La mujer dio una mirada al vientre de Cynthia y dijo,
—¿Has venido para que te examinen el feto?
Cynthia asintió con la cabeza.
Estefania dijo sonriendo,
—Tienes buena suerte. Todo el mundo envidia tu boda lujosa.
—¿Nos conocemos?
Estefania siguió sonriendo,
—Quizá no me conozcas, pero te conozco.
Cynthia frunció el ceño y recordó quién era la mujer. Y estaba segura de que no la había visto.
—¿Por qué me conoces? ¿Quién eres? —Cynthia era muy alerta de los desconocidos.
Por eso, ella sacó el móvil por excusa de tomar la bolsa para pedir ayuda cuando algo pasara.
Mirándola, Estefania se dio cuenta de que ella era alerta.
—¿Has recibido mi regalo de boda? ¿Lo has mostrado a tu marido?
Enseguida, Cynthia se puso seria.
¿El regalo era de ella? ¿Quién era? ¿Qué quería hacer? ¿Por qué incluso Mauricio no podía encontrar la información sobre ella?
—¿Quién eres? —con las monas apretadas, Cynthia se sentía muy asusta, pensando que esta mujer se la acercó con mala intención.
—No tienes que saber quién soy. Mi vida es dura —indicando la dirección hacia quirófano, la mujer dijo—, has venido para tomar el examen de feto, pero yo he venido para hacer borto.
Después de terminar las palabras, se levantó y continuó diciendo,—De verdad, te envidio. Tienes marido que te quiere y el niño tiene su padre. Pero el mío, no puedo tenerlo.
Cynthia dijo en tono frío,
—¿Qué quieres decir? ¿Por qué me lo dices esto?
Ella indicó algo a propósito,
—Nada. Solo quiero contar a alguien mi tristeza, ya que el niño de una amante no tiene derecho a nacer. Además, el hombre tiene mujer e hijos, el niño no puede existir en el mundo. Quizá por la vehemencia, el hombre cogió conmigo. Pero creo que él todavía quiere a su mujer, por eso, la trata tan bien.
Entonces, la mujer se fue.
Cynthia frunció el ceño más, ¿a qué se refería esta mujer?
¿Qué indicaban sus palabras?
Sacó el móvil a llamar a Mauricio.
Justamente, Mauricio estaba hablando con otra persona por teléfono. La persona que Mauricio había mandado a vigilar a Estefania le perdió de vista y estaba contándolo a Mauricio.
—¿Qué pasa? ¿Cómo puedes perderle de vista?
—Quizá me haya descubierto. Tardó mucho tiempo en el baño. Y cuando entré a buscarla ya desapareció. No puedo seguirla al baño, por eso, es mi descuido.
—Ya lo sé. Síguela cuando la encuentres —Mauricio se preocupaba porque notablemente esta mujer llevaba mala intención. Regaló a Cynthia en la boda a propósito y también podía percibir que alguien estaba siguiéndola y escaparse de él. Evidentemente era muy astuta.
En este momento, sonó el móvil y Mauricio dijo,
—Encuéntrala lo más pronto posible.
—Es yo —tomando el móvil, Cynthia miró a todos lados—, ya sé quién es la persona que me regaló en la boda.
Mauricio se quedó pasmado,—¿Cómo lo sabes?
—La he visto. Es una mujer y me has dicho algo extraño. ¿Me la puedes averiguar?
—Sí, puedo. Pero dime primero, ¿dónde la has visto? ¿Y Alain lo sabe?
Ahora Mauricio estaba seguro de que Estefania estaba acercándose a Cynthia con mala intención.
—No se lo he contado. Todavía no lo sabe. Pero no olvides decírmelo cuando encuentres algo.
—Sí.
Alain vino con el resultado,
—¿Con quién estás hablando?
Llegó un mensaje al móvil. Alain sacó el móvil y vio que era de Mauricio.
«Mi subordinado ha perdido de vista de Estefania. Ella ha ido a ver a Cynthia y no sé qué le ha dicho. Cynthia me ha dicho que la averigüe.»
Alain escribió y le envió un mensaje,«¿Qué ha dicho a Cynthia?»
«No lo sé. Cynthia solo me dijo que esta mujer le había contado algo extraño, pero no me dijo de qué trataba. En cuanto al regalo de sostén, no sé si Estefania también ha dicho algo ofensivo. Si no, Cynthia no me pediría que la averiguara.»
Alain le contestó,«Ya lo sé.»
Dejó el móvil en un lado y condujo el coche.
—¿Quién te escribe?
—El móvil está, velo.
Cynthia no vio el móvil, pero tampoco dijo nada. Alain tampoco. Muy pronto se paró el coche. Los dos bajaron y regresaron a la habitación.
Después de entrar en la habitación, Alain dejó las llaves y el móvil en la mesa, agarró la corbata y metió a Cynthia en el sofá.
—La mejer que te regaló en la boda se llama Estefania. Es la sexta hermana de Norberto. Ahora están averiguando a Norberto y Domingo. Quizá haya sabido que yo los denuncié, por eso se te acerca a propósito. Su objetivo es muy evidente, provocar disensiones o hacerte daño, ya que eres mi mujer. ¿Qué te ha dicho para que dudes de mí?
Cynthia se sorprendió,
—¿Es de la familia Yepes?
—Sí. Dime, ¿qué te has dicho?
Sintiendo vergüenza, Cynthia bajó la cabeza,—Me ha indicado que tal vez tienes relación con ella.
Alain enarcó las cejas,
—Por eso, ¿la crees?
—No —Cynthia levantó la cabeza—, no la creo. Solo tengo miedo de perderte.
Ella lo abrazó y puso la cara en su abrazo, jugando los botones en su camisa,—Eres tan bueno y hay muchas mujeres. Pero yo ya tengo tres niños. Tengo miedo de que un día me dejes y mis niños no tengan padre. ¡Qué pobrecitos!
Alain se rio por sus desvaríos y levantó la cabeza de Cynthia pellizcando su barbilla.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Vuelve conmigo,mi cariño!