Andrés aparentaba tener vergüenza y se quedó en el sofá sin hablar.
A Irene le puso los nervios por la intriga y casi le gritaba:
—Dilo de una vez.
Andrés agarró a Irene para que se sentara a su lado, puso sus brazos alrededor de los hombros de Irene y dijo:
—Mamá, ¿sabes por qué no me he buscado novia?
—¿Por qué?
Irene criticaba en su interior, si ella lo supiera, ¿por qué esperaría a su respuesta?
Andrés se hizo deliberadamente tímido.
—Bueno, olvídalo.
—¿Cómo puedo olvidarlo?
Irene casi se pone de pie de la ira y miró a su hijo.
—¿Qué ocurre para que estés tardando tanto? ¿De verdad eres mi hijo? Es que pareces una abuela.
Andrés parpadeó, se sorprendió de que el tono de Irene fuera tan parecido a Elio.
¿Era cierto que las parejas se iban influyendo en su modo de actuar?
—Date prisa, ¡quién es!
Irene estaba un poco impaciente, Andrés la estaba matando de intriga.
Andrés vio que ya era hora de contárselo a Irene, si no la enfadaría y no valía la pena. Se tocó la nariz agachando la cabeza y dijo:
—La conoces y su relación con nuestra familia es bastante buena, ella tiene un año menos que yo.
Irene pensó y la única persona que cumplía con los requisitos era Amalia de la familia Mercedes.
Agrandó los ojos y miró a su hijo un poco sorprendida y asustada:
—¿Te refieres a Amalia?
Después de todo, Elio solo quería que Amalia se casara con Alain.
¿Cómo podía no estar asustada?
Andrés miró la expresión sorprendente de Irene y preguntó:
Andrés actuó como si no entendía la complicación que mostraba Irene y preguntó aposta:
—¿Crees que somos inapropiados?
Irene explicó apresuradamente:
—No.
—¿Entonces? He investigado que Amalia está soltera y creo que es un buen momento para declararme. Y, mamá, ¿no estás dispuesta a ayudarme?
Andrés fingió estar decepcionado.
Irene deseaba de todo corazón que su hijo estuviera con la persona que amaba, pero Diego y Elio habían decidido que Amalia se casaría con Alain.
Andrés dijo que amaba a Amalia, pero qué podía hacer ella en ese momento.
—Mario, las cosas están un poco complicadas ahora, Amalia ya está prometida.
Irene se sentía mal, porque la felicidad de su hijo era lo más importante.
Su cerebro movía rápido, tratando de encontrar una manera de detener a Elio y Diego para dejar que Amalia estuviera con su hijo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Vuelve conmigo,mi cariño!