¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 71

Abrió la puerta cuando escuchó que le dio permiso una voz de adentro.

En la oficina espaciosa y única, había un escritorio rectangular en el medio. Los maniquís en ambos lados llevaban una variedad de hermosos vestidos. Al frente estaba sentada una anciana elegante con un conjunto de traje. Su pelo blanco estaba en un moño en la parte posterior de la cabeza. En el cuello llevaba un collar de perlas con tamaños y grosores uniformes, además, el color era brillante. El collar complementaba los pendientes de perlas que tenía en las orejas, presentando a la perfección la elegancia de la anciana.

—Siéntate.

La señora Roxana sostenía una delicada caja en la mano.

Lo acariciaba con cariño.

Cynthia echó un vistazo y se inclinó para sentarse.

—¿Me busca por algo?

La señora Roxana puso la caja sobre la mesa, pero en ningún momento apartó su mano, luego dijo sin rodeo:

—Planeo abrir una sucursal en la Ciudad B de la Nación Z. Quiero que vayas a administrarla.

Solo había un Diseños LEO en todo el mundo. Desde sus inicios estaba la regla de que no se iba a abrir sucursales en otros países, solo iba haber esa tienda.

Y esa misma tienda ya había recibido pedidos de todo el mundo.

Todos habían sido atendidos con servicios de una en una. Los vestidos de fiestas y los vestidos de novia que salían de allí eran las únicas piezas, absolutamente únicas.

Esa era la razón por la que Diseños LEO era tan agradado por muchas mujeres.

Especialmente para cuando asistían a grandes eventos, como las actrices que caminaban por la alfombra roja o las novias que se iban a casar. En esos momentos, los vestidos de fiesta y los vestidos de novia serían lo más importante para ellas, por eso la tienda que podía ofrecer una personalización y garantizar la singularidad absoluta era la primera opción para ellas.

—¿No hay una regla en la que dice que Diseños LEO no abrirá sucursales?

Cynthia no lo entendía.

Además, el lugar donde se iba a abrir la sucursal era en la Nación Z, y lo que la sorprendió aún más era que la ubicación era en la Ciudad B.

Ese era el lugar que más le desagradaba. Si fuera en otro país, estaría de acuerdo sin dudarlo.

La señora Roxana suspiró y dijo impotente:

—Tengo que dejar de lado algunos principios para conseguir algo a cambio.

Diseños LEO fue creado por la señora Roxana, y ella marcó esa regla.

Ahora la señora Roxana tenía 90 años, y esa regla cumplía sus 60 años. ¿Cómo podían romper la regla así sin más?

—Señora, ¿tiene alguna dificultad?

Cynthia miró la caja que había estado acariciando.

Parecía contener algo extremadamente precioso.

La señora Roxana no parecía dispuesta a hablar más.

—Ya lo he decidido.

Cynthia sintió lo inusual en eso porque la decisión fue demasiado repentina.

Era demasiada casualidad la ubicación que había elegida.

No creía que solo fuera una coincidencia.

Si no era una coincidencia, ¿quién quería que ella regresara?

—Cynthia, si no estás de acuerdo, ninguna tienda te querrá.

La señora Roxana vio la desgana de Cynthia y suspiró.

—En realidad, tal vez es algo bueno. Después de todo, esa es tu ciudad natal.

Cynthia agachó la cabeza, sintiéndose muy complicada.

—¿Puede decirme por qué tomó esta decisión?

—Por esto.

La señora Roxana tomó la exquisita caja.

—Siempre supe de quién estaba en mano, pero esa persona no me la vendía por ningún precio…

Ayer por la tarde fue a ver al señor Alain de la Nación Z.

Él tomó esa caja para hacer un intercambio con ella. Él le dio la caja.

Pero a cambio de que abriera una sucursal en la Ciudad B de la Nación Z, y la encargada tenía que ser Cynthia.

Además, debía advertir a Cynthia de que en caso de que se fuera de Diseños LEO, la industria la descartaría completamente.

¡Para hacerla regresar a pesar de que no quisiera!

Cynthia apretó los labios con fuerza. Parecía que entendió el motivo del asunto, y le dijo su suposición:

—¿Alguien le dio lo que siempre quiso, pero con la condición de que abra una sucursal en la Ciudad B de la Nación Z? Además, ¿yo tengo que ser la encargada?

La señora Roxana negó con la cabeza, no porque no aprobara las palabras de Cynthia, sino porque no aprobaba que Cynthia fuera tan lista.

—Las mujeres estúpidas son más lindas. Pero creo que le gustas mucho a ese caballero, de lo contrario tampoco me habría buscado.

A la señora Roxana le gustaba mucho Cynthia, extendió la mano para darle una palmada en el hombro.

—Escapar no puede resolver el problema. Solo cuando puedes enfrentarte con calma a las personas y las cosas del pasado entonces has conseguido dejarlo pasar. Pero si aún le das tanta importancia, eso es que aún no has conseguido dejarlo pasar.

Cynthia no quería admitirlo.

—No hay prisa con este pedido, ¿qué tal si vuelves a casa para descansar primero?

Sugirió Chloe.

—No conseguiré dormir volviendo a estas horas. No te preocupes, sigue con lo tuyo.

Respiró hondo.

—La vida sigue.

No podía relajarse en ese momento.

Los niños la necesitaban.

—Bien.

Chloe salió de la oficina. Cuando se volvió para cerrar la puerta, de repente, la puerta fue sostenida por una mano grande. Chloe se dio la vuelta y vio a un hombre alto parado detrás de ella.

—Tú...

—¡Chss!

Susurró Alain.

—Busco a ella.

Chloe todavía recordaba que de repente se llevó a Cynthia ese día. Se conocían y tenían una relación más allá de amigos.

Chloe fue muy ingeniosa y no dijo nada para abandonar el lugar.

Alain cerró la puerta y entró.

Cynthia se calmó en ese momento y estaba dibujando diseños muy concentrada.

El cliente había pedido que el vestido de novia debía estar envuelto en el pecho y el vestido de novia envuelto en el pecho era más adecuado con faldas de estilo cola de pez. Pero ese tipo de vestido de novia no era fácil de poner, por lo que era estricto con la figura de la persona que lo iba a poner.

Alain se paró detrás de ella y la vio trabajar seriamente. Esa era la primera vez que la vio hacer diseños.

La punta de ese lápiz ordinario parecía poseer alguna especie de magia, porque simplemente con algunos trazos sobre el papel blanco, consiguió hacer un dibujo aproximado del vestido de novia.

Cynthia sintió que había alguien detrás de ella que guardaba silencio. Pensó que era Chloe porque Chloe tenía la costumbre de verla hacer dibujos, así que no dijo nada.

—Chloe, ¿tienes los datos de la altura y el peso de la clienta?

Ella iba a elegir los siguientes diseños según el cuerpo de la clienta.

Como no escuchó ninguna respuesta, se dio la vuelta.

—Chlo…

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