su mente. Estaba dudando que quién le llamó ahora. Sacó su móvil, al ver la pantalla y se sintió bastante aliviado.
Ahora mismo había cientos de ejecutivos sentados abajo, todos estaban mirando a Henry en este momento. La compañía tenía la regla de que los móviles deberían estar en el modo silencio durante la reunión.
Henry puso su espalda en recta y contestó al móvil:
Cynthia tragó la comida y le preguntó:
—¿Qué tal la cosa que te dejé a investigar? ¿Ya sabemos algo?
Henry no recordó de nada, se le había olvidado del todo.
Cynthia dejó los palillos:
—Te pedí que me ayudaras a averiguar la compañía de corretaje de Andrés. ¿Lo has olvidado o todavía no has empezado?
Henry de repente se dio cuenta de que era una llamada de Cynthia, y no era apropiado hablar por teléfono en frente de los ejecutivos de la compañía, no debería ocupar el tiempo de la reunión.
Miró a Alain y se le enseñó la pantalla de su móvil para que pudiera ver bien la pantalla.
Henry guardó el número de Cynthia con el titular: "Esposa de presidente".
Alain frunció el ceño, no lo regañó, lo dejó salir a recogerlo afuera.
Entonces Henry salió de la sala con una sonrisa.
Antes de responder Henry, Cynthia estaba un poco impaciente:
—¿Estás ocupado?
—No… No estoy ocupado.
Encontró a un lugar tranquilo sin gente:
—Colgaste el móvil demasiado rápido la última vez. Ni me dio tiempo para contarte más. Andrés no había firmado ninguna empresa de corretaje. Solo había un corredor a su lado.
El ceño de Cynthia se frunció más profundamente:
—¿Puedes encontrarlo?
—Regresó hace unos días y ahora vive en calle Bronce, número 108.
—Vale.
Cynthia estaba muy satisfecha con su respuesta.
—Espera.
Justo cuando Cynthia estaba a punto de colgar, Henry la detuvo:
—¿Conoces a Andrés?
—No lo conozco.
—Entonces, ¿por qué lo buscas?
—Por el tema de trabajo. ¿Qué?, ¿no puedo buscarlo?
Cynthia se sintió que Henry había preguntado demasiado.
—¿Tú, no sabes su identidad?
Preguntó Henry tentativamente.
Cynthia se interesó:
—¿Cuál es su identidad?
Henry abrió la boca y estaba a punto a contárselo, pero se sintió que él no era la persona adecuada para decírsela.
—Lo sabrás cuando llegue el momento.
Henry colgó el móvil después de hablar.
Cynthia no lo sabía, significaba que definitivamente no había hablado con Alain sobre el tema de buscar a Andrés. Si hubiera hablado con él, no habría necesitado su ayuda para verificar la dirección.
Cynthia miró el teléfono, estaba un poco estupefacta, «¿qué pasa este tío?, ¿por qué solo la ha contado la mitad? Ha despertado el interés de la gente y deja de continuar. ¿Así es divertido?»
Dejó su móvil, salió después de comer, se sentó en el coche y puso al navegador con la dirección: calle Bronce, número 108. Ella no conocía a esa calle, así que solo podía confiar en su navegador.
Condujo a la ruta que le enseñó el navegador. Cuanto más se acercaba al destino, más remota estaba. No pudo evitar murmurar. «¿El famoso vive en un sitio tan aislado?»
Las casas que estaban en la calle eran muy antiguas. Ocasionalmente había alguna pequeña cantina, casi no había gente por la calle y cuando se veía algunas, eran personas mayores.
La mayoría gente que vivía aquí era mayor. Ella leyó información de Andrés por Google. No solo era una estrella popular, también era bastante joven. ¿Cómo podía vivir en una comunidad tan vieja?
Cynthia se dio la vuelta y vio a un hombre alto con las gafas de sol y una máscara negra en el rostro, que casi cubría todo su rostro.
Esta imagen... ¿Se parecía a Andrés que vio en Google?
Ella miró hacia la puerta, y los fanáticos locos todavía estaban bloqueando la puerta, estaban todos locos por Andrés.
—¿Quién eres?
Un gran signo de interrogación apareció en la mente de Cynthia.
Andrés bajó las gafas para ver el rostro de Cynthia con claridad:
—Eres tú...
—¿Andrés?
Andrés se puso las gafas de nuevo.
—¡Sácame de aquí!
Cynthia no dijo nada y puso en marcha el coche.
Con todo lo que ocurrió cumplió con el viejo dicho, a veces lo que con gran trabajo no se consiguió, se obtuvo sin trabajo alguno.
—¿A dónde vas?
—Al centro de la ciudad.
Hoy hubo una reunión de fans y todo estaba listo allí, lo que faltó era su presencia.
Antes de subir al coche, él pensó que era la persona que venía a recogerlo. Después de ver a Cynthia, se dio cuenta de que se había equivocado. Pasó lo que pasó, ahora se había liberado de los fans.
Se quitó las gafas y la máscara, dejando al descubierto todo su rostro.
Tenía el cabello del color azul oscuro, y estaba bien cortado con personalidad, sus ojos eran muy profundos y brillantes. Sus rasgos eran perfectos, era muy guapo.
Llevaba una camisa a cuadros del color azul claro, las mangas estaban enrolladas, se veía simple y hermoso, pero con un toque de sexy.
Tenía la nariz alta y los labios rojos. La dio una sonrisa atractiva:
— Cuánto tiempo sin verte.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Vuelve conmigo,mi cariño!