¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 99

Sostuvo la manija, la giró y empujó suavemente la puerta para abrirla. Entonces vio a Isabel sentada en el borde de la cama, sollozando levemente.

Cynthia entró y cerró la puerta. Al escuchar el movimiento, Isabel se secó la cara rápidamente.

—¿Qué haces aquí? Deberías estar afuera cuidando de los niños.

—Vengo a verte.

Cynthia se acercó para abrazarla.

—Mamá, dejemos de pensar en las cosas del pasado, ¿vale?

Su rostro descansaba en el hombro de Isabel.

—Cuidaré de ti cuando seas mayor. Cuando yo sea mayor, que Álex me cuide...

—¿Qué dices?

Isabel le dio una palmada a Cynthia en la espalda.

—Todavía eres joven. Creo que el doctor Flavio realmente es muy majo.

Cynthia se rascó la cabeza, temía que Isabel dijera algo así.

—Cynthia...

—Mamá.

Cynthia sabía lo que iba a decir Isabel. Originalmente pensaba aceptar a Flavio, pero ahora no podía hacerlo.

Si exigiera responsabilidades del accidente automovilístico de ese año, sería imposible lo suyo con Flavio.

—Mamá, la madre de Flavio me buscó.

—¿Qué?

Isabel se sorprendió. Luego sosteniendo el hombro de su hija la miró.

—¿Para qué te buscó?

Cynthia frunció los labios. Como quería deshacerse su idea de emparejarla con Flavio, dijo la verdad.

—Fue hace seis años. Me vio a Flavio y a mí juntos, así que pensó que estábamos en una relación. Me vino a buscar personalmente para decirme que no era adecuada para su hijo, que, con su estatus social, tenía que encontrar a alguien del mismo estatus social.

Isabel abrió la boca, pero no pronunció palabra en un buen rato.

Finalmente, las lágrimas se le volvieron a caer.

—Mamá, ¿por qué lloras de nuevo?

Cynthia extendió la mano para secarle las lágrimas.

Le había costado desviar su atención.

¿Por qué lloraba de nuevo?

—¿Cómo podría no estar triste?

Isabel se sintió triste simplemente pensando en que habían ido a buscar a su hija.

—Si en ese entonces no fuera por mí, tú no…

—Mamá, dejemos de hablar de las cosas del pasado, ¿vale?

Cynthia sabía lo que le preocupaba y le explicó pacientemente:

—No me gusta Flavio. Aunque esté con él, tampoco seré feliz, mamá...

Cynthia tomó su mano.

—Quieres que sea feliz, ¿verdad?

—Por supuesto.

Isabel soñaba con que su hija fuera feliz.

Ella era muy joven, debería haber un buen hombre que la amara.

—¿Confías en mí?

—Sí.

Isabel miró a su hija.

—Para mí eres la mejor.

Había visto cómo su hija pasó por los sufrimientos y los momentos difíciles para llegar poco a poco hasta el día de hoy. Ahora por fin tenía su propia carrera.

En su corazón, su hija era la mejor.

—Si confías en mí, no te preocupes por mi matrimonio. Las cosas surgirán con el tiempo.

Cynthia aprovechó la oportunidad para convencer a Isabel.

No quería que Isabel tomara su matrimonio como una cuestión preocupante y se lo recordara todos los días.

En ese caso ella estaría estresada e Isabel también estaría estresada.

Porque su madre pensaba que ella era la culpable de su situación actual.

—Mamá, solo tengo 24 años, aún soy muy joven. Aún me queda un largo camino por recorrer. Tal vez conozca a un hombre al que no le importa que haya tenido bebés, y esté dispuesto a cuidar a Álex y Alessia conmigo.

Isabel no estaba segura.

—¿De verdad conocerás a alguien así?

¿Quién podía decir con certeza las cosas del futuro?

—¿Quizá sí? Si me lo mencionas todo el tiempo, también sentiré presión. No puedo encontrar a uno cualquiera. Esa persona tiene que aceptar a Álex y Alessia, de lo contrario, no lo consideraré como candidato de pareja.

Hoy Cynthia quería decirle cosas sinceras a Isabel.

Isabel era consciente de la importancia de esos dos niños para ella. En ese entonces arriesgó su propia vida por tener a los dos niños, lo que demostraba la importancia que tenían los dos niños para ella.

—Está bien, no lo mencionaré más en el futuro. Cuando el destino quiera, esa persona llegará.

Isabel acarició el cabello de su hija.

—No te daré presión.

Después del asunto de Flavio, también se dio cuenta de las cosas.

En la situación de Cynthia, incluso si le agradaba a un hombre, la familia de este también era un gran problema.

¿Quién querría que su hijo se casara con una mujer que tenía dos hijos?

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Vuelve conmigo,mi cariño!