¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 399

Mauricio sabía que Alain se hallará en un dilema, pero también conocía su temperamento.

—No pienses tanto.

Mauricio no sabía qué podía decirle para consolarla.

Cynthia abrió los ojos, mirando los rayos de luz colorida que pasaban rápidamente por la ventana, deslumbrando sus ojos y fascinando su mente.

—Cuñada, también creo que no deberías tener una relación tan estrecha con Carmen.

Esta era probablemente la causa de la ansiedad de Elio.

No podía entender por qué una persona tan lista como Cynthia hizo algo tan irracional y dejó que Alain se hallara en un dilema, y ahora enfadó a Elio.

Cynthia no explicó, porque se lo prometió a Carmen.

—¿Te duele?

Mauricio entró en pánico, sintió sudor por todo el cuerpo de Cynthia.

Cynthia negó con la cabeza, el dolor a veces era fuerte ya veces leve, pero ahora no era tan doloroso.

Pronto llegaron al hospital, Mauricio se bajó del coche abrazándola y la llevó a la sala de emergencias, el médico le pidió a Mauricio que la dejara:

—Todos salgan y esperen.

Mauricio retiró las manos, y de repente se dio cuenta de que la sensación pegajosa que pensó que era sudor en el coche resultó ser sangre.

Fue a ver a Cynthia, que estaba acostada en la cama del hospital y estaba rojo debajo de su cuerpo.

Se quedó aturdido, ¿qué estaba pasando?

El médico entendió lo que estaba pasando de un vistazo y le pidió al asistente que preparara la operación.

—Todos salgan y esperen.

Mauricio no se movió, pero Diego lo sacó de la emergencia.

En ese momento, Cristián corrió hacia ellos apresuradamente cruzando el pasillo.

Condujo el coche siguiendo a Diego, pero fue bloqueado por otro coche en el camino, por lo que llegó un poco más tarde.

—Déjame calmar.

Mauricio interrumpió a Cristián, su cerebro se quedó en blanco por un momento, ¿cómo podía haber sangre?

Se sentó en la esquina mirando la sangre manchada en sus manos, nunca había tenido una amiga, pero era un adulto, en tal situación... generalmente sólo había una posibilidad.

Tenía el cuello enderezado y la nuez de Adán se deslizó hacia arriba y hacia abajo.

—Zumbido——

Sin embargo, en ese momento, sonó el móvil en su bolsillo.

Alain lo llamó tan pronto como salió de la familia Bezos.

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