¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 611

Todos los miembros de la escuela estaban en el patio, se reunían todos los profesores y alumnos solo en ocasiones de evento.

Era la primera vez que se reunían por un «error» de una estudiante.

Luciana, aunque era muy fuerte, no pudo mostrarse tranquila al ver a tantos alumnos. Bajo la mirada de todos, no pudo calmarse, arrugó la hoja que tenía en la mano de los nervios.

El profesor le devolvió la mirada y suspiró:

—Debes haber ofendido a alguien, si no, no se habría vuelto a sacar el tema después de todo este tiempo.

Luciana no sabía a quién había ofendido, quién intentaba tenderle una trampa, no se le ocurría nadie más excepto Silvia, que le había puesto las cosas difíciles públicamente.

Pero Silvia no parecía tener el poder de hacer eso, después de todo, sólo el director podía tomar esa decisión, y ella no tenía ese poder.

Entonces, ¿quién más estaba intentando tenderle trampa?

No se le ocurrió nadie más.

—Yo tampoco puedo ayudarte.

El profesor se sintió impotente:

—Adelante, vete al frente.

Luciana sabía que alguien le había hecho esto y el profesor no podía hacer nada al respecto.

No pudo contener temblar, se sentía demasiada agraviada, pero sabía que, si no lo hacía, sus estudios se podrían verse afectados, no podía perder los estudios, era la única forma de salir adelante, debía graduarse correctamente.

Tuvo que tragarse todos los agravios que tenía ahora.

Caminando hacia el frente, ya había murmullos entre sus compañeros de clase. Lo de la otra vez hizo que muchos de los alumnos supieran de ella, esta vez se convertiría completamente famosa en la universidad.

Por supuesto, no sería una buena fama.

En ese momento un profesor dijo:

—Vamos a empezar.

Los estudiantes se quedaron quietos instintivamente, todos esperando lo que iba a decir.

Luciana podía sentir sus miradas de burla y diversión, sintió una especie de amargura. Ella no había hecho nada malo, y sin embargo tenía que disculparse delante de todo el mundo por algo que no era cierto.

Estaba a punto de estallar.

Después de respirar repetidamente, cogió la nota, sus manos estaban cubiertas de sudor frío y su cara estaba pálida. Dijo con un ligero temblor el contenido del texto de autocrítica.

—Querido profesores y alumnos… Hoy escribo este texto de autocrítica con remordimiento para demostrarles que soy consciente, y que estoy profundamente equivocada, sobre el mal comportamiento que ocurrió frente a la universidad, lo evitaré para las próximas veces...

La voz le temblaba y al final estaba casi ronca.

—Por lo que considero necesario y oportuno hacer esta revisión para que pueda reflexionar profundamente sobre mis errores...

—¿Qué está pasando?

Los policías que habían venido con Mauricio estaban un poco confundidos.

¿Cómo era posible humillar a alguien así en la universidad?

Encima delante de todo los profesores y estudiantes.

Un compañero dijo:

—Esta alumna es bastante valiente.

Una emoción pasó por los ojos de Mauricio y susurró al hombre que tenía al lado:

—Guíales.

Había venido hoy por el asunto de la madre de Luciana. En verdad no tenía que venir, algún comisario vendría a informarle sobre eso. Vino porque sabía que era la madre de Luciana, sólo que no esperaba...

Levantó la vista para mirar a la chica que estaba de pie al frente, era delgada, con una cola de caballo, miraba hacia abajo, aunque no podía ver su expresión, se sabía que era una chica fuerte por la postura recta que tenía aun en esta situación.

Algunos policías fueron para hablar con el profesor sobre la situación. Normalmente, sobre los sucesos de un preso, bastaría con hacer una llamada para informar a la familia.

Pero esta vez, se murió en la cárcel por lo que tuvieron que informarle seriamente.

El forense ya había identificado la causa de la muerte, que fue muerte súbita causada por enfermedad.

Tenían que comunicar con la familia, aunque no tenían la responsabilidad.

La repentina llegada de policías hizo que todos se volvieran más curiosos. Unos policías fueron hacia donde estaban sentados los profesores.

—Somos de la Oficina de Seguridad Pública, ¿ hay una estudiante de primer año llamada Luciana Lorio?

El profesor de Luciana se levantó y los miró con cierta inquietud,

—El motivo de llevar a esta estudiante no es porque haya hecho nada malo, sino que hay un caso relacionado con ella que tenemos que preguntarla.

Dicho esto, se llevaron a Luciana.

Luciana estaba muy inquieta, no le había pasado nada especial durante este tiempo, así que nada más salir de la universidad preguntó:

—¿Qué queréis de mí?

Uno de ellos dijo:

—Hablemos en la comisaría.

Luciana tuvo que calmar su inquietud y los siguió hasta el coche, y sólo cuando abrió la puerta vio que Mauricio estaba allí.

—Tú también...

—Sube.

Mauricio le hizo un hueco.

Luciana se subió al coche, cerró la puerta y preguntó:

—¿Sabes lo que quieren de mí?

Mauricio no contestó a la pregunta,

—¿No ha terminado ese incidente? ¿Por qué tienes que leer un texto de autocrítica delante de todos?

Luciana bajó la mirada y dijo con indiferencia:

—Nada.

No quería causarle problemas a Mauricio.

Mauricio frunció el ceño, estaba claro que no dijo la verdad, la miró y preguntó:

—¿No confías en mí?

Luciana sacudió la cabeza apresuradamente,

—No, cómo no voy a confiar en ti.... La última vez te metí en problemas, lo siento mucho por ti, sólo que no quería causarte más problemas.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Vuelve conmigo,mi cariño!