¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 850

Mauricio sonrió.

—¿De qué presumes al invitarnos a cenar hoy? —Cristián ya sabía que tenía una buena noticia que compartir con ellos.

—No me gusta presumir tanto como a ti.

—Bah —Cristián se rió, había muchas cosas en la vida que no funcionaban, pero estar a salvo con Chloe era más valioso que cualquier otra cosa.

Luciana y Chloe entraron en la casa. Cynthia y Alain fueron los primeros en llegar, aunque hacía tiempo que se habían mudado de la villa, hacían limpiar la casa de vez en cuando, por lo que estaba brillante y limpia.

Al verlos entrar, Cynthia se sirvió un par de vasos de agua y los puso sobre la mesa.

—Mauricio, me dicen que te han ascendido —dijo Cynthia mientras dejaba los vasos y le miraba.

—De hecho, ya lo sabías antes de que yo dijera nada —Mauricio se sentó en el sofá.

Fue Alain quien se lo había contado a Cynthia, y ella no sabía cómo Alain lo sabía; Alain conocía a mucha gente, y era natural que estuviera bien informado.

—Bueno, tengo algo que decir —dijo Cristián rodeando a Chloe con su brazo—. Chloe y yo hemos vuelto para recoger a Lourdes.

—¿Y a dónde vas? —Mauricio no llevaba mucho tiempo de vuelta de su viaje y, sin saber que Cristián iba a vivir en la ciudad C, preguntó.

—Lourdes estaba muy enferma, pero me vino bien para poder estar con Chloe —le explicó Cristián.

Los dos habían pasado por muchas cosas.

Lourdes tenía Alzheimer y la última vez que se cayó de cabeza, sólo recordaba el pasado y olvidó lo desagradable de los últimos años, lo cual era bueno para ella.

—Y tu trabajo...

—Lo he arreglado —Cristián sabía lo que Mauricio quería decir.

Mauricio le dio una palmadita en la espalda. En ese momento, sonó el timbre y era el repartidor.

Cynthia se levantó y abrió la puerta. Tres repartidores estaban en la puerta con unas cajas de comida y Cynthia les dijo que entraran, —Ponlas en la mesa.

Cuando se fueron, Cynthia cerró la puerta y se dirigió a la mesa para abrir las cajas de comida, Chloe y Luciana se acercaron para ayudar.

—Déjame a mí —dijo Cynthia.

—Están hablando, y estamos aburridas —dijo Luciana con una sonrisa—. ¿Quieres ponerlo en un plato?

—No, no quiero lavar los platos, ¿y tú? —dijo Chloe bromeado.

—Yo tampoco —dijo Luciana—. Pero, ¿por qué ya no te quedas aquí?

—Alejandro estaba mal de salud y quería vivir en la vieja casa —dijo Cynthia con la cabeza gacha y un poco perdida.

La comida estaba preparada y Chloe llamó a los hombres que estaban en el salón, —La comida está lista.

—¿Qué tal un poco de vino mientras celebramos el ascenso de Mauricio? —dijo Cynthia.

—No, gracias. Tenemos que volver en coche —Cristián y Chloe se sentaron.

Cynthia se quedó quieta y pensó que Cristián tenía razón.

—Puedes contratar un chófer. Es raro que nos juntemos, Mauricio seguramente estará más ocupado después, Cristián y yo nos vamos a vivir a la ciudad C. No sé cuándo nos veremos la próxima vez. Creo que necesitamos un trago, ¿no? —sugirió Chloe.

Todos estuvieron de acuerdo, así que Chloe tomó dos botellas de vino.

Cynthia quiso servir el vino y Mauricio tomó la botella y dijo, —Déjame a mí.

Cynthia le dio la botella y se sentó.

No se le ocurría ninguna otra razón por la que Luciana se hubiera negado a beber.

—Has empezado la conversación y no me dejas hablar. Ah, mujeres —se sentó Cristián.

Chloe le agarró de la oreja, —¿Cuál es tu problema?

—Ah —Cristián admitió inmediatamente su falta—. Lo siento.

—No me había dado cuenta de que tenías tanto miedo a tu mujer —se burló Mauricio.

Cristián lo fulminó con la mirada y miró a Luciana a su lado, —Luciana, ¿no te tiene miedo? ¿Te contesta mucho?

—No me desacredites —Mauricio vertió la mitad de su vino en el vaso de Cristián.

—Bah, no me voy a beber el resto de tu vino —Cristián tomó el vaso y se lo volvió a servir.

—No me lo he bebido —dijo Mauricio.

—Entonces, ¿por qué no dejas que Luciana beba por ti? —dijo Cristián, entregándole la copa a Luciana—. Bebe por tu marido, es lo que él bebía.

Mauricio cogió la copa, —Cristián, ¿por qué eres tan pesado?

—¿Es pesado hacer beber a tu mujer? —Cristián le miró—. ¿Está Luciana enferma?

Su expresión era un poco más seria.

—¿De qué estás hablando? Claro que no está enferma —Mauricio no sabía en qué estaba pensando Cristián.

—Entonces, ¿por qué..

—Mauricio va a ser padre, ¿no? —Cynthia interrumpió a Cristián y miró a Luciana.

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