¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 818

—Tengo mil maneras, puedes probar —La mirada nublada pero segura de Cristián dejó a Juanita insegura, y justo cuando iba a decir algo más se le ocurrió que Cristián era abogado y conocía la ley había un riesgo real de que la mandaran a la cárcel si realmente quería acusarla de robo o algo así.

—Puedo ir, dame el sueldo de este mes —Juanita estaba un poco apenada por haber intentado sacar provecho y haber acabado perdiendo su trabajo.

Cristián sacó su cartera del bolsillo del abrigo, sacó un pequeño montón de billetes de cien dólares y los dejó caer al suelo.

—Estás siendo insultante —La cara de Juanita se puso roja de ira.

Cristián guardó lenta y metódicamente su cartera:

—¿Eres noble?

—Cristián, Juanita es una buena chica. ¿Qué estás haciendo? ¿Qué voy a hacer si te deshaces de ella? —Lourdes agarró la mano de Cristián—No seas ridículo...

Cristián retiró la mano y empujó la silla de ruedas:

—Buscaré otra niñera, ésta definitivamente no va a funcionar.

—Cristián...

—Escoge una de dos, déjame ir a casa o a ella —Cristián le dio a Lourdes una opción directa.

Lourdes se ocupó de decir:

—No es opcional...

—Pero sólo puedes elegir uno o el otro —Cristián fue muy contundente—. Te la quedarás, y yo no volveré a pisar esa casa.

Juanita se arrodilló y recogió el dinero, sabiendo que no iba a poder quedarse en esta casa, y salió sin decir una palabra.

—Juanita —Lourdes aún estaba un poco alterada, era toda una pena ver partir a una chica joven, que podía hablar sola y trabajar.

Juanita volvió a mirar a Lourdes y sin decir nada giró la cabeza y se entró en el ascensor.

—¿Qué estás tratando de hacer? —Lourdes no sabía exactamente a qué se refería Cristián.

—Vete a casa —Cristián dijo.

Dicho esto, dejó de abrir la boca y se llevó a Lourdes de vuelta.

Después de entrar en la casa, los objetos que Lourdes había dejado que pusieran en la casa la última vez y que estaban colgados en las paredes fueron todos tirados a la basura.

—Cristián —Lourdes tenía un pánico terrible.

—No me quedé con mi propios hijo y estoy destinado a no ser un padre —Cristián tiró a la basura a la diosa de la maternidad que se había colocado en el dormitorio.

Lourdes se horroriz.

—Cristián, esto no se puede dejar caer, tendrá mala suerte...

Cristián ignoró tirar todas las cosas desordenadas de la casa.

Luego, empujando a Lourdes hacia el sofá, se sentó y le dijo a Lourdes.

—Nunca merecí padres, hijos o amantes en mi vida, así que ambos padres están muertos, los hijos están muertos, y ahora la que amo se va, te dejaré ir como quieras, pero no esperes que me case de nuevo, tener hijos es imposible, yo, Cristián, estoy condenado en esta vida a no tener hijos.

—Cristián... —Lourdes estaba realmente aturdida.

Cristián estaba tranquilo.

Chloe emitió un suave hmph.

Cynthia le dijo a Chloe que descansara, que ahora estaba débil, y salió de la habitación y cerró la puerta, indicando a Vega e Isabel que no molestaran a Chloe ni le hicieran más preguntas.

Tanto Isabel como Vega sabían exactamente lo que estaba pasando, y en cuanto Cynthia se lo recordó, lo entendieron.

En la cena posterior todos se limitaron a ofrecer hospitalidad y no pidieron nada más.

Después de comer Chloe se fue a su habitación y Cynthia recibió un mensaje de texto de Cristián pidiéndole que saliera un momento, estaba en la puerta.

Cynthia salió y vio a Cristián parado al lado del camino y se acercó a él.

—¿Cómo está Chloe? —preguntó Cristián.

—¿Qué te parece? —Cynthia sabía que no debía hablarle así a Cristián, pero era duro ver a Chloe así—. ¿Qué vas a hacer?

Cristián inclinó la cabeza y dijo:

—Mientras Lourdes viva, estará varada entre nosotros... Poco puedo hacer, y si ella quiere vivir una vida de libertad, se lo concederé.

—¿Has decidido? —preguntó Cynthia.

—La escucho y hago lo que quiere —dijo Cristián.

—¿Llamándome sólo para hablarme de esto?

—No —Cristián dijo—. Hay algo que quiero que le pases a Chloe de mi parte.

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