30 Días de Prueba Amorosa romance Capítulo 191

Cuando Rosaura se enteró de la verdad, respiró, sintiendo una rara sensación de alivio.

Camilo mantuvo su mirada en Rosaura, y naturalmente vio los sutiles cambios en su expresión y su aspecto de alivio. Se sentía un poco feliz mientras se inclinaba con su alto cuerpo hacia Rosaura. Su voz era baja y seductora:

—Rosaura, ¿has estado distante de mí porque has entendido mal que Serena y yo éramos novios?

Rosaura asintió.

Camilo frunció los labios y sonrió. Volvió a preguntar:

—¿Rechazaste mi propuesta sólo porque no querías ser la otra?

«Es cierto que yo no quería ser su amante, y mucho menos sacrificar mi matrimonio sin razón aparente, y no hay ningún problema con lo que él dice.»

Rosaura volvió a asentir.

Camilo parecía estar de mejor humor, pero su voz era más baja, y más raramente había algo de tensión, de expectación.

—Así que ahora que no hay más de estos obstáculos, vas a reconsiderar casarte conmigo, ¿verdad?

«La premisa ha cambiado, debo reconsiderarlo.»

Rosaura asintió, levantando los ojos vio el rostro de Camilo cerca, con una agradable sonrisa, lo suficientemente atractiva como para dejarle a uno sin aliento.

Tan cerca, hizo que la gente entrara en pánico.

Fue entonces cuando se dio cuenta de algo bruscamente. Rosaura se apresuró a sacudir la cabeza y tartamudeó en defensa:

—Yo... no quería decir eso.

—¿Entonces qué?

Camilo miró fijamente a Rosaura y siguió con la pregunta. Su mirada era tan profunda.

Ella sentía que el corazón se le iba a salir del pecho y su mente estaba en un lío.

Antes, Rosaura pensaba erróneamente que Camilo y Serena eran novios y Camilo quería casarse con ella sólo para encubrir la relación entre Serena y él, e incluso le pidió a Rosaura que fuera una madre de alquiler. Esto era humillante para Rosaura, por lo que nunca pensó en decir que sí. Pero ahora, como Camilo no tenía ninguna relación con Serena, eran todas falsas, entonces Camilo le propuso...

«¿Y cuál es su objetivo?»

Rosaura miró al hombre que estaba cerca, entró en pánico, había muchos pensamientos que estaban en su mente, pero ella no se atrevió a pensar en ello ni a adivinar ni a responder a la pregunta de Camilo...

Rosaura estaba tan confusa que querría levantarse e irse, pero Camilo no le da la oportunidad. La agarró del brazo y la apretó contra el sofá. Y su cuerpo se apretó contra el de ella. La miraba directamente, y su voz baja era seductora:

—Rosaura García, ¿te casarás conmigo ahora?

De forma muy abrupta, pero con razón, otra propuesta de matrimonio.

Rosaura lo miró estupefacta, con el corazón latiendo rápidamente.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: 30 Días de Prueba Amorosa