30 Días de Prueba Amorosa romance Capítulo 233

Debido a la repentina llegada de Camilo, la sala de conferencias ruidosa se quedó en silencio.

Todos miraron a Camilo con sorpresa y tensión. Ellos se levantaron inmediatamente de sus asientos y se pusieron de pie.

Sin embargo, Camilo no miró a los demás sino a Rosaura.

Camilo vio que Rosaura y Mateo sentados juntos, parecían muy íntimos. Y el ambiente armonioso entre ellos hizo que Camilo se enfadara mucho.

«¿Es por Mateo que ella se resistió tanto a mí? El hombre que conoció desde hace unos días le gusta tanto.»

Rosaura estaba leyendo el documento cuando, de repente, sintió el silencio de la sala, e incluso sintió una mirada hacia ella. Levantó la vista y vio a Camilo que estaba en la entrada.

La luz caía sobre su cuerpo, poniéndolo aún más guapo. Él se cercó a Rosaura con enfurecimiento. Inmediatamente Rosaura se puso tensa.

Cuando vio la sonrisa que de la cara de Rosaura desapareció. La tez de Camilo se volvió aún más mala, y el enfado que guardaba en su corazón estaba casi a punto de estallar.

Delante de Mateo, ella sonreía tan alegremente, pero delante de él, no podía sonreír más. El celo de Camilo le hizo perder la razón.

Él se dirigió a Rosaura rápidamente. Enfadado, miró fijamente a Rosaura.

Al mirar el aspecto furioso de Camilo, Rosaura se recordó de lo que pasó ayer. La misma ferocidad, el mismo peligro.

Rosaura se levantó y quería mantener una distancia con Camilo.

Pero Camilo la agarró de la muñeca. La palma de su mano estaba caliente, pero el calor que recorría la piel de Rosaura le hacía sentir frío en el corazón.

La voz de Camilo era baja:

—¿A dónde quieres ir?

Rosaura se puso rígida bruscamente y su rostro se volvió pálido. ¿Él vino a buscarla?

Mateo se levantó, alargó la mano y agarró la muñeca de Camilo.

—Señor González, suelta a ella.

Mirando la mano en su muñeca, Camilo frunció el ceño con disgusto. Se sacudió la mano de Mateo con fuerza, y miró a Mateo con advertencia,

—No interfieras en mis asuntos.

Camilo lo dijo con un tono arrogante y llena de amenaza.

Aunque Mateo fuera famoso y poderoso, no podía compararse con Camilo. Si Camilo hiciera un algo contra él, podría hacerlo desaparecer.

Un hombre inteligente, si no quisiera sacrificar su propio futuro en este momento no se atrevería a enfrentarse a Camilo ahora.

La gente que estaba al lado también estaba nerviosa, pensando que Mateo cobardearía. Pero, inesperadamente, Mateo dejó de sonreír y miró fijamente a Camilo sin miedo. Incluso su mirada estaba llena de provocaciones,

—Rosaura es mi amiga, no puedo dejar a los demás hacerle daño.

Al decir esto, Mateo dio un paso adelante, y su alto cuerpo se colocó delante de Rosaura, como una montaña. Era la protección de un hombre a una mujer.

Camilo estaba muy enfadado,

—En tres horas, te haré desaparecer en el ámbito de diseño.

Todas las personas en presencia se sorprendieron al escuchar las palabras de Camilo. Algunos murmuraron con voz baja:

—El señor González va a arruinar el futuro de Mateo.

Si Camilo lo haría de verdad, el futuro de Mateo no vería nada de esperanza.

Las palabras de Camilo fueron un golpe fuerte para él. Pero seguía estar al frente de Rosaura, no retrocedió ni un paso.

Sin embargo, Rosaura perdió la calma. No era estúpida y sabía que Camilo lo hizo por ella.

—No tiene nada que ver con el señor Gómez.

Rosaura habló y apartó un poco a Mateo. Tensó su cuerpo y miró directamente a Camilo, su mirada fue complicada y estaba llena de miedo, resistencia y fuerza,

—Esto es nosotros asunto, no hay necesidad de que involucres a otros. ¿Qué más quieres hacer?

Su mirada era lo mismo que ayer. Se podía apreciar su terror hacia Camilo.

El corazón de Camilo sintió como si hubiera sido golpeado fuertemente por algo, su ira instantáneamente se convirtió en preocupación.

La había asustado.

Había venido a buscar a Rosaura no a causar su antipatía. Camilo soltó a Rosaura y dijo con voz baja:

—Solo vengo a asistir a la reunión.

—¿Qué?

Rosaura se quedó helada y no podía creer lo que escuchó.

Las personas que se encontraban al lado estaban igualmente sorprendidas, como si tuvieran alucinación.

El señor González había sido tan agresivo y había venido a buscar problemas. ¿Por qué la ira de Camilo desapareció inmediatamente?

A Camilo no le importaba lo que pensaran los demás, sus ojos miraban fijamente a Rosaura. Ante Rosaura, Camilo no podía enfadarse. Además, la había asustado la noche anterior y no quería ver su aspecto de resistencia.

—Siéntate —Camilo se sentó en el asiento junto a Rosaura, como si no hubiera pasado nada.

Rosaura se quedó aturdida y no podía entender nada. No sabía lo que Camilo estaba pensando en absoluto. Sin embargo, no iría a pasar algo a Mateo, ¿no?

Rosaura miró a Mateo y a Camilo y planeó buscar otro asiento. Después de lo ocurrido anoche, no quería estar demasiado cerca de Camilo.

Estaba a punto de marcharse cuando la mano de Camilo, que le tiró de la muñeca hizo que se sentó en la silla.

Camilo se acercó y dijo con una voz que sólo podían escuchar Rosaura y él.

—Siéntate a mi lado.

—No lo quiero.

—No te voy a hacer nada en presencia de tanta gente.

El cuerpo de Rosaura se tensó. Las palabras de Camilo fueron totalmente una amenaza.

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