Para Elio, Alejandro traicionó a Fernanda, ¡pero Alain no podía hacer lo mismo!
¡No permitiría que el hijo de Fernanda fuera cercano con Carmen!
Irene suspiró, sabía lo que estaba pensando Elio, pero le preocupaba que este asunto fuera demasiado lejos, dañando la relación entre ellos.
—¿Quieres preguntarle a Diego si lo reveló?
Preguntó Irene.
Tenía que aclararlo de cualquier manera para que Alain no malinterpretara a Elio, de lo contrario podría guardarle rencor.
Elio apretó las cejas.
—Ve a llamar a Diego, dile que quiero verle.
Elio tenía intención de preguntárselo. Después de todo, este asunto lastimó mucho a Cynthia. Afortunadamente, Alain y Cynthia tenían un matrimonio escondido. No mucha gente conocía su matrimonio, así que no le iba a afectar; de lo contrario, realmente se le habrían ido de las manos.
Irene caminó hacia la puerta para abrirla mientras que Andrés estaba parado en la puerta y estaba a punto de llamar. Los dos se encontraron de cara por casualidad.
—Mamá.
—¿No dijiste que no volverás estos días?
Preguntó Irene.
Andrés sonrió y dijo:
—He cambiado de opinión. Por cierto, Diego está aquí.
Irene miró hacia la espalda de Andrés para ver a Diego y Amalia detrás de él. Iba a hacerle una llamada, pero ahora no era necesario. Tiró de su hijo para salir y miró a Diego.
—Elio está en el estudio. Entra. Tiene algo que decirte.
Diego asintió con la cabeza, sabiendo lo que Elio podría decirle. Ya cuando divulgó la noticia pensó en una contramedida.
—Amalia, debes ser más madura.
Le dirigió a su hija una mirada seria, tenía miedo de que dijera cosas indebidas delante de Andrés.
Amalia entendió las intenciones de su padre, asintió con la cabeza.
—Lo sé.
Entonces Diego entró al estudio tranquilo, cerró la puerta del estudio. Elio se puso de pie, acercó una silla para Diego y se sentó frente a la ventana.
—Debes haber visto las noticias en Internet, ¿verdad?
Diego habló primero.
Elio asintió.
—Vine por este asunto.
Dijo Diego de nuevo, mirando a Elio con semblante tranquilo.
—Es mi culpa.
Elio se quedó desconcertado, pensó que lo había hecho los Haba, no esperaba que fuera él.
—Ains, sé que los Haba están ansiosos por vengarse, no debería haberte aconsejado aprovecharnos de Flavio. Dicen que a este Flavio le gusta mucho Cynthia, y los Haba guardan mucho rencor hacia Cynthia, por eso han divulgado tanto el asunto. Estaba enterado porque Gabriel lo mencionó en ese momento, pero no me lo tomé en serio, pensé que solo lo decía por decir, no me esperaba que realmente se atreviera a hacerlo.
Diego dijo sintiéndose culpable.
Pronto cambió de tema.
—Nos hemos incorporado al ejército al mismo tiempo, ahora esta edad se nos considera amigos de toda la vida, así que te seré sincero, en mi opinión, solo podemos llevar a cabo el asunto dado que ha llegado a este punto.
Como Diego fue tan franco, Elio tampoco podía regañarle, simplemente empezó a odiar a la familia Haba en su interior.
Elio miró a Diego.
—Te refieres a que…
Diego asintió.
—Ahora es el momento de presionar a Alain.
Elio dudó por un momento. Si Cynthia no estuviera embarazada, no dudaría en absoluto. Sin embargo, en este momento, Cynthia estaba embarazada, era difícil que Alain accediera.
—¿Qué pasa? ¿Te pongo en un dilema?
Diego notó la vacilación de Elio y lo persuadió:
—¿Crees que todavía nos queda otra salida? He metido a mi única amada hija en esto.
Elio entendía que no podían echarse atrás, no podía decepcionar a Diego.
—Más tarde quedaré con él.
Amalia se puso de pie para marcharse con Diego.
Andrés no pudo contener su curiosidad, preguntó con tono frío e inquisitivo:
—¡¿Qué estáis tramando?!
Cuando Diego se fue al estudio, intentó sacar información a Amalia en el salón, pero esta vez Amalia no se comportó tan simple como en la casa de los Mercedes, se negaba a contestar a todas sus preguntas, obviamente estaban escondiendo algo.
Elio estaba muy descontento.
—¿Qué es esta actitud que estás poniendo?
—Mi actitud no tiene ningún problema. Tú eres el que tiene algún problema. ¿Qué estás conspirando a escondidas con Diego?
Andrés tenía suposiciones en su mente, pero no quería admitirlo. La noticia de Cynthia se estaba poniendo cada vez más grave. La gente normal no tenía esa capacidad para hacerlo, incluso si quisiera hacerlo, tenía que considerar la familia Paramés y la familia Bezos.
Pero ahora…
Alain le pidió que sacara a Amalia. Diego y Elio tuvieron una conversación secreta. Todo tenía pinta de complicado, pero en realidad era algo simple: Diego y Elio era los responsables de la noticia, por eso Alain le pidió que sacara a Amalia con el fin de poder amenazarlos con eso.
Lo único que no sabía era por qué Elio y Diego habían hecho eso.
Elio frunció el ceño profundamente, disgustado con las palabras de su hijo.
—¡Malcriado! Diego y yo estamos hablando de asuntos del trabajo, ¿acaso tengo obligación de contártelo? Eres mayorcito para no conocer lo que significa respeto. Nuestro país es un gran país de modales. Mírate, ¿sabes siquiera lo que es modal? Jum, ¿te crees que siendo estrella eres un personaje? En la antigüedad no eres más que un payaso que hace espectáculos. Encima te lo tienes creído, ¡no sabes lo humillante que eres!
Escuchando sus palabras, Andrés estaba por perder los estribos, sus puños estaban apretados.
Irene también los escuchaba a un lado, entró en pánico, por lo que rápidamente agarró a su hijo.
—Mario, no te enojes, tu papá es así.
Andrés se burló y señaló a Elio.
—¿Cuándo ha dejado de menospreciarme? ¿Cuándo hizo algo que le parece correcto? ¿Me consideras un payaso? Pues muy bien, seguiré mi carrera de payaso, ¡seré el payaso más popular de la Nación Z! ¡A ver lo que puedes hacer al respecto!
—Mario, ¿cómo puedes hablarle así a tu papá?
Irene tiró de él.
—Es tu papá. No seas tan terco. No paráis de pelearos cada vez que os encontráis, ¿os parece que tenéis pinta de padre e hijo?
Los ojos de Irene estaban llenos de lágrimas, se sentía muy triste, no se parecían a padre e hijo, más bien eran enemigos.
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