¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 519

En este momento Daniel se arrepintió un poco, preguntándose si le causaría problemas a Mauricio, miró a Luciana impotente y solo pudo rezar para que el asunto no fuera demasiado grave.

—Entra.

Daniel se hizo a un lado para dejarla pasar.

Luciana miró a Daniel, luego se armó de valor y abrió la puerta. Los muebles de oficina con tonos oscuros emitían una sensación solemne.

En el momento en que Mauricio vio a Luciana, frunció las cejas, no esperaba que apareciera aquí.

Solemnemente dijo en voz baja:

—¿Qué haces aquí? Sal.

Luciana se paró junto a la puerta, apretando los puños, estaba nerviosa e incluso conmocionada por enfrentarse a un personaje como el director Martín Forero, pero no se echó atrás.

—Yo he causado el problema, creo que tengo la obligación de darle una explicación a tu jefe.

—Ja, ja.

El director Martín se rio.

—Bueno, ya que Mauricio no quiere decir nada, dime, ¿qué fue lo que pasó?

—El oficial Mauricio no ha hecho nada, todo ha sido por mi culpa.

Luciana miró al director Martín.

—Todo ha sido iniciativa mía.

El director Martín volvió a reírse, pensó que la chica era divertida, se sentó en la silla y miró a Luciana.

—En la foto salís abrazados, ¿por qué dices que no ha hacho nada? ¿Sabes que es un funcionario público? ¿Sabes el impacto que ha causado las especulaciones que están haciendo la gente sobre él?

Luciana se quedó un rato sin habla, no podía explicar la foto, y era cierto que provocó un impacto.

Ella apretó las manos.

—Sé que no me cree, pero todo es culpa mía, no tiene nada que ver con el oficial Mauricio. Le ruego que no lo castigue.

El director Martín miró a Mauricio y luego a Luciana con cara de impotente y divertido, ese rostro serio de repente se volvió amable.

Sabía cómo era Mauricio, cuando vio la noticia sintió que debía haber un malentendido, porque Mauricio no era alguien que haría tal cosa.

No obstante, era un policía, una noticia así tendría un impacto negativo en los agentes policiales y haría que la gente pensara que todos estos estaban apoyándose de sus puestos para tener líos por allí.

Al no escuchar la respuesta de director Martín, Luciana pensó que seguía con la intención de castigar a Mauricio, así que armó de valor y preguntó:

—Soy mayor de edad y el oficial Mauricio es soltero, ¿no podemos salir juntos? ¿Salir juntos es ilegal?

Mauricio miró a Luciana con sorpresa.

—Esto, Luciana...

—No entiendo por qué te echan la culpa a ti si no es culpa tuya. Ya he explicado que en ese momento te besé por desprevenido. No entiendo por qué nadie me cree. Sólo no quiero que te castiguen por mí, pero al parecer no puedo explicar este asunto de ninguna forma.

Luciana tenía los ojos rojos.

—No quiero que te castiguen por mi culpa.

El director Martín apretó las cejas.

—Veo que eres una chica muy testaruda.

En este momento, la puerta de la oficina se abrió de nuevo y un hombre de uniforme se acercó al director Martín para susurrarle algo.

Después de escuchar las palabras del hombre, la expresión del director Martín cambió muchas veces, finalmente volvió a la tranquilidad y dijo a la ligera:

—Ya veo.

El hombre se fue luego de hablar. El director Martín encendió la computadora y buscó las noticias de Mauricio, ya no había resultados de búsqueda.

En cambio, la noticia de que la persona que subió las fotos pidió disculpas estaba por todas partes, admitió que la foto fue editada y que subió las fotos porque tenía rencores hacia Luciana, por eso trató de calumniarla deliberadamente. Aparte de eso dijo que lamentaba haber causado mucho impacto en la sociedad, pidió disculpas por los problemas causados ​​por la mayoría de los funcionarios públicos, y que esperaba ser perdonado.

