¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 541

Había una sensación de alegría al entrar en el hotel. No se trataba de una boda moderna, sino de una boda de temática oriental. Todo el espacio de la boda estaba decorado en un tono rojo que representaba la felicidad. Como el punto de enfoque, el salón de actos resaltaba los colores y la temática principal con su decoración, con el fin de crear un ambiente lleno de estilo oriental.

Todo estaba muy animado, no había muchos familiares por parte de Arturo, pero sí muchos socios de trabajo, también algunos ejecutivos de su empresa, el resto eran familiares y amigos de parte de la novia.

Nadie hacía caso de que alguien entraba, sus ojos estaban puestos en el salón de actos. El momento de la boda que llamaba más la atención era cuando los novios hacían la ceremonia de la boda al estilo oriental, en lugar de intercambiar los votos, hicieron reverencias a los padres y mutuamente.

La novia llevaba un vestido de novia al estilo oriental, con una corona de fénix en la parte superior de la cabeza, sobre la corona había un pañuelo cuadrado de flecos rojos que tapaba la novia, lucía misteriosa y hermosa.

Arturo no vistió el correspondiente traje de estilo oriental, sino un traje formal con una sonrisa en el rostro, aparentemente satisfecho con el matrimonio.

Alain no estaba de humor para apreciar la boda, solo quería encontrar a Cynthia lo antes posible, sin embargo, había tanta gente en la escena que le resultó difícil verla de un vistazo.

Los padres de la novia también eran figuras poderosas, se subieron al escenario para decir algunas palabras y expresar la satisfacción que sentían por su yerno.

Excepto el problema de las piernas, Arturo destacaba en términos de habilidad y apariencia. El único inconveniente era que sus piernas no podían caminar como la gente común.

Aunque la boda fue grandiosa, se omitieron muchos detalles que formaban parte de la ceremonia, así como el discurso de la novia y el brindis con todos los invitados.

Cynthia estaba parada debajo de la cortina roja que había en el lado derecho del salón de actos, mirando la escena en silencio. Como no estaba lejos, podía ver claramente el rostro de la novia, sus rasgos faciales eran finos, no había ningún lugar prominente, tampoco dejaba a la gente impresionada con solo verla, pero era de esas que daban una sensación agradable. Sus ojos eran como agua que nunca había sido contaminada, tan clara que podía ver hasta el fondo.

Al final de la ceremonia, Arturo bajó con la novia y se acercó a Cynthia.

—¿A dónde me llevas?

Fiona López lo siguió obedientemente y preguntó con curiosidad.

Arturo se rio.

—Te llevo a conocer a alguien.

Pronto llegaron a Cynthia, Arturo sonrió y le presentó:

—Esta es mi esposa, Fiona López.

Cynthia saludó cortésmente:

—Hola.

Fiona parpadeó sus ojos inocentes y dijo:

—La conozco.

Arturo dijo con una sonrisa:

—Ah, ¿sí? ¿En dónde la conociste?

Cynthia también estaba buscando en su mente algún rastro de esa chica, pero no encontró ningún recuerdo sobre ella.

Fiona no tenía ninguna expresión en su rostro y dijo a la ligera:

—En la tienda de «La Nube Bordada», la vi cuando fui a personalizar mi vestido de novia. Fue otra diseñadora quien nos recibió a mi madre y a mí. Ella estaba atendiendo a otras clientas.

Cynthia se dio cuenta de repente, no era de extrañar que estuviera familiarizada con el vestido de novia que llevaba. Entonces recordó que había visto este diseño en los bocetos de Chloe. Después de la inauguración de «La Nube Bordada», Chloe tomó el primer diseño.

Después de que Fiona dijo esto, lo recordó.

Cada vez tenía más mala memoria, ¿era verdad que las embarazadas sufrían pérdida de memoria?

Pero cuando tuvo a los gemelos no le pasaba esto, ¿sería porque estaba demasiado cansada? Aunque tenía muchas ganas de volver a descansar, y luego volver a la Ciudad C lo antes posible, esta era la boda de Arturo, debía quedarse hasta que se terminara.

—He venido con prisa. No os he podido preparar un regalo de bodas especial. Solo he podido daros un sobre rojo grande. Espero que tengáis una feliz boda.

Cynthia dijo con una sonrisa.

Arturo fingió estar enojado.

—Qué poca consideración por tu parte, ¿me quieres mandar lejos solo con un sobre rojo?

—Tú tienes la culpa de no haberme avisado con tiempo. Si supiera que esta señorita es tu esposa, no dejaría que Chloe le cobrara el dinero en ese momento, se lo habría regalado como bendición de la boda. ¿Qué tal si te devuelvo el dinero del vestido de novia?

Arturo:

—...

«¿Tengo pinta de faltar dinero?».

—Ahora que estoy casado, ¿aún tienes preocupaciones? ¿Por qué me hablas con tanto distanciamiento?

Preguntó Arturo.

Cynthia frunció el ceño, «¿Ni siquiera tiene en cuenta los sentimientos de su novia? ¿Por qué dice esto en una ocasión como esta?».

No pudo evitar mirar a Fiona, Fiona no tenía una expresión extraña por las palabras de Arturo, estuvo tranquila todo el tiempo con esos grandes ojos que tenía.

—Ella...

Cynthia sintió algo raro.

Arturo miró a Fiona y le tendió la mano, ella se puso en cuclillas y le puso la mano en la palma obedientemente, sonriendo y llamando:

Arturo miró fijamente su vientre, con inexplicables emociones bajo los ojos, pero sonriendo en su rostro.

—Déjame tocar a tu bebé. En esta vida, me temo que no tendré la posibilidad de tener un bebé. Este puede ser mi único deseo.

Cynthia:

—...

Ella frunció el ceño profundamente.

—Si no hablas, lo tomaré como un sí.

Extendió la mano mientras lo decía.

Cynthia sabía que debía negarse, sin importar desde qué aspecto, debía negarse, pero cuando la mano de Arturo cubrió su vientre, no lo evitó de inmediato.

No sabía por qué, solo pensaba que le daba mucha pena, sí, pena, no encontraba otros adjetivos.

Era como un vagabundo que le pedía algo de comida, ella sin duda le daría toda su comida.

—Crees que, si tu marido quisquilloso me ve así, ¿perdería los estribos?

Arturo dijo con una sonrisa.

Cynthia bajó la mirada, pensando en ese hombre también recordaba las fotos desagradables. Entonces le empezaba a dolor el corazón.

Ella no respondió a la pregunta de Arturo, pero dijo:

—Creo que debería volver.

—Está bien, no creo que necesites que envíe a alguien para que te lleve.

Arturo asintió sin más, la sonrisa en su rostro se hizo más profunda.

Su sonrisa era cada vez más alegre viendo que el hombre detrás de ella se estaba cabreando.

—¿Por qué dices eso?

Cynthia pensó que su sonrisa era «perversa».

Arturo tomó la mano de Fiona y miró su espalda con una sonrisa.

Entonces Cynthia se dio cuenta de que había alguien detrás suya y se dio la vuelta lentamente.

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