Luciana estaba estupefacta al instante y pensaba por qué tanto dinero. Ella estaba asustada ahora.
Nos dio el hombre tanto dinero sin razón, seguro que el hombre tenía mala intención.
Se esforzaba por calmarse. En este momento tuvo que decirlo a Mauricio, así que sacó el móvil de la bolsa. Por el asusto, ella no tomó bien el móvil que cayó en el suelo.
Ella se agachó para recoger el móvil descubriendo que la pantalla había una fina grieta. Ella deslizó la pantalla, y el teléfono no está roto. Encontró el número de Mauricio y llamó, pero la respuesta era que el teléfono estaba apagado. Frunció el ceño y no sabía por qué no se podía conectar con él. Y pensaba qué pudo hacer ahora.
«Debido a este dinero, ¿causaría problemas a Mauricio?»
Ella estaba apurada y angustiada, creyendo que era su descuido lo que hacía la cosa así. Si estaba involucrado Mauricio...No podía pensar más...
Ella se sentó paralizante en el suelo.
¿A quién podía buscar a esta hora?
Ella no se atrevería a hacer nada y tuvo que consultar con alguien. Después de unos minutos, pensó a Cynthia. Su marido, Alain, tan inteligente, debería saber qué hacer, por lo tanto marcó el número de Cynthia.
Hoy hacía buen tiempo. Cynthia paseó por el parque abrazando al niño. Asher acompañó a Alejandro y sentía con emoción que había pasado más de medio año, diciendo—Llegará pronto el Festival del medio Otoño.—
Alejandro miró hacia arriba. Las hojas originalmente verdes en el verano se volvían amarillas en este momento. El otoño iba y el invierno venía, y el próximo año llegaría de nuevo la primavera en que produciría hojas verdes. Sin embargo, si una persona se había ido, se alejaría del mundo por completo.
Alejandro no tenía miedo a la muerte, pero tenía un poco de timidez en el corazón después de pensar cuidadadosamente.
Asher dijo:
—Al lado del pozo, las ojas de la esterculia se volvían amarillas. Detrás de la cortina de cuentas, se podía saber que había escarcha nocturna fuera.
Cynthia dijo:
—Tío, debes ponerte más ropa.
Asher dio una sonrisa.
De repente, el teléfono de Cynthia en la bolsa detrás del carrito del bebé sonó. Isabel le pasó el teléfono a Cynthia y dijo:
—Tu móvil suena.
Cynthia puso el bebé en el carrito y le cubrió una manta fina y pequeña. Cogió el móvil y vio el número de Luciana pensando por qué le llamó.
Ella respondió el teléfono y oyó la voz ansiosa de Luciana:
—Cuñada, hice algo mal.
Cynthia no sabía qué pasaba y preguntó:
—Qué hiciste mal? Habla despacio.
Luciana dijo aplastando el pánico:
—Ayer después de salir del trabajo, me encontré con un hombre en el ascensor quien dijo que buscaba a Mauricio y me dio una caja de manzanas. Hoy abrí la caja y descubrí que era dinero dentro de la caja. ¿Qué pudo hacer? No me atrevo a hacer algo, ahora tengo miedo.—
Cynthia entendía su pánico. Mauricio acababa de ascender, ahora le dio dinero, era evidente que se dirigió a él. El mal manejo definitivamente afectaría a Mauricio.
—¿Has llamado a Mauricio? ¿Cómo ha dicho? —Cynthia preguntó.
—El teléfono está apagado, no puedo contactar con él. Cuñada, me ayudas a solucionarlo.—Luciana dijo.
—No estés ansiosa —Cynthia pensó un minuto y preguntó—. ¿Dónde está ahora?
—Estoy en la casa —Luciana respondió.
—Vale, entonces voy a allá ahora y me espera en casa —Cynthia dijo.
Luciana dijo que bien y colgó el teléfono.
Cynthia miró a Isabel y dijo:
—Madre, me ayudas a cuidar al bebé.
Isabel asentió con la cabeza y preguntó:
—¿Tienes algo?
Cynthia asintió con la cabeza y salió. Alejandro volvió la cabeza para verla y dijo:
—Aunque tienes prisa, lo importante es conducir más despacio.
Dijo que bien.
Ella volvió a casa y tomó las llaves del coche para ir a buscar a Luciana.
Sentada en el sofá, Luciana miraba el dinero en la caja de vez en cuando, no sentía muy pánica como antes. Pronto oyó golpear la puerta de la casa, Luciana iba a abrir la puerta.
Cynthia entró en la casa. Luciana le mostró la caja y dijo:
—¿Por eso cómo demuestras que es una trampa? —La persona del nivel superior preguntó.
El compañero se quedó sin palabras. Al final, dijo:
—De todos modos, no creo que Mauricio reciba sobornos.
—Así sea, abremos una investigación. Durante el período, Mauricio no puede participar en ningún trabajo.
—No —Mauricio dijo—, tengo trabajo.
—El trabajo se puede entregar temporalmente a Eliseo Amengual.
Eliseono había hablado. Él había estado trabajando con Mauricio, pero ahora Mauricio era oficial, él siguió ser líder, la caída era muy grande. No intercedería por Mauricio en este momento.
—Si me entregas el trabajo,lo haré bien naturalmente —Eliseo dijo.
—¿Lo desea, no? Creo que eres el responsable de todo esto —Una persona que se puso al lado de Mauricio dijo mirando fijamente a Eliseo.
—¿Tienes pruebas? Si no, era calumnia —Eliseono tenía miedo y dijo con tono frío—. ¡No creas que puedes invertir el blanco y el negro dependiendo de su oficial Mauricio!
—Tú...
Mauricio detuvo a la persona que quería hablar y dijo hacia la persona del sector de inspección:
—Acepto la investigación.
Mauricio no temía ser investigado por que no lo hizo.
—Bien, entonces...
En este momento, la puerta de la sala de reunión estaba golpeada de repente por alguien Interrumpiendo las palabras del hablador.
Todos miraron hacia la puerta, era que Luciana se puso en la puerta abrazando la caja.
Mauricio era sorprendente que Luciana apareciera, se levantó de la silla y caminó hacia ella diciendo:
—¿Por qué vienes aquí?
—Voy a buscarte —Luciana dijo mirando a él.
En el camino Cynthia le dijo que bastaba con exponer las circunstancias de los hechos, y le aconsejó que no estuviera pánica. Entonces ahora Luciana estaba tranquila.
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