Cristián fue a la universidad y rápidamente descubrió a la persona que publicó las fotos. No le costó mucho conseguir que los encargados de la universidad le hicieran escribir una declaración. Después de todo, la universidad también quería resolver el asunto lo antes posible. Dado que Cristián era abogado, sabía cómo redactar la declaración a favor de Mauricio y Luciana. No importaba la veracidad de la declaración siempre y cuando se resolviera el asunto. Además, el departamento de relaciones públicas contactó con los principales medios de comunicación para que borraran todas las noticias sobre Mauricio y Luciana, hasta en Facebook no se podía encontrar nada relacionado.

La disculpa junto con las noticias deshechas había dado fin al asunto. Solo quedaba que la gente lo olvidara poco a poco con el tiempo. Con el desarrollo de Internet, en las redes sociales había chismes por todas partes, así que en nada se les habría olvidado esta noticia.

Mauricio tampoco sabía lo que quería decir el director Martín, «¿No me va a decir nada más? Si me quiere castigar tendrá que decirme algo, ¿no?».

—Director Martín, mi descuido ha causado problemas, le prometo que no volverá a pasar. Esto, ¿puede dejarla salir primero?

Evidentemente, esta no era un asunto que se podía resolver con una explicación, y era inútil que Luciana dijera tanto.

Si el asunto no se resolvía, no se libraría de su castigo.

Al director Martín no le importaba lo que ocurrió o cómo ocurrió, lo que le importaba era cómo solucionarlo.

Al escuchar la voz de Mauricio, el director Martín lo miró con calma, fingiendo ser serio.

—Es una involucrada, ¿cómo la puedo dejar ir primero? ¿Dónde te has buscado una chica tan elocuente?

—¿Por qué de repente ha cambiado de idea?

—Creo que el asunto se ha resuelto.

Mauricio pensó que el hombre que entró antes debería haberle dicho esa noticia al director Martín.

Sin duda fueron Alain y Cristián quienes lo ayudaron a resolver el problema. Como era de esperar, vio a Cristián parado junto a la puerta esperándolo.

—Tienes que invitarme a una cena.

Mientras hablaba, miró a Mauricio que tomaba la mano de Luciana.

Bromeó sonriendo:

—¿Podéis ser un poco más discretos? Es mejor que mostréis afecto en público luego de que este asunta desaparezca por completo.

Solo entonces Mauricio se dio cuenta de que aún sostenía la mano de Luciana y de repente la soltó como si hubiera tocado una bomba.

Luciana lo miró y bajó la cabeza en silencio.

Mauricio luego se dio cuenta de que se había pasado soltándola tan exageradamente y tosió un poco para disimular su vergüenza.

Cristián suspiró y los ayudó a abrir la puerta del auto.

—Vamos.

Después de que se subieron al auto, Cristián lo puso en marcho y dijo:

—Ha sido un día ajetreado, ¿qué tal si llamamos a Alain para ir a comer?

—Claro, yo invito.

Mauricio estaba en el asiento de copiloto, no se sentó deliberadamente con Luciana, en su mente aún sentía que solo era una niña, no le tenía ninguna otra intención, a pesar de que su primer beso fue arrebatado por esta niña.

Cristián pensó para sí mismo que era muy difícil conseguir que su amigo se espabilara en el amor, hasta él había notado que Luciana sentía algo, al fin y al cabo, una chica joven no sabía ocultar sus pensamientos; no obstante, mirando lo reservado que era Mauricio, realmente sintió preocupación por él.

Suspiró de nuevo en su interior.

—Llama a Alain.

Dijo Cristián mientras conducía el auto. Mauricio sacó su teléfono para llamar, pero el móvil del otro estaba apagado, lo llamó de nuevo, pero seguía apagado.

No lo encontraron en la villa. Luego fueron a la empresa a buscarlo, pero no estaba allí. Henry tampoco estaba.

Cristián y Mauricio estaban un poco confundidos. Alain nunca apagaba su móvil, ¿por qué de repente lo apagó? Además, no estaba ni en la empresa ni en la villa. Desde que Cynthia se fue, la empresa había sido donde había pasado más tiempo. ¿En dónde podía estar si no era en la empresa? Ya era mayorcito para jugar a eso de desaparecer sin avisar.

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