¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 453

Elio se burló.

—Preocúpate por cuidar de ti mismo.

Pronto llegaron al puesto de barbacoas que estaba al lado de un estanque. El mayor placer de este puesto era que podían prepararlo por su cuenta. El puesto proporcionaba todos los ingredientes y materiales. Al lado del estanque también había un bosque, donde se podía disfrutar del aire fresco mientras charlaban.

Prepararon carne y verduras a la barbacoa, luego tomaron algunas latas de cerveza y se sentaron sobre el césped del bosque. Disfrutaban de la comida mientras charlaban.

Elio suspiró.

—Me temo que no habrá días tan tranquilos en el futuro.

Fernanda estaba sentado a su lado y le lanzó una mirada.

—¿Por qué dices eso? Eres alguien que va a conseguir un gran éxito en la vida.

—¿Qué gran éxito quieres que consiga?

Elio miró a su hermana y le preguntó.

Fernanda dijo casi sin pensar:

—Pues claro que quiero que seas un general que proteja el país.

Elio dijo que era ambiciosa. «¿Un general?».

Diego guardaba silencio. La mayoría del tiempo estaban hablando los hermanos, él solo miraba a Fernanda cuando ella hablaba.

Siempre tenía una expresión animada, parecía inocente y enérgica.

—Traeré algunas latas más de cerveza.

Elio se levantó.

Entonces Diego tuvo la oportunidad de hablar con Fernanda.

—Parece que tienes muy buena relación con Elio.

Fernanda apoyó la barbilla.

—Es mi hermano.

De pronto se acordó de algo y dijo impotentemente:

—Cuando iba a primaria, ningún compañero se atrevía a hacerse amigo mío.

Diego preguntó con curiosidad:

—¿Por qué?

Fernanda frunció los labios.

—Porque tengo un hermano «malo». Me acuerdo de que cuando estaba en segundo, mi compañero de mesa me empujó sin querer, me hice daño en las rodillas y derramé un poco de sangre. Cuando mi hermano se enteró fue a pegarle.

—¿Tu hermano fue a pegar a un niño?

Diego estaba boquiabierto.

Eso era obsesión por su hermana.

—Sí, desde entonces todo el mundo sabe que tengo un hermano mayor violento, por eso nadie se atrevió a acercarme, todos le tenían miedo a mi hermano.

Diego se rio.

Fernanda se acercó a Diego para susurrarle:

—Te voy a contar un secreto, elegí una escuela lejos de casa porque tenía miedo de que mi hermano volviera a golpear a mi compañero de clase, no quiero quedarme sin amigos.

—Ja, ja...

Diego se rio a carcajadas.

—No se lo digas a mi hermano.

Diego bromeó con ella.

—No te guardaré el secreto.

Fernanda se agarró la barriga, parecía que tenía algún malestar. Diego la miró.

—Es broma. No se lo diré a tu hermano. No finjas que te duela la tripa.

Fernanda se apretó la tripa y no dijo nada, luciendo incómoda.

—¿De verdad te duele la barriga?

Preguntó Diego.

Fernanda asintió.

—Pues vayamos a buscar a tu hermano.

Diego extendió la mano para ayudarla a levantarse, entonces vio sangre en sus pantalones.

Vaciló por decirlo o no. Al final se quitó la manga larga. Fernanda se quedó desconcertada en ese momento, porque se quedó desnudo quitándose la camiseta.

—¿Qué estás haciendo?

Le entregó la ropa, sin mirarla, le recordó:

—Tienes algo en el pantalón...

—¿Tengo algo en el pantalón?

Fernanda volvió la cabeza vacilante y miró hacia abajo, solo para encontrar que sus pantalones estaban manchados de sangre.

—¿Te ha venido la regla?

La cara de Fernanda se sonrojó instantáneamente y bajó la cabeza, era la primera vez que le venía la menstruación.

—Hay mucha gente por aquí, no es bueno que te vean así. Ata la camiseta a la cintura. De todas formas, no hace mucho frío.

Fernanda vaciló antes de tomarla.

Frunció el ceño.

—En ese momento ella solo tenía quince años...

Elio estaba muy molesto, como si alguien hubiera manchado a su hermana.

Diego no se dio la vuelta en ningún momento.

—¡Papá, me has decepcionado!

Amalia no podía aceptarlo, su padre le había dado sugerencias en nombre de por el futuro de la familia, pero en realidad solo quería hacer algo por el amor secreto que había guardado tantos años en su corazón.

La imagen de su padre increíble se derrumbó instantáneamente.

Ella salió corriendo con lágrimas en la cara.

Raquel miró a su marido.

—Incluso si tienes mucha lástima, deberías haberlo dejado pasar en todos estos años.

Dicho eso salió. Cuando pasó por el costado de Elio, añadió:

—Me parece que estáis locos. ¿Cómo podéis destrozar un matrimonio por vuestro egoísmo?

Elio volvió la cabeza. A pesar de que había dejado en paz a Cynthia, todavía no podía dejar de lado su relación con Carmen, a sus ojos, fue Carmen quien rompió el matrimonio de su hermana.

El silencio invadió el estudio. Elio no esperaba que su viejo amigo estuviera enamorado de su hermana.

No podía describir lo que sentía. En resumen, no estaba nada contento al respecto.

—Dices que la quieres mucho, pero ¿qué le has dado? Al final le has hecho casarse con alguien que no le gusta por intereses familiares.

Diego se burló.

—Lo hicimos por su bien.

Elio todavía pensaba que lo que hicieron era lo correcto.

—Ese chaval de la familia Cambeiro solo es un hijo ilegítimo, encima su madre es una prostituta, ¿cómo puede ser digno de Fernanda?

—¡Alejandro es mil veces mejor que ese chaval de la familia Cambeiro!

Aunque Alejandro traicionó a su hermana, no pensó que fuera culpa de Alejandro, porque concluyó que debió ser Carmen quien lo sedujo.

En cuanto a candidato como novio de su hermana, Alejandro tenía todos los requisitos que pedía, era alto, guapo y capaz. Se notaba que a Alejandro le gustaba Fernanda en ese momento.

Hacían una buena pareja juntos.

Diego resopló con frialdad.

—Solo habéis sido egoístas, no lo disimules tan bonito.

—Si supiera de lo que piensas hace veinte años, ¡definitivamente te daré una paliza!

Dijo Elio con fiereza.

